Hace unas semanas, el sondeo del GESOP para El Periódico mostró perfectamente los escenarios posibles ante la posibilidad de que cristalice alguna de las iniciativas políticas que están en marcha en estos momentos de cara a las elecciones autonómicas catalanas del 27 de septiembre. El GESOP planteó tres supuestos posibles:
- La posibilidad de una competición entre la llamada Llista del president (es decir, la confluencia de las fuerzas soberanistas en torno a Artur Mas), de la que quedarían fuera ERC y las CUP, frente a Catalunya en Comú (la propuesta electoral que, a imitación de Barcelona en Comú, incluiría a ICV, Podemos y PC)
- La competición de ambas listas, de las que quedaría excluida Podemos, que se presentaría con su propia marca.
- La opción de que no hubiera acuerdos ni convergencias en ninguna candidatura y el 27S los catalanes tuvieran la oportunidad de votar listas de partidos similares a la de 2012 -con el añadido de Podemos-.
Los resultados, en función de las distintas confluencias, no dejan lugar a la duda: la lista de Mas sería la fuerza más votada tanto si se diera una confluencia de las fuerzas soberanistas como si no. ERC sería la segunda fuerza siempre que no hubiera una lista unitaria a la izquierda (Catalunya en Comú), que sería la segunda opción en el caso de que cristalizara la candidatura única. En todos los supuestos, C’s sería tercera fuerza, con el PP y PSC convertidos en partidos residuales.
Listas unitarias
El trabajo del GESOP, a partir de 800 entrevistas realizadas entre los días 17 y 21 de junio, plantea un Parlament e n el que cuatro formaciones políticas tendrán representación tras el 27S. En el nuevo Parlament, por supuesto, entraría UDC, que ya el sondeo se realizó tras materializarse la ruptura de CiU por el proceso soberanista.
Según este supuesto, la Llista del president obtendría el 22.4% de los votos y entre 33 y 35 diputados [CiU, en 2012, logró el 30.4% de los votos y 30 asientos], por encima de Catalunya en Comú, que arrebataría a ERC el cetro del principal partido de la oposición. Esta opción lograría el 22.4% de los votos y 30-31 diputados, muy por encima del resultado que ICV logró en 2012: 9.8% de los votos y 13 escaños:
C’s, con el 14.9% de los votos y 19-20 diputados, se convertiría en la tercera fuerza, confirmándose el éxito que la formación que lidera Albert Rivera tiene en Cataluña. El partido, que llevará como cabeza de lista a Inés Arrimadas, habría duplicado su representación en estos tres años y sería la fuerza constitucionalista con mayor presencia en Cataluña, tras la debacle de PSC y el PP. Los socialistas, con el 7% de los votos, se habría dejado la mitad de la representación y pasaría de 20 a 8-9 diputados; por su parte, el PP caería 7 puntos en intención de voto y lograría el 6% y 6-7 asientos de los 19 que tiene en la actualidad. Esto explica, perfetamente, por qué Alicia Sánchez Camacho insiste en vincular a su partido con el PSC, C’s y UDC. La formación de Duran Lleida obtendría el 4.6% de los votos y 6-7 diputados.
Por delante de las posiciones constitucionalistas se encontrarían ERC y las CUP. La formación de Junqueras sería la cuarta fuerza política con el 12.9% de los votos (-0.7 puntos respecto a 2012, siendo el primer sondeo éste que le otorga una pérdida de poder desde las últimas elecciones autonómicas). La CUP, por su parte, pasaría del 3.4% de los votos y sus 3 diputados a una intención de voto del 8.2% y entre 11-12 asientos. Vemos, por lo tanto, que el principal damnificado de que Artur Mas logre una lista en torno a su figura sería ERC, que no sólo deja de ser el principal partido de la oposición, sino que caería a la cuarta plaza en términos de representación.
Si nos fijamos en el voto directo, la lista unitaria de izquierdas sería la que mejor resultado recoge ya: un 22.4% ya tendría el voto decidido frente al 17% de la Llista del presidente. ERC quedaría por delante de C’s en esta materia (13.8% frente al 11%) y las CUP se situarían en el 7.6%, De nuevo, las formaciones con menor voto decidido vuelven a ser PP y PSC y UDC.
Lista unitaria sin confluencia en la izquierda
El escenario anterior cambia substancialmente si no se logra una confluencia entre las formaciones de izquierdas, tal y como ocurrió con las listas municipales en las elecciones locales del pasado 24 de mayo. De acuerdo a este supuesto, la Llista del president volvería a ser la fuerza más votada, con el 23.1% de los votos y 34-36 escaños, mejorando los porcentajes que obtendría en el caso de que tuviera que competir con una lista de confluencia.
