Quedan unos días para que las urnas confirmen o no si los catalanes se muestran partidarios a iniciar el proceso que desemboque en la independencia de Cataluña respecto al conjunto del Estado español. Desde hace meses, la lista unitaria a favor de la independencia insiste en situar estos comicios como una cita plebiscitaria que muestre la opinión de los catalanes respecto al statu quo actual, una cita que los partidos constitucionalistas insisten en plantear como unos comicios autonómicos más. En función del resultado, veremos qué estrategia electoral ha triunfado o no.
Por el momento, los sondeos indican que Junts pel Sí está muy cerca de conseguir su objetivo: Conseguir la mayoría absoluta en escaños, aunque quedaría lejos de la mayoría absoluta en número de votos. Aunque los estudios de los últimos días confirman que la campaña está sirviendo para movilizar precisamente a los votantes partidarios de la lista en la que está integrada Convergència y ERC, además de las entidades civiles ANC y Omnium Cultural, el barómetro preelectoral del CIS todavía planteaba diferencias susceptibles de ser corregidas durante la campaña electoral.
De acuerdo con los datos del CIS, a partir de 2999 entrevistas realizadas entreel 30 de agosto y el 4 de septiembre, volvemos a tener un Parlamento muy fragmentado, con hasta siete fuerzas políticas. Sí hay cambios en torno a los protagonistas del cambio, dado el cambio operado en el último año en torno al sistema de partidos catalán, con la unión de distintas fuerzas y la cristalización de nuevos proyectos [Junts pel Sí y Catlaunya Sí que es Pot].
Así, Junts pel sí lograría el 38.1% de los votos y entre 60-61 diputados, a 7-8 asientos de la mayoría absoluta que se han fijado como objetivo para iniciar el proceso de independencia de Cataluña respecto a España el próximo 28 de septiembre. Si tenemos en cuenta los resultados que en 2012 lograron CiU y ERC, y aun teniendo en cuenta que parte del voto de CiU corresponde a Unió, la lista pierde 5.9 puntos en intención de voto respecto al resultado que lograron estos dos partidos, aunque pierden hasta 10 escaños respecto a la suma de ambos en los anteriores comicios. Aun así, y a pesar del resultado, a la lista unitaria le faltan asientos para poder iniciar el proceso desde la legitimidad de la representación real. Sin embargo, estos diputados podría aportarlo la CUP: con el 5.9% de los votos (+2.5 puntos respecto a las elecciones de 2012), lograría 8 asientos en el próximo Parlament:
Con el 31.4% de los votantes que se muestra indeciso (16.5%), que prefiere no responder (9.6%), o que se decanta por el voto en blanco (2.2%), la abstención (2.8%) o el voto en blanco (0.3%), C’s se situaría como segunda fuerza política con el 14.8% de los apoyos (+7.3 puntos en relación a su representación actual) y entre 19-20 diputados, duplicando con creces el resultado conseguido en 2012.
CSQEP se situaría como la tercera fuerza parlamentaria con el 13.9% de los apoyos y 18-19 escaños; si tenemos en cuenta que en esta lista está integrada ICV, vemos que recoge +4.1 puntos respecto al resultado que Joan Herrera consiguió en 2012 pasando de 13 a 18-19 diputados. En el caso de Cataluña, por lo tanto, la marca Podemos sólo aportaría 6-7 escaños, una dinámica peculiar que no se repite en otras CCAA del país, como se confirmó en las pasadas elecciones autonómicas.
Estos comicios supondrán una prueba para el PP y para el PSC, que pasan por ser las marcas de los partidos estatales en Cataluña. Los resultados no auguran un futuro positivo. El PSC, que esquivó la bala de la irrelevancia en las elecciones municipales (a pesar del mal resultado conseguido en el Ayuntamiento de Barcelona), pasaría del 14.3% de los votos a un 12.2% y de 20 a un máximo de 17 asientos. Por su parte, el PP de Xavier García-Albiol sería quinta fuerza parlamentaria con el 9.4% de los sufragios (-3.5 en relación a 2012) y obtendría entre 12-13 diputados. Unió quedaría fuera del Parlament con el 1.5% de los apoyos, un golpe durísimo para las expectativas de Josep Antoni Duran i Lleida y su hombre en Cataluña, Ramón Espadaler.
El 58.3% de los catalanes opina que el 27S, la lista de Junts pel Sí ganará las elecciones, aunque este porcentaje cae al 36.5% cuando se pregunta si prefiere que ésta sea la lista ganadora. En términos de voto directo, se confirma la enorme movilización del electorado de Junts pel Sí en relación a los votantes del resto de partidos: El 32.2% aseguraba que ya tiene el voto decidido para dar su apoyo a la lista que encabeza Raül Romeva frentea al 8.8%de los votantes de C’s que se manifestaba en ese sentido o el 8.6% de los de QSQEP. El PSC sólo moviliza al 7.4% del electorado y la CUP, con el 5.6%, recihe más voto decidido que el PP (una circunstancia habitual debido al voto oculto que tradicionalmente registran los ‘populares’).
Algo parecido ocurre cuando se pregunta por la simpatía que proyecta cada formación política. El 32.2% asegura sentir simpatía por Junts pel Sí (el voto y la simpatía suman el 37%), con un mejor dato en los partidos percibidos a la izquierda: CSQEP recibe el 11.5% de simpatía (10.9% si se le suma también el recuerdo de voto de ICV) y el PSC logra el 11.3% (9.8% si se le suma el recuerdo de voto). C’s obtiene el 8.1% (10.4% con el recuerdo de voto) y la CUP el 7.6% (6.3% con el recuerdo de voto). El PP, con el 3.8% (4.5% con el recuerdo de voto) y Unió, con el 1.3%, cierran la lista.
Si nos fijamos en las circunscripciones, se confirma que el problema de Junts pel Sí se encuentra en Barcelona (que reparte 85 escaños, de los que esta lista sólo recoge 32-33) y, en mucha menor medida, en Tarragona, donde recoge 8 de los 18 asientos en disputa y en donde se beneficia de la enorme fragmentación del voto respecto al resto de formaciones. Son estas provincias, por cierto, en las que las marcas de C’s y CSQEP logran mejores resultados.
- En Barcelona, Junts pel Sí logra el 35.1% de los votos y entre 32-33 escaños; la intención directa de voto es del 29.4%. CSQEP se sitúa como segunda fuerza en esta provincia, con el 16% de los votos (14-15 diputados) y donde registra una movilización del 9.8% del electorado. C’s, con el 15.2% de los votos, sería la tercera opción (13-14 asientos), con más del 9% de su electorado ya movilizado antes del arranque de la campaña electoral. El PSC obtendría el 13.1% de los votos y 12 diputados (en buena medida por el arrastre de sus resultados en las municipales fuera del consistorio condal) y el PP conseguiría el 9.2% de los votos (y 8 de los 12-13 diputados que le atribuye finalmente el CIS). La CUP se haría con el 6% de los votos y 5 de sus 8 escaños. En esta provincia, casi el 50% del electorado se muestra indeciso (31.6%) o prefiere no responder qué votaría (16.5%).
- En Girona, Junts pel Sí conseguiría el resultado más abrumador: la lista se haría con el 52% de los votos y 10 de los 17 diputados en juego. También es la provincia con mayor movilización de su electorado potencial (45.9% asegura que ya tiene el voto decidido a esta formación). C’s aparece como la segunda opción con el 11.2% de los votos y 2 escaños (6.5% de voto decidido), con el PSC como tercer partido (10% de los votos, 1-2 escaños y 5.8% de voto decidido). El PP se queda cerca con el 9.9% de los apoyos (1-2 escaños, con el 3.9% de voto decidido) y CSQES se quedariá en el 6.9% (1 escaño). La CUP, con el 5.3% de los apoyos, obtendría 1 diputado (y es el partido con mayor porcentaje de voto decidido: casi 3 puntos más de la estimación del CIS, por lo que habrá que tener en cuenta este detalle la noche del 27S). El 38.9% se decante por el no sé (25.6%) y el no contesta (13.3%).
- Lleida es otro de los feudos de Junts pel sí: lograría el 53.5% de los votos y 10 diputados (con un voto decidido del 44%). Le sigue C’s, con el 9.9% de los votos y un escaño, seguido del PSC con el 9%. El PP, con el 8% de los votos, lograría un diputado, los mismos que la CUP, con el 7% de los apoyos. Lleida es la provincia en la que CSQEP conseguiría peor resultado: un 5.3% le votaría, lo que supondría un escaño. Merece la pena destacar la dificultad de conseguir representación en esta provincia (por lo que la fragmentación se penaliza) y que el 47.6% de los votantes no tiene decidido su voto: El 32.6% se muestra indeciso y el 15% prefiere no responder.
- Tarragona pasa por ser la provincia en la que las fuerzas emergentes (C’s y CQESP) lograrían mejor resultado. Junts pel Sí lograría el 39.2% de los votos y 8 diputados (con un 35% de su electorado que ya tiene decidido el voto). Le siguen C’s, con el 17.8% de los apoyos y 3 diputados, el PP, con el 11.5% y 2 escaños, y CSQEP, con el 10.2% de los votos y 2 diputados. El PSC obtendría en 9.3% y 2 diputados mientras que la CUP se enfrenta a la provincia catalana donde tiene menor apoyo: 4.6% de los votos (aunque lograría 1 escaño). Tarragona es la provincia donde se registra un mayor porcentaje de indecisos (34.4%), con un 14.9% que prefiere no responder a qué partido votaría.
En cuanto a los liderazgos, sólo Junqueras supera el aprobado. Conviene destacar que ninguno de los nombres por los que se pregunta al electorado supera el aprobado (mencionar que Luis Rabell es el candidato que encabeza la lista de CSQEP, aunque el CIS prefiere preguntar por Joan Coscubiela). El dirigente de ICV es el mejor valoración recibe, con un 4.7 de valoración, seguido del 4.6 de Mas y del 4.5 de Anna Gabriel i Sabaté. Inés Arrimadas, la gran desconocida para el 69.7% del electorado, sólo se ve superada en su peor valoración por Xavier García Albiol, que logra un 2.3 de puntuación:
El 77.5% asegura que acudirá a votar el próximo 27-S y el 70.4% aseguraba tener ya el voto decidido. El 67% mostraba mucho (29.8%) o bastante (37.2%) interés por estas elecciones frente al 32.6% que aseguraba asistir con poco o ningún interés. Por su parte, el 67.5% mantenía que tendrá en cuenta los temas propios de Cataluña a la hora de acudir a las urnas.
Ambiente socioeconómico de Cataluña
El 30.7% define la situación económica de Cataluña como mala (19.6%) o muy mala (11.1%), con un 44.3% que la define como regular. Recordemos que, en el último barómetro del CIS publicado, el 67% de los españoles describía la situación económica del país en términos negativos (+36.3 puntos respecto a lo que opinan los catalanes). El 36% cree que las cosas marchan igual que hace un año, con un 39.7% que opina que van peor.
En cuanto a la gestión del Govern de Artur Mas, el 34.8% opina que ha sido mala (18.6%) o muy mala (16.2%), con un 37.3% que considera que ha sido regular [en el conjunto del país, el 59.9% de los votantes definía en sentido negativo la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy). En cuanto a la gestión de Mas, el 41.6% la describe como mala (20.1%) o muy mala (21.5%), con un 25.3% opta por definirla como regular.
Aunque la relación de Cataluña con el conjunto del Estado marque la campaña electoral, el paro sigue siendo el principal asunto de preocupación para el electorado (50.2%). Le siguen la independencia (13.9%), la financiación autonómica (12.5%) y la corrupción y el fraude (12.4%), un asunto que en el conjunto del país ocupa la segunda plaza tras la preocupación por el paro:
Debate identitario
Cataluña, como una de las naciones históricas reconocidas por la CE, muestra singularidades que se perciben, por ejemplo, a la hora de definir las preferencias sobre el modelo de Estado. Si en el conjunto del país, la fórmula autonómica goza de predicamento entre los votantes, en Cataluña se muestra una clara preferencia por la fórmula federal y por la posibilidad de que las CCAA puedan declararse independientes. Así, el 46.1% se decanta por esta posibilidad (+37.4 puntos respecto a la media nacional recogida en el último barómetro del CIS), con un 27.8% que pide ampliar el marco competencial (+13.2 puntos) respecto a esa media:
La opción autonómica es la favorita para el 9.7% del electorado (-28.5 en relación a la media nacional), con un 13.2% que apuesta por la opción recentralizadora: El 8.3% apuesta por el Estado unitario y el 4.9% por rebajar el grado competencial de las CCAA.
El 42.1% de los catalanes asegura sentirse tan catalán como español, con un 5.3% que dice sentirse sólo español y un 4.4% que señala que es más español que catalán. El 25.1% se decanta por definirse como más catalán que español y el 21.6% mantiene que es más catalán que español [en este punto, conviene fijarse, por ejemplo, en los datos que arroja la última Egopa, con un 1.8% de los andaluces que se sentían exclusivamente como pertenecientes a esta comunidad].
Otro dato a tener en cuenta desactiva ciertos discusos en torno al maltrato del castellano en Cataluña: El 49.2% mantiene que el castellano es su lengua materna frente al 43.5% que menciona el catalán:
Por otra parte, el 56.7% señala no sentirse como nacionalista catalán.
Pingback: Sondeos: Junts pel Sí, cerca de la mayoría absoluta de escaños (I) | La última en llegar
Pingback: 27-S: Madrid le hace la campaña al independentismo | La última en llegar
Pingback: Sondeos: Junts pel Sí, cerca de la mayoría absoluta de escaños (II) | La última en llegar
Pingback: CIS: Datos que confirman el problema en torno al modelo de Estado | La última en llegar
Pingback: Diada 2017: Fortaleza del independentismo ante el 1 de octubre | La última en llegar
Pingback: El CIS sitúa a C’s como primera fuerza en votos y en competición con ERC en escaños | La última en llegar