El barómetro del CIS correspondiente al mes de octubre confirma la tendencia registrada por otros estudios demoscópicos: C’s sobrepasa a Podemos como el tercer partido en intención de voo, mientras sigue una progresión ascendente. A diferencia de otras empresas, el CIS todavía sitúa a C’s lejos de los dos partidos que han protagonizado el sistema político español, por lo que, con correcciones, tenemos un escenario de bipartidismo cada vez más imperfecto con casi un 40% de votantes en el aire.
De acuerdo a los datos recogidos en 2493 entrevistas realizadas entre los días 1 y 12 de octubre, el PP ganaría las elecciones con el 29.1% de los votos, -15.5 puntos respecto al resultado conesguido en 2011 y casi un punto más respecto al barómetro correspondiente al mes de julio. El PSOE, por su parte, sería la segunda opción con un 25.3% de los votos, -3.4 puntos en relación a su representación actual y casi medio punto respecto al estudio publicado en verano. Si se observa la serie de este año, análisis que se pueden consultar en este mismo blog, vemos que los socialistas han ido creciendo progresivamente en intención de voto respecto a hace un año (23.9%), aunque este ascenso es muy lento: en un año, sólo han ganado un punto en intención de voto.
Como apuntábamos al comienzo, se ha producido un cambio en las expectativas de voto de los partidos emergentes. Podemos cae a la cuarta plaza, con un 10.8% de intención de voto, -13.1 puntos respecto al barómetro correspondiente al mes de enero, cuando el CIS le otorgaba una intención de voto del 23.9%, por delante del PSOE. Si nos remontamos a los datos registrados en abril, en la antesala de las elecciones municipales y autonómicas, vemos que Podemos ha perdido 5.7 puntos, 4.9 si lo comparamos con el estudio publicado durante el verano.
El cambio operado respecto a Podemos se traduce en un hecho evidente: las expectativas de voto de C’s han crecido exponencialmente desde hace un año. Hoy le votaría el 14.7% de los ciudadanos, +12.6 puntos respecto al barómetro publicado en noviembre de 2014. Si comparamos la serie de este año, C’s gana 3.6 puntos respecto al barómetro de julio aunque gana menos de un punto respecto al estudio publicado en abril, antes de las elecciones. Sea como fuere, parece que es el partido de moda, y eso que la fecha de recogida de datos coincidió con la resaca del buen resultado en Cataluña pero no a tiempo para recoger las opiniones en relación a la sobreexposición mediática de Albert Rivera en los medios, apariciones que, hasta ahora, pueden aportar elementos positivos a las expectativas del partido.
IU, con el 4.7% de los votos, gana un punto respecto al estudio publicado en agosto, y sería la quinta fuerza parlamentaria. Entre las cinco fuerzas aglutinarían al 85% del electorado.
En voto directo, el PSOE aparece como la primera fuerza para el 16.6% de los votantes, un dato al que se ha aferrado la dirección socialista para defender un sondeo que no le resulta favorable. Los socialistas reciben el 18% del voto de las mujeres, del 17.5% de los menores de 25 años y del 20% de los que tienen más de 55 años. El PP, con el 15%, aparece en segundo lugar, siendo el favorito entre los hombres y entre los mayores de 55 años [su apoyo no llega al 11% entre los votantes más jóvenes].
Por su parte, C’s recibe un 11% de voto directo, con 4 puntos de diferencia entre los hombres respecto a las mujeres y con una punta del 15.9% entre los votantes de 35-44 años. Podemos se queda en el 8.8%, un dato espectacular si se tiene en cuenta que, en enero, el voto declarado para esta formación era del 19.3%, +10.5 puntos respecto al dato que registra el último estudio del CIS. El apoyo entre las mujeres es 5 puntos inferior que el de los hombres y su grado de incidencia decae según los grupos de edad: Es alto entre los menores de 35 años pero cae estrepitosamente entre los mayores de 55. Y eso teniendo en cuenta que el 37.8% de los votantes se decante por el voto en blanco, (3%), nulo (0.2%), abstencionistas (9.7%), indecisos (22.2%) o prefieren no responder (2.7%).
En términos de recuerdo de voto, se percibe el tsunami por la aparición de nuevos partidos: PP y PSOE apenas reciben el 50% del voto del electorado que les apoyó en 2011, con IU en el 34.7%.C’s muerde en el 18.6% del electorado del PP, el 48.1% del de UPyD, eñ 12.5% de los nuevos votantes y el 10% de los abstencionistas. En el caso de Podemos, recibe el 10.3% del voto de ex votantes del PSOE, del 35.4% de los que apoyaron a IU, del 9.6% de nuevos votantes y del 8.2% de abstencionistas.
Si observamos la simpatía que registra cada partido, vemos que el 26.6% asegura no sentirse cerca de ninguno. El 19.3% menciona al PSOE, el 16.5% al PP y el 10.4% a C’s. Podemos registra la simpatía del 8.5% de los votantes e IU del 4.2%. En términos de recuerdo de voto, el PSOE recupera claramente la simpatía de los votantes que le dieron su confianza en 2011 (62.3% frente al 56.5% de voto decidido que vimos en los anteriores gráficos), con el PP en el 56.1% (también con cierta recuperación). Lo mismo sucede con IU (42.2%, aunque no por eso sus votantes le volverán a dar su confianza). C’s recibe claramente la simpatía de los nuevos votantes (15.4% frente al 9.6% que se acerca a Podemos), muy por detrás del 19.2% que ambos reciben en este segmento. Entre los abstencionistas, PSOE, Podemos y C’s empatan prácticamente en cuanto a la simpatía que generan sus siglas:
En términos de simpatía, se empieza a repetir algunas variables: El PP despierta simpatía entre los hombres (+1.5 punto de diferencia respecto a las mujeres ) y entre los votantes más veteranos, donde llega al 28.6% entre los mayores de 65 años. El PSOE gusta también a este segmento de edad, aunque muerde también entre los jóvenes (16.5% frente al 6.8% que siente simpatía por el PP) y a las mujeres: +2.4 puntos de diferencia. Podemos cae mejor a los hombres (casi 3 puntos de diferencia) y a los jóvenes, algo que se repite también en relación a C’s, que está comenzando a atraer a los menores de 35 años.
Si sumamos voto y simpatía, tenemos al PSOE en el primer lugar, con el 20.5% de los apoyos, seguidod el PP, con el 18.1%, y a C’s con el 12.6%. Podemos recibe un 10.2% e IU un 3.8%. Según el recuerdo de voto, 6 de cada 10 votantes del PP volverá a dar su confianza a la lista que liderará Rajoy el 20D (15.4% de nuevos votantes y 7% de abstencionistas en 2011); en el caso del PSOE, el apoyo entre los suyos sube al 66.1% (además del 20% de nuevos votantes y 11.6% de abstencionistas) mientras que IU sólo convence a 4 de 10 votantes que le otorgaron su confianza en 2011. Podemos recibe la simpatía del 12% del electorado del PSOE, del 39.5% del de IU , del 11.5% del de UPyD, además del 11.5% de nuevos votantes y 10.3% de los que se abstuvieron en 2011. C’s recibe su apoyo del 52% de votantes de UPyD, del 20.6% de votantes del PP, del 14.4% de los nuevos electores y del 11.3% de abstencionistas:
Como hemos señalado en otros momentos, es importante fijarse en estos datos para poder vislumbrar la capacidad de cada partido en relación a su techo electoral. También es importante fijarse en el grado de rechazo que genera cada sigla, con datos claros: PP y Podemos generan el mismo porcentaje de rechazo (el 52.1% asegura que nunca votaría por sus siglas), y le sigue IU (50.9%). C’s (40.2%) y PSOE (36.1%) son los partidos que menos grado de rechazo reciben.
Si observamos la variable demográfica, el PP genera menos rechazo entre los hombres (una media del 2.68 entre los hombres frente al 2.56 de las mujeres, lejos del 3.85 de probabilidades de voto a estas siglas entre los mayores de 65 años). En el caso del PSOE, recibe mejor dato entre las mujeres (3.38 frente al 3.11 entre los hombres de media) y entre los más jóvenes (3.57 entre los menores de 25 años) y mayores de 45 años (entre 3.20 y 3.90 de media). Podemos recibe mejores datos entre los hombres (2.36 frente a 1.99 de media entre las mujeres) y entre los menores de 54 años (con un 3.41 entre los menores de 25). C’s también recibe mejor valoración entre los hombres (2.96 frente al 2.79 de media de las mujeres) y en todos los grupos de edad menos entre los de 25-34 años y mayores de 65 años.
Desde el punto de vista ideológico, vuelve a resultar interesante comparar la percepción que de sí mismos tienen los votantes y la de las siglas que mejor los representa. Así, los ciudadanos en general sitúan al PP en el 8.21 en el eje izquierda/derecha. Sin embargo, sus votantes se sitúan en el 6.59 mientras que los votantes del PP fijan a su partido en el 7.63 (mucho más escorado a la derecha de lo que ellos se sienten. Los ciudadanos sitúan a C’s en el 6.38: por encima de esa media le llevan los votantes de IU (7.14), mientras que los del PP (5.82), UPYD (6.18) y PSOE por poco (6.37) le sitúan por debajo del eje.
Los ciudadanos ubican al PSOE en el 4.40: sus votantes se escoran mucho más a la izquierda (3.69) aunque sus votantes siguen llevando a su partido más a la izquierda (4.17) que el conjunto del electorado. En el caso de IU, sus votantes se sitúan en el 2.85, más a la derecha de lo que sus votantes sitúan al partido (2.71) y lejos del punto 2.57 que es donde le sitúan los votantes. Por último, hablamos de Podemos, uno de los partidos que se perciben más escorados a la izquierda: 2.25. Más allá de este eje le sitúan los ovtantes del PP (1.58) y de UPYD (1.98). Los del PSOE le sitúan en el 2.30 y los de IU en el 2.39.
En cuanto a la valoración de los liderazgos, el CIS vuelve a preguntar por los responsables de los partidos con representación parlamentaria (por ello no se incluye a Pablo Iglesias ni a Albert Rivera en la lista). Así, Pedro Sánchez es el líder nacional mejor valorado, con 3.84 puntos, sólo por detrás de Uxue Barkos (4.20); entre las mujeres roza el 4 (frente al 3.69 de los hombres) y es peor valorado entre los que tienen 25-44 años. Supera el 4 entre los jóvenes y entre los de 55-64 años. Cayo Lara recibe un 3.53 de puntuación con Mariano Rajoy cerrando este grupo con un 2.82 de valoración: Mejor puntuación entre los hombres y entre el electorado más mayor.
Si nos fijamos en la gestión del Gobierno y del princpal partido de la oposición, tampoco hay dudas. El 30% califica de regular la gestión del Ejecutivo de Rajoy, con un 57.6% que cree que su acción ha sido mala (27%) o muy mala (30.6%). En el caso de Pedro Sánchez como líder del PSOE, el 36.1% califica su gestión de regular, con un 51.8% que mantiene que su trabajo es malo (33.9%) o muy malo (17.9%). De ahí que 82.5% tenga poca (28.6%) o ninguna (53.9%) confianza en Rajoy, porcentaje que llega al 77.1% en el caso de Sánchez (-2 puntos entre las mujeres): El 41.6% tiene poca confianza en él y el 35.5% ninguna.
Tampoco el gabinete de Rajoy se salva de las malas opiniones ciudadanos. Todos los ministros suspenden en sus valoraciones. La mejor situada vuelve a ser la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría (3.60), seguido de José Manuel García Margallo (3.52) y Alonso Alonso y Ana Pastor, que empatan en 3.21 puntos. Los peor valorados vuleven a ser Cristóbal Montoro (2.28), José Manuel Soria (2.53) e Iñigo Méndez de Vigo (2.52).
Ambiente socioeconómico
El 64.6% de los votantes describe la situación económica del país como mala (38.5%) o muy mala (26.1%), -1 punto respecto al barómetro publicado hace un mes. Llama la atención la diferencia entre sexos en esta percepción: el 58.9% de los hombres describen la sitaución en sentido negativo frente al 69.8% de las mujeres El 52.7% estima que es igual que hace un año, con un 24.2% que cree que es peor y un 21.6% que mantiene que es mejor (38.1% de votantes del PP y 25.1% de hombres frente al 18.2% de las mujeres). De cara al futuro, el 42.4% piensa que seguirá igual, con un 14% que estima que será peor y un 26.6% que se muestra optimista (40.5% de votantes del PP y casi 6 puntos de diferencia entre hombres y mujeres: 29.5% frente al 23.8%).
En cuanto a la situación política del país, el 70.4% considera que es mala (36.1%) o muy mala (34.3%), -1 punto en relación al estudio de octubre. El 59.6% mantiene que no ha habido cambios respecto a hace un año (22.6% de votantes del PP y 30.8% del PSOE), con un 29.6% que piensa que es peor y un 7% que estima que es mejor. El 40.2% sostiene que en un año las cosas seguirán igual, con un 16.9% que cree que será peor y un 20.4% que cree que será mejor. Parece, por lo tanto, que el electorado español no tiene ningún temor a los cambios que se avecinan en la distribución de fuerzas tras las elecciones generales.
No hay cambios respecto a la lista de problemas del país: El 79.1% señala el paro como el principal problema, medio punto más que hace un mes. Le sigue la corrupción y el fraude (39.4%, un porcentaje casi idéntico al recogido en el barómetro de octubre), los problemas económicos (24.7%. -0.6 puntos) y los políticos y los partidos políticos (21.5%, -0.2 puntos). La sanidad es mencionada por el 10.6% del electorado, junto a los problemas sociales (10.1%9 y la educación (8.7%). La inmigración vuelve a registrar un 6.5% (-1.2 puntos respecto a hace un mes) con la violencia contra las mujeres ocupando una plaza muy secundaria, con un 1.2% de los votos.
Si observamos los problemas que afectan más directamente, volvemos a ver cambios en cuanto a la percepción. El paro sigue ocupando la primera plaza, aunque el porcentaje cae al 43.1%. Le siguen los problemas económicos (23.7%), la corrupción y el fraude (11.6%) y la sanidad (9.7%) y la educación(8.4%), que mantienen un porcentaje similar al de la percepción de problema de país. Los políticos reciben un 7.9% de porcentaje, con la inmigración en el 2.5%.
En términos de recuerdo de voto, el paro es la principal preocupación para los votantes de todos los partidos políticos de implantación estatal (especialmente entre los del PSOE y UPYD, entre los que supera el 84%), con la corrupción y el fraude en segundo lugar con hasta 14.4 puntos de diferencia: El porcentaje llega al 53.8% entre los votantes de UPyD y al 43.1% entre los del PSOE. Los problemas económicos preocupan, sobre todo, a los votantes del PSOE (25.6%), que también se muestran receptivos a los problemas sociales (11%). La inmigración preocupa, sobre todo, al votante del PP (8.1%), que también se inclina por destacar a los políticos y los partidos (22%, sòlo por debajo del 25.2% de los votantes de IU).
Si atendemos a las variables demográficas, volvemos a tener una buena radiografía de país: El paro preocupa más a las mujeres (79.5%) que a los hombres y más a las franjas de edad situados entre los 35-64 años, donde llega a alcanzar el 85.3%. El porcentaje sobre la corrupción y el fraude supera los 8 puntos entre los hombres respecto a las mujeres y llega al 43.6% entre los que tienen entre 35-44 años. Los políticos y los partidos preocupan sobre todo a los hombres (25.5%) y entre los menores de 54 años (con un 27.2% entre los que tienen 25-34 años). De nuevