CIS: El voto según la edad del elector

Una de las incógnitas que gustan a los especialistas en comportamiento electoral tiene que ver, precisamente, con detectar los movimientos en la intención del voto entre la población. Como hemos explicado en alguna ocasión, la cocina que conlleva la recogida de datos pura se basa en el estudio de estas variables:

  • El voto decidido que registran los partidos políticos antes de la cocina. En España, ha sido constante el apoyo recibido por PP y PSOE hasta que, como vimos hace unas semanas, esta suma se desplomó en 2012. Esta caída se agudizó respecto al PP cuando estalló el ‘caso Bárcenas’ y se tradujo en un aumento del voto no declarado (blanco, nulo, abstención, indecisos].
  • La simpatía que genera cada formación política, lo que permite medir, al menos, el nivel de aceptación que sus siglas podrían causar con una buena estrategia electoral. En este aspecto, ha sido tradicional un rechazo frontal al PP (y a UPyD) y que el PSOE apareciera mejor situado (como IU, con unos niveles de simpatía mayores que los porcentajes de voto finalmente asignados).
  • El voto recuerdo: este aspecto permite medir también el efecto vergüenza que reconocer en público determinadas pautas electorales causan entre la ciudadanía. En este sentido, el PP siempre ha registrado un voto recuerdo inferior al registrado finalmente, sobre todo en momentos de dura confrontación con el resto de fuerzas políticas y, sobre todo, con sus electorados.

La suma de estos tres aspectos son los que llevan a matizar la existencia de un voto oculto que, en general, ha sido mayor en relación al PP que al PSOE.

Estas pautas han saltado por los aires ante la irrupción de nuevas fuerzas políticas, sobre las que no hay, evidentemente, registros del voto recuerdo. Así, la aparición de C’s y Podemos ha conllevado una enorme volatilidad que se confirma en los vaivenes que se registran en los distintos sondeos sobre intención de voto publicados, con subidas y caídas espectaculares en apenas un mes sin que haya ocurrido ningún hecho que justifique esos movimientos.

Éste es uno de los motivos por lo que hay que tomarse los resultados de las encuestas con mucha precaución, y tener en cuenta que, en momentos en los que se suceden las citas electorales, tendremos oportunidad de detectar dos fenómenos que se tienen en cuenta siempre en el análisis del comportamiento electoral: los efectos bandwagon y underdog [los electores que se suman al percibido como el bando favorito frente a los que sienten simpatía por las causas perdidas].

Por este motivo, y a raíz de la publicación del último barómetro del CIS con estimación electoral, nos parece interesante comprobar los cambios que ha habido en estas tres variables en relación a hace un año. Nuestra elección tiene un sentido claro: Hace un año, Podemos, que se había presentado como opción para las elecciones europeas, ni siquiera aparecía entre los partidos sobre los que preguntaba el CIS. Por supuesto, tampoco C’s figuraba entre esas opciones, sobre todo porque, recordemos, no fue hasta septiembre cuando la formación de Albert Rivera anunció su salto a la política nacional.

Así, recuperamos los datos de voto directo, cercanía y voto + simpatía de este barómetro y lo comparamos respecto a los dato que recogía el barómetro de hace un año, también poniendo el foco en la variable demográfica. Nos interesa, sobre todo, lo que votan los electores en función de su edad. Para ello resaltamos la media de cada partido, lo que nos permite medir la incidencia de cada partido en función del grupo de edad.

Preferencias según el voto decidido

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  • El voto disperso (como denominamos a todo lo que no sea voto decidido) cae 12.4 puntos respecto a 2014, sobre todo entre los votantes más jóvenes (32.5% para los menores de 25 años y 34.2% para los menores de 35) y para los ubicados entre los 54-65 años  (36.2%). En el resto de grupos este porcentaje supera la media, con especial mención al grupo de edad de 45-54 años (40.7%). En 2014, el voto disperso era del 60.6% entre los votantes de menos de 25 años (-28 puntos) y del 53.1% entre los ubicados entre 25-34 años (-13.2 puntos). Así, cae sólo 4.8 puntos entre los más mayores, lo que certifica la idea de que este grupo de edad no ha recibido incentivos para modificar el sentido de su voto.
  • Entre las opciones favoritas, encontramos tres dinámicas: El PP no crece en voto declarado (13.6% en 2014 y 13.5% en 2014), el PSOE gana dos puntos (del 13.4% al 15.4%), IU cae casi cuatro puntos y UPyD desaparece. En el último barómetro del CIS, Podemos recibía un voto declarado del 13.6% y C’s del 10%.
  • Entre los nuevos partidos, Podemos goza de predicamento, sobre todo, entre los menores de 35 años: El 27% de los votantes de menos de 25 años muestra su preferencia por su sigla y el 20.6% de los situados entre 25 y 34 años igual. Entre los votantes de 45 a 54 años recibe el 11.5%, hundiéndose sus expectativas entre los electores de más de 65 años (4.7%).C’s se mantiene estable en su penetración según el grupo de edad, aunque cae entre los menores de 25 años (8.5%) y entre los votantes más mayores (7.1% entre los que tienen 54-65 años y 5.4% entre los mayores de 65 años).
  • En el caso de los partidos tradicionales, vemos que el PSOE tiene mayor grado de penetracién entre los mayores de 54 años, entre los que supera el 20% de aceptación, aunque hay una mejora sustancialmente en su nivel de aceptación en todos los grupos de edad respecto a 2014. Según el barómetro del CIS de hace un año, el PSOE recibía el 17.8% de los votos entre los mayores de 65 años y el 14.2%entre los de 55-65 años (grupo de edad en el que ahora logra el 20%). El apoyo entre los electores del resto de grupos de edad se situaba por debajo del 13%, un 10.6% entre los menores de 25 años.
  • En el caso del PP, recibe unos resultados espectaculares entre los mayores de 65 años (25.4%) pero, literalmente, se hunde entre los menores de 35 años, con porcentajes de apoyo del 8.5% y 7.4%. Estos datos se repiten respecto a hace un año, cuando el nivel de apoyo entre los votantes más mayores era del 25.4%, del 13.9% entre los ubicados entre los 55-64 años y por debajo del 10% entre los menores de 54 años (8.2% entre los votantes de menos de 35 años).

Preferencias según la cercanía

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  • El voto disperso cae 12.8 puntos en un año, superando esa media entre los votantes de menos de 35 años (30.1% y 30% entre los más jóvenes) y reduciéndose en el resto de grupos (22.8%  etre los que se sitúan entre 55-64 años). En 2014, el voto disperso entre los votantes más jóvenes era del 50% y del 48.3% entre los situados entre 25-34 años, por lo que cae más de 20 puntos en un solo año. Igual que en los casos anteriores, baja el nivel de dispersión del voto según la edad, de manera que sólo hay una diferencia de 6 puntos si comparamos los datos entre los mayores de 65 años.
  • El PSOE permanece estable en sus porcentajes de apoyo (18.6% este año, 18.4% en 2014), con mayor prdicamento entre los mayores de 55 años (26.1% entre los ubicados en 55-64 años y entre los mayores de  65 años, donde alcalza el 24.9%). Hace un año, el apoyo en estos grupos de edad se situaba en torno al 20%, con un 21.7% entre los mayores de 65 años. Su apoyo se sitúa en torno al 13% entre los menores de 25 y entre los que cumplen 35-44 años y es mayor entre los que tienen 25-34 años (16.5%) y en la franja de edad de 45 a 54 años (15.8%).
  • El PP ha visto caer su apoyo en este parámetro: ha pasado del 16% en 2014 al 14.6% en 2015, con la misma dinámica que hemos visto con anterioridad: Su penetración es absoluta entre los mayores de 65 años (27.1%, más de un punto medio que hace un año), se mantiene en torno al 13% entre los mayores de 35 años y su desplome es total entre los electores más jóvenes: 6.9% entre los ubicados entre 25-34 años y el 8% entre los menores de 25. En 2014, el apoyo al PP caía en todas las franjas de edad en relación a la media, con dos excepciones: los ubicados en 55-64 años (18.7%) y los mayores de 65 (28.3%). Llamaba ya la atención la caída entre los más jóvenes: 8.7% entre los mehnores de 35 años (en 2015 el apoyo en este grupo cae 2 puntos más) y 9.6% entre los nuevos votantes (-1.6 pntos este año).
  • En sentido contrario se sitúa Podemos, que goza de apoyo entre los más jóvenes (21.5%) y entre los votantes de menos de 35 años (17.9%) y pierde apoyo según pasamos las franjas de edad, hasta el 2.5% de los menores de 65 años que dicen sentirse cerca de estas siglas. Por su parte, C’s presenta dos dinámicas: apyo del 11% entre los ubicados entre los 25 y 65 años y porcentajes inferiores en el resto de las franjas de edad (con la excepción de los que tienen 55-64 años, donde el apoyo a esta sigla cae al 7.1%). En el resto, encontramos apoyos del 5.2% entre los electores más mayores y del 8% entre los menores de 25 años.

Preferencias según el voto + simpatía

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  • El voto disperso cae 10 puntos respecto al barómetro de 2014: por encima de la media se sitúansore todo los votantes de 45-54 años (18.4%) y los mayores de 65 (18.9%), con dos grupos de edad casi empatados (17.5% entre los más jóvenes y 17.4% entre los que tienen 35-44 años). Por debajo de esa media se sitúan los votantes de 25 a 34 años (15.1%) y los de 55-64 años (16.3%).
  • De nuevo, el PP pierde apoyos respecto a hace un año: pasa del 17.5% al 15.9%. No hay cambios en cuanto a su nivel de penetración entre los votantes según su edad. Tiene porcentajes del 29.5% entre los mayores de 65 años, del 14.8% entre los mayores de 55 años y del 13% entre los mayores de 35 años. Cae su apoyo entre los votantes más jóvenes, siendo peor su dato entre los ubicados entre 25-34 años (8.9%). Entre los más jóvenes, solo el9% se siente cerca de lo que representan sus siglas. Si lo comparamos respecto a hace un año, cae en valoración en todos los grupos de edad: -1.7 entre los mayores de 65 años, -3.6 entre los situados entre 55-64 años, -1.4 entre los situados entre 25-34 años y -3.1 entre los más jóvenes.
  • El PSOE gana casi un punto en este año y repite también tendencias: logra el 24.5% entre los votantes más mayores y un 18.4% entre los ubicados entre 45-54 años. Consigue porcentajes superiores al 16% entre los que tienen 18-34 años y del 14.2% entre los votantes de 35-44 años. Se confirma así que los peores ratios los obtiene en este grupo de edad (los del babyboom). Respecto a 2014, parece que estabiliza su nivel de penetración en los grupos de edad:  gana respecto al apoyo entre los más mayores (de 23.3% al 24.5%), cae en relación a los situados entre 55-64 años (del 20.8% al 16.1%) y de 35 a 44 (del 16.3% al 14.2%) pero gana en las franjas de edad de los más jóvenes: +2.6 entre los menores de 25 años y +0.2 puntos entre los menores de 35 años;
  • Podemos recibe un apoyo del 15%, logrando sus mejores datos entre los votantes de menos de 45 años donde llega al 28.5% (entre los de 18-24 años), 22.5% (entre los menores de 35) y del 17% entre los ubicados entre 35-44 años. Su apoyo cae, de nuevo, entre los votantes más veteranos: 5.4% entre los mayores de 65 años, 12.8% entre los que tienen 45-54 años y 13.8% entre los mayores de 55 años.
  • C’s también repite la misma pauta: tiene cierta estabilidad entre los grupos de edad ubicados entre los 25-54 años y su apoyo cae en los que quedan al margen de ese grupo de edad. Logra el 8.3% entre los menores de 25 años, 85% entre los que tienen 55-64 años y 6.9% entre los mayores de 65.

Consideraciones

  • Los datos muestra claramente un cambio en el comportamiento electoral basado, sobre todo, en la aparición de nuevas formaciones políticas que, según el CIS, actúan como incentivadores de la participación ciudadana. Hablamos de caídas situadas en torno a 10-12 puntos en las medias, con rebajas espectaculares entre los votantes más jóvenes.
  • Así, es sintomática la rebaja de la incertidumbre entre lo votantes más jóvenes, los más inclinados a votar Podemos y, en menor medida, a C’s, que goza de mayor nivel de penetración entre los votantes de mediana edad. Llama la atención, además, que estas dos opciones apenas tengan recorrido entre los electores de más de 55 años, los más conservadores desde la perspectiva de mantener el sistema como está.
  • Junto a los incentivos para participar y del desplome de IU y de la práctica desaparición de UPyD, vemos que el PP tiene un problema respecto a hace un año: empeora en todas las variables que se estudian para detectar voto oculto, lo que empeora sus estimaciones de voto tras la cocina. El PP es apoyado en masa por los votantes de más edad, esos que, por pura biología, desaparecerán antes. Así, las siglas del PP parecen envejecidas, algo que también le ocurre al PSOE, aunque de manera más matizada.
  • Es interesante ver el cambio producido en el grado de penetración del PSOE entre los votantes más jóvenes, produciéndose un hecho curioso: Tiene buenos resultados entre los votantes de más de 45 años (sobre todo entre los ubicados entre 55-64 años) y no presenta malos resultados entre los nuevos votantes. Sin embargo, se repite un empeoramiento de su apoyo entre los votantes de 25 a 44 años, que son las generaciones que sufrieron de manera más directas las políticas neoliberales socialistas en los últimos gobiernos de González y la que mejor recuerdo tienen de los efectos de las políticas de Zapatero.

 

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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2 respuestas a CIS: El voto según la edad del elector

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