Tal y como apuntaron primeras valoraciones tras las elecciones municipales, Manuela Carmena, la cabeza de lista de Ahora Madrid, será investida mañana alcaldesa de Madrid con el apoyo de los nueve concejales del PSM. Esta mañana, los líderes de ambas formaciones han comparecido para explicar el contenido de un acuerdo cuyas bases se sentaron poco después de saberse que Esperanza Aguirre no podría gobernar ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos.

Con el cambio en Madrid, acabarán así 24 años de dominio popular en la capital de España, que comenzaron en 1991 con la llegada de José María Álvarez del Manzano (que ya fue teniente alcalde con Agustín Rodríguez Sahagún, tras la moción de censura que expulsó  a los socialistas del consistorio). Y todo gracias a una campaña electoral que apenas llegó a los 160.000 euros de coste y que, en apenas dos semanas, dio a conocer a la ciudadanía a Carmena, convertida en la sorpresa electoral de la temporada gracias al planteamiento que de la cita electoral hizo el equipo de Esperanza Aguirre.

Por este motivo, sus simpatizantes han organizado una verbena ciudadana para recibir el nuevo tiempo en Madrid, símbolo del cambio político que  podría consumarse con una derrota electoral del PP en las próximas elecciones generales.

Además de esta convocatoria, este jueves se puso en circulación un vídeo para despedir a Ana Botella, la alcaldesa de Madrid más impopular de cuantas han pasado por el consistorio, con hitos como su llegada por designación tras la marcha de Alberto Ruiz-Gallradón, su falta de empatía la tragedia del Madrid Arena o su ineptitud para hacer frente a conflictos laborales que llevó a la capital a las portadas de la prensa internacional.

Su autor, Kika Lorace, una dragqueen muy crítica con el trato que Botella ha dispensado durante su mandato a la comunidad gay (una de las plataformas de la imagen de Madrid en todo el mundo, muy a pesar de los sectores más conservadores insertados en el PP):

CODA. Uno de los asuntos más surrealistas que difunden los medios de comunicación generalistas en los últimos días  tiene que ver con el recuerdo del tamayazo, la operación orquestada en 2003 que evitó un gobierno de izquierdas en la CAM debido a la ausencia de dos diputados del PSM durante la votación de la investidura de Rafael Simancas.

Aquella operación, en la que estuvieron implicados constructores y militantes del PP de Madrid, concluyó con una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, presidida por Francisco Granados, que no aclaró nada y en la convocatoria de elecciones ese mismo año, que confirmaron la mayoría absoluta de Esperanza Aguirre. Hoy, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez se encuentran desvinculados de la política.

Los rumores ante un nuevo tamayazo en las filas del PSM durante la votación de este sábado para elegir al alcalde de la capital ha cobrado carta de naturaleza al formar parte de los argumentos esgrimidos en las tertulias políticas e incluso en piezas de informativos como los de La Sexta, que confirman el rumor como noticia.