A pocos días de que arranque la campaña electoral de las elecciones autonómicas en Cataluña, se han publicado dos sondeos sobre intención de voto que dan pistas sobre la reflexión en torno a los comicios del 27 de septiembre si se trasladan a las urnas los resultados: Los partidos que defienden la independencia lograrían la mayoría absoluta pero con menos del 50% de los votos.
GESOP: El independentismo roza el 45% de los votos y mayoría absoluta de escaños
El sondeo del GESOP para El Periódico sitúa a la candidatura soberanista, Junts pel sí, como la fuerza más votada con el 38.8% de los votos y entre 60-62 escaños, cerca de una mayoría absoluta que podría certificar un posible apoyo de la CUP. Si extrapolamos los resultados de los últimos comicios, y con todas salvedades relacionadas con la disolución de CiU, el desgaste del Gobierno de Artur Mas y las dificultades para consensuar la lista única, hay -5.2 punts de diferencia respecto a la suma del resultado que obtuvieron entonces por separado CiU y ERC (y hasta 11 escaños menos de la representación conseguida entonces).
El sondeo, a partir de 800 entrevistas realizadas entre los días 31 de agosto y 2 de septiembre, sitúa a la formación que lidera Raül Romeva a casi 20 puntos de la siguiente más votada, C’s, con el 19.9% de los votos (-12.4 puntos respecto a las elecciones autonómicas de 2012 y pasa de 9 a 25-27 diputados en el nuevo Parlament). Catalunya Sí Que es Pot (QSQEP) se asentaría como la tercera fuerza co el 12.4% de los votos y entre 15-17 diputados, apenas 4 más de los que obtuvo en 2011 ICV (9.8% de los votos). La candidatura que promocionó la marca Podemos en Cataluña sólo habría pagado 2.6 puntos respecto a los resultados de ICV, un dato que explica, por sí solo, de dónde procede el voto de CSQEP mayoritariamente.
El PSC, con el 10.3% de los votos (-4 puntos respecto a 2012), sería cuarta fuerza con entre 13-14 asientos, un resultado nefasto si se tiene en cuenta su trayectoria como partido de oposición alternativo a CiU. El PP, con el 7.9% e los votos, pierde también 5 puntos de intención de voto respecto a 2012 y paas de 19 a una horquilla de entre 10-11 diputados. Por su parte, la CUP casi duplica su representación en porcentaje de voto y escaños (de 3 a 7-8) mientras que Unió, con el 2.4% de los votos, obtendría entre 0-2 diputados.
En términos de voto directo, el 37% del electorado no declara su voto y se decanta por la abstención (1.5%), el voto en blanco (3.6%), la indecisión (24.1%) o la preferencia por no responder (7.8%). Entre los que sí lo hacen, el 32.4% asegura que votará por la candidatura soberanista, con un 9.% que lo hará por C’s y un 5.9% que lo hará por CSQEP.
El 5.8% votará por la CUP y el 5% por el PSC. Unió desbanca al PP como el partido con menor movilización: el 1% señala que apoyará la lista que lidera Ramón Espadaler y el 2.8% mantiene que apoyará la candidatura que encabeza Xavier García-Albiol.
Estas elecciones son distintas a las celebradas en Cataluña hasta el momento por dos motivos fundamentales: por el planteamiento de las mismas (con la pugna entre los que quieren que sean unos comicios plebiscitarios y los que señalan que son unas elecciones autonómicas más) y por la disposición de los partidos (y la conformación de candidaturas que rompen con el habitual eje izquierda/derecha para incluir también un eje identitario). De ahí que resulte interesane comprobar el grado de fidelidad de los votantes y las transferencias de votos que se habrían producido y que arrojan datos tan interesantes como que el 43.8% de los votantes del PSC y el 42.3% de los ICV no señalan el sentido de su voto el próximo 27-S.
Los partidos que mayor grado de fidelidad mantiene en sus votantes son ERC (el 71% votará por Junts pel Sí) y C’s (el 71% repetirá el sentido de su voto). Le siguen CiU (el 67% votará por Junts pel sí) y la CuP (el 63.6% dará su confianza de nuevo por la CUP). Los detalles:
- El PP sólo amarra el 37.8% del voto de sus electores, con un 37.8% que asegura que cambiará su voto (de ellos, el 37.8% votará por C’s).
- En CiU, el 67% votará por Junts pel sí y el 9.2% cambiará de voto (4.3% lo hará por C’s).
- En ERC,el 71% se decantará por Junts pel sí, con un 13.6% que no votará eso (el 7.2% confiará en la CUP).
- El PSC sólo conserva a 3 de cada 10 votantes. El resto se decanta por la indefinición (43.8%) y por el cambio (25.8%, con un 10.5% que votará C’s y un 8.6% quie lo hará por CSQEP).
- A ICV le pasa algo similar: Sólo el 36.5% votará por QSQEP, el 42.3% no se decanta por nadie y el 21.1% cambiará su voto (el 7.7% se irá a Junts pel sí).
- El 71.1% de los votantes de C’s repetirá su voto, con un 21.1% que no se pronuncia y un 7.8% que tiene decidido cambiarlo (se reparten en un 2.6% entre el PP, PSC y CSQEP).
- En las CUP, el 63.6% repetirá su voto, con un 21.2% que cambiará (21.2% a Junts pel sí).
Así, si se mira de dónde procede el voto de las dos fuerzas novedosas que concurren a las urnas en estos comicios, se ve que Junts pel sí se compone de votantes de ERC (41.9%), de CiU (38.6%) y de la CUP (12.5%). La lista de CSQEP logra apoyo entre los votantes de ICV (69.5%), PSC (16.3%) y del resto de formaciones (en un 14%).
Si hablamos de liderazgos, se da una paradoja interesante: La mayoría, el 20.1%, prefiere que Artur Mas encabece el futuro gobierno de la Generalitat (el segundo más mencionado, Oriol Junqueras, obtiene el 8% del porcentaje) pero Mas es el cuarto líder en términos de valoración (con el 4.6 de puntuación). Por encima de él se encuentran Romeva (6.1 aunque sólo el 55.1% le identificad), Junqueras (5.4 con un 98% de conocimiento) y Baños, el candidato de las CUP que logra una puntuación del 5.3 aunque el 67% de los votantes no le conoce.
Mas abre la veda para los suspensos. Así, Rabell logra un 4.5 de valoración (y es sólo conocido por el 36.5% de los votantes); Espadaler recibe un 4.3 (con un 75% del electorado que sí le conoce); Iceta se queda en el 3.9 (con un 25% de desconocimiento entre los votantes); Arrimadas logra el 3.4 (aunque es una desconocida para 6 de cada 10 votantes); y Albiol consigue el 2.5 (siendo también uno de los candidatos más conocidos).
A pesar de los intentos del Gobierno, del PP, del PSOE y del resto de fuerzas constitucionalistas en plantear el 27S como unas elecciones más, lo cierto es que planea el carácter plebiscitario de unos comicios que, en función de sus resultados, puede motivar la Declaración unilateral de Independencia (DUI) de Cataluña. Por eso resulta interesante recapitular los porcentajes de voto que obtendrían cada posición: El 44.8% de los votantes apoyaría la independencia (votos de Junst Pel Sí y la CUP); el 38.1% votaría en contra (votos de C’s, PSC y PP) y el 14.8% apoyaría a los partidos que llaman a convocar una consulta legal sobre el encaje de Cataluña en España (votos de CSQEP y Unió).
Sea como fuere el 78.6% de los votantes consideran que las elecciones del 27S son muy (50.8%) o bastante (27.8%) importantes frente al 21% que cree que son poco (11.9%) o nada (9.1%) importantes. Si nos fijamos en el eje independentismo/no independentismo, la importancia de las elecciones es altísima para los primeros (97.1%) y es poco importante para el resto (31.1%). Aun así, la movilización de este segundo grupo es alta: el 10.4% asegura que acudirá a votar frente al 92.6% de los independentistas que asegura que lo hará.
En cuanto a los requisitos necesarios para justificar la DUI, los datos parecen claro: Sólo el 12.4% cree que es suficiente que haya un 50% de los escaños a favor de los partidos independentistas aunque eso no implique el 50% de los votos. El 46.3% pide que haya 50% de votos y escaños y el 31.1% no cree que en ningún caso se deba aprobar la DUI. En este grupo se ubican mayoritariamente los votantes del PP (77.3%), de C’s (82.9%) y del PSC (60%). En la primera posición, la de aprobar la DUI a pesar de no tener el 50% de los votos se posiciona el 24.7% de los votantes de Junts pel Sí (el 65% opta por el 50% de votos y de escaños), el 17.4% de los de la CUP (el 78.3% se posicionan en la segunda opción) y el 6.4% de los de CSQEP (que tiene un 42.6% que descarta esa posibilidad en todos los casos)
El 63.3% asegura que acudirá a votar teniendo en cuenta el posicionamiento nacional (frente al 27.9% que tendrá en cuenta el eje ideológico), aunque el 54.9% lo hará pensando que lo que se decide en las urnas es la formación de un gobierno estable (frente al 40.9% que tendrá en cuenta la independencia).
En cuanto a las posibles salidas a la situación actual, el 43.9% preferiría que el conflicto acabara con una negociación con España para que Cataluña tuviera más autogobierno; el 38.6% cree que la salida es la independencia y el 13.4% reclama el abandono del proceso tras los resultados de las urnas.
Sigma Dos: Junts y la CUP suman el 46% de los votos y hasta 74 escaños
Un resultado muy parecido, en grandes líneas, al anterior es el que arroja el sondeo de Sigma Dos para El Mundo, que coincide en el orden en el que quedarían los grupos en el nuevo Parlament y en los porcentajes de voot, con una notable excepción: C’s. A pesar de ser segunda fuerza, la diferencia de votos, respecto a lo que plantea el GESOP, es sumamente llamativa.
Junts pel Sí sería la fuerza más votada, con el 39.4% de los votos y entre 62-65 diputados, apenas medio punto más que el porcentaje de voto que le otorga el GESOP y -4.6 puntos respecto a la suma de votos que obtuvieron CiU y ERC en las elecciones de 2012 (y entre 6 y 9 escaños menos que la suma de ambos en esos comicios):
Sigma Dos, a partir de 1400 entrevistas realizadas entre los días 31 de agosto y 3 de septiembre, también sitúa a C’s como segunda fuerza con el 12.7% de los votos (+5.2 puntos respecto a 2012 pero -7.2 puntos en relación a la estimación del GESOP). Muy cerca quedaría la candidatura en la que está inmersa Podemos Cataluña: Catalunya Sí Que es Pot, con el 12.4%de los votos, habría logrado una implantación muy parecida a la de C’s y +2.6 puntos respecto al resultado de ICV en 2012. Sorprendentemente, logra el mismo porcentaje de voto que el que le atribuye también el GESOP.
Sí hay más diferencias en la estimación del voto que lograrían los cuatro partidos que podrían conformar el arco parlamentario catalán. Con el 11.1% de los votos y entre 14 y 15 diputados, el PSC se confirma como cuarta fuerza política,-3.2 puntos respecto a 2012. El PP, con el 9.8% de los apoyos, conseguiría 13 diputados de los 19 que tiene en la actualidad. Por su parte, la CUP obtendriá el 6.7% de los votos (+3.2 respecto a 2011), triplicando su representación. Unió, con el 3.8% de los votos, entraría con facilidad con 3 asientos.
Sigma Dos desglosa el resultado de sus sondeos por provincias, y tenemos algunos movimientos que hacen pensar en la modificación del sentido del voto respecto a los partidos tradicionales (ICV, ERC y CiU) pero no en tanto al análisis de fondo en cuanto al comportamiento electoral de esos partidos. Así, Junts pel sí es la fuerza más votada en todas las provincias, con mención especial al 57-58% que conseguiría en Girona y al 56-57% de Lleida. Barcelona, con entreel 35-36% de los votos, es la provincia donde menor apoyo registra, aunque comparativamente logre mayor número de escaños por el factor población:
En el caso de C’s, vemos que es la segunda fuerza en Barcelona (donde empata al 14-15% y 12-13 diputados con CSQEP) y en Lleida (donde empata con la CUP al 8.9% de los votos). C’s es prácticamente irrelevante en Girona,aunque sí logra un diputado en esa provincia, y medianamente relevante en Tarragona, donde empata con el PP en representación (10-11% de los votos y 2 diputados cada uno).
CSQEP empata con C’s en Barcelona (14-15% de los votos y 12-13 escaños) y es segunda fuerza en Girona con entre 9-10% de los votos y 1-2 diputados. El PSC, por su parte, aguante en Tarragona, siendo segunda fuerza con el 12-13% de los votos (y hasta 3 diputados); en Barcelona consigue el 11-12% de los votos (dato que seguramente obtenga del cinturón rojo, dado el resultado que logró el PSC en las municipales) y tanto en Girona como Lleida consigue el 7-8% de los votos y un diputado por cada provincia.
El PP, por su parte, no sólo supera el 10% en Barcelona (9 diputados) y Tarragona (2) mientras que la CUP es segunda fuerza en Lleida; en Tarragona logra un porcentaje del 7-8% mientras que en Barcelona se quedaría en el 6-7%. Unió, por último, sólo lograría representación en Barcelona.
Sigma Dos pregunta también por el ambiente con el que los catalanes acudirán a votar. El 50.4% considera que las del 27S serán unas elecciones plebiscitarias frente al 25.9% que estima que no lo son. Entre los que se posicionan en el primer grupo encontramos a los votantes de CiU (66.5%), ERC (79.3%), ICV (52.9%) y a los de otros (presumiblemente, de la CUP). En el segundo grupo, el que considera que son unas elecciones autonómicas más, estñan los votantes del PP (46.1%, con 4 de cada 10 que estiman que sí lo son), del PSC (38.4%, casi el mismo porcentaje de quienes creen que lo son) y de C0s (40.2%, +7 puntos respecto a los que creen que son plebiscitarias). La primera conclusión, por lo tanto, es que el discurso de Mas y de la candidatura que encabeza Raül Romeva ha conseguido el objetivo de situarla como una consulta distinta a las anteriores:
Si se pregunta si el votante es partidario de la independenica, el 44.4% responde de forma afirmativa (66.3% de votantes de CiU y 87.2% de los de ERC) frente al 46.2% que se declara no independentista (86.4% de electores del PSC, 90.9% de los del PP, 97.2% de los de C’s y 58.6% de los de ICV).
En cuanto a lo que pasaría con la economía catalana si se consiguiera la independencia, el 38.4% estima que mejoraría (algo que comparte el56% del votante de CIU y el 72.5% del de ERC, así como el 74.3% de los que se declaran independentistas). El 35.1% cree que la economía empeoraría (59.7% de votantes de PSC, 83.3% de los del PP, 87.5% de los de C’s y el 67.5% de no independentistas):
Sobre cómo se percibe la situación económica catalana, el 27.6% la define como buena (5.1%) o muy buena (22.5%, alg que comparte el 34.5% de los votantes de ERC). El 36.9% cree que marcha regular (36.3% de votantes de CIU, 39.4% de los del PSC, 61.1% de los de ICV y el 39.1% de los votantes de otros partidos) y el 33.4% cree que va mal (20.1%) o muy mal (13.4, porcentaje que se dispara al 33.1% entre los votantes del PP y al 34.1% entre los de C’s).