En este caso, ERC seguiría sin ser la segunda fuerza política, que le habría arrebatado C’s, que obtendría el 15.1% de los votos (+7.6 puntos) y 19-20 escaños, el doble de los que tiene en la actualidad. Los de Junqueras serían la tercera fuerza en porcentaje de voto (13.8%, apenas dos décimas más que en 2012) que se traducirían en 20-21 diputados, por lo que quedarían por delante de la lista que lidera Arrimadas:
Podemos, con el 13.8% de los votos, entrarían en el Parlament con 18-19 asientos, y la CUP, con el 9.4% de los apoyos, pasaría de 3 diputados a 12-13. Vemos, por lo tanto, que sería la candidatura más beneficiada de que no se lograra una lista de confluencia en la izquierda. En el caso de ICV, con el 4.5% de los votos, obtendría 4-5 diputados, constatándose, previsiblemente, que el apoyo perdido respecto a 2012 (5.1 puntos y 9 escaños) habría pasado a engrosar la lista de Podemos.
El PSC, con el 7.8% de los votos, ganaría un punto respecto al escenario de la lista unitaria de la izquierda, y lograría 10-11 diputados (dos más que en la horquilla máxima que lograría en el supuesto anterior). El PP, con el 6.7% de los votos, también ganaría 0.7 puntos respecto al escenario con lista unitaria, aunque tendría la misma representación que en el anterior supuesto. Por su parte, UDC, con el 6.7% de los votos, empataría con el PP en intención de voto y reparto de escaños.
Elecciones sin listas unitarias
Si se planteara finalmente un supuesto en el que ninguno de los bloques se presentara a los comicios con listas unitarias, tenemos un escenario mucho más parecido al que planteaban otras encuestas analizadas en este blog: CiU (en el supuesto de que ambos partidos volvieran a ir juntos a los comicios) lograría el 22.7% de los votos (-7.7 puntos respecto a 2012 pero +2.7 puntos respecto al último sondeo del GESOP publicado, que se traduciría en 34-35 diputados, hasta 16 menos de los 50 que tiene en la actualidad):
ERC, con el 16% de los votos, pierde 1.3 puntos respecto a hace unos meses aunque gana 2.4 puntos en relación a 2012. En cualquier caso, queda muy lejos de las estimaciones que otros sondeos le otorgaron hace unos meses, antes que la consulta de noviembre, la polémica sobre la lista unitaria y la irrupción de Podemos le pasara factura como partido alternativo a la formación Artur Mas.
Según este supuesto, el Parlament pasaría a estar conformado por ocho formacioens políticas, a la espera de la división final entre Convergència y Uniò. En este supuesto, C’s vuelve a ser la tercera opción política con el 16.2% de los votos (-1.6 puntos respecto a hace unos meses aunque gana 8.7 puntos en relación a 2012, pasando de 9 a 20-21 escaños), con Podemos como la cuarta opción política con un 13.8% de lo votos(+4 puntos en relación la anterior sondeo analizado) y 19-20 diputados.
Las CUP, con el 9.8% de los votos, se confirma como otra de las sorpresas políticas de la legislatura y pasaría de 3 a 12 diputados al obtener el 9.8% de los apoyos (+6.4 puntos respecto a 2012 y +2.7 en relación al último sondeo, publicado antes del 24M). Cierran la lista las formaciones constitucionalistas e ICV, que con el 4.5% de los votos pasa de 13 a 5 diputados, tras la fuga de votos, previsiblemente, a Podemos. El PSC pasaría de 20 a un máximo de 11 diputados (pierde 6-3 puntos en intención de voto) y el PP cae de 20 escaños a 8-9, al pasar del 12.9% de los votos a un 6.9%.
Otros datos
Como es habitual, el GESOP se ocupa de otros aspectos interesantes para pulsar la opinión de la ciudadanía ante la próxima cita electoral, que en el momento de elaboración de este post tenía su convocatoria en el aire.
En términos de liderazgo, Artur Mas sigue siendo el candidato a president más valorado por el electorado (22.8%) a mucha distancia de su inmediato competidor, Albert Rivera (13.8%). Hay que tener en cuenta, en este punto, dos hechos: 1) que el sondeo se realizó antes de que el líder de C’s anunciara su disposición a encabezar la lista de su partido de cara als eleccioens genreales yno a las autonómicas catalanas. De ahí que tenga cierto interés comprobar el apoyo que su sucesora, Inés Arrimadas, suscita entre los electores catalanes. 2) que la opción «ninguno/otros» y indiferente son las propuestas más votadas después de Mas, lo que ya da pistas sobre la opinión de los catalanes en relación a los liderazgos políticos.
Tras la opción Rivera, Junqueras recibe un 13.6% de los apoyos y David Fernández un 7.8%. Así, llama la atención que Teresa Forcades, cuyo nombre suena como componente de la lista unitaria que se montará en torno a Mas, aparezca más valorada que los liderazgos de los partidos constitucionalistas.
En cuanto a la fidelidad en el sentido del voto, comprobamos que los votantes más fieles a las siglas de su partido, aun teniendo en cuenta que estas siglas variarán hacia Catalunya en Comú, son los de ICV; el 75.4% votaría por esta opción política (y se habría frenado públicamente la fuga de votos de ICV a Podemos que recogen otras encuestas). El 21.6% se habría ido ya de ICV y, de ellos, el 11.6% votaría por las CUP.
En el caso de C’s, el 66.7% repetiría el sentido de su voto, con un 23.9% que cambiariá (el 9.5% se inclinaría por Catalunya en Comú). En el caso de CiU, el 65.7% votaría de nuevo por estas siglas (con un 58% que votaría por la Llista del president y un 7.7% que se inclinaría por votar a Unió), con un 24.9% que se decantaría por otras opciones (10.1% por ERC):
En el caso de las CUP, el 65.6% volvería a repetir sentido de voot, con un 34.4% que cambiaría (16% iría a Catalunya en Comú); el apoyo a ERC cae por debajo del 60%, con un 38.8% que cambiaría (14.7% iría a la Llista del president). En el caso del PPC, amarra el voto de 4 de cada 10 votantes; el resto de habría ido, principalmente a C’s (35.3%). En el caso del PSC, la situación es aún más dramática: el partido de referencia de la izquierda catalana apenas retiene a 3 de cada 10 votantes, con un 62.5% que se habría ido a otras formaciones polítcias. De ellas, la favorita es Catalunya en Comú, que apoyaría el 33.6% de los ex votantes socialistas.
Así, la procedencia del voto de los distintos partidos es la siguiente
- Llista del presidente: el 58% procede de votantes de CiU; el 14.78 de electores de ERC; el 6.3% de las CUP; y el 8.1% del resto de formaciones.
- Unió: el 8.8% de sus votos llega desde antiguos votantes del PP; el 7.7% procede de ex votantes de CiU; el 4.8% de votantes de C’s.
- Catalunya en Comú: el 75.4% de los votos procede de ICV; el 33.6% de ex votantes del PSC; el 15.6% de las CUP; y el 8.1% del resto de formaciones.
Proceso soberanista
El 42% considera que la salida de Unió de CiU debilita a Duran Lleida (55.5% de votantes de CiU); el 62.1% no cree que Convergència y Uniò tengan que ir juntos a ls elecciones del 27S (59.2% de votantes de CiU) frente al 23.5% que mantiene que deben ir juntos.
En cuanto a la deriva que pueda adoptar el proceso ahora, los votantes de la mayoría de los partidos mantiene que debería realizarse un referéndum (85.5% entre los votantes de IV y por enciam del 60% entre los del PSC o las CUP). Los más proclives a usar las elecciones del 27S con sesgo plebiscitario son los de ERC (46.3%)
En el caso de que se celebrara una consulta, la mayoría de los votantes de los distintos partidos condieran que haría falta un apoyo del 50% de los votos y diputados, posición que respalda el 66.7% de votantes de ICV; el 59.4% de los de la CUP; o 55.1% de los votantes de ERC. Los menos proclives, los del PP (47.1%) o CiU (43.8%):
En cuanto al eje que prevalecerá en las elecciones del próximo mes de septiembre, los votantes consideran que prevalecerá el eje nacional frente al eje ideológico izquierda/derecha (que sí defienden los votantes de ICV claramente: 71%). También los de la CUP (50%) y el PSC (46.4%). El resto de inclina mayoritariamemte por el eje nacional, posición que adaptan los votantes del PP (79.4%), CiU (62.7%), ERC (74.3%):
En cuanto a lo que pasará con el proceso soberanista, llama la atención que la mayoría de los votantes considera que la independencia de Cataluña ya no es una opción factible o realista y apuesten por reconducir el proceso hacia más autogobierno (el 44.1% de votantes del PP se inlcina por esa posicion, que llega al 50% entre los de PSC, al 52.2% entre los de ICV o al 33.3% entre los de C’s). Sólo el 43.4% de los votantes de ERC sigue planteando la independencia como salida del proceso (35.5% de votantes de CiU y 46.9% de los de la CUP). Así, llama la atención los porcentajes de los que piensan que el proyecto se abandonará, opinión que llega al 52.4% entre los votantes de C’s (tercera fuerza parlamentaria según los tres supuestos del GESOP), el 47.1% de los del PP o el 40% de los del PSC:
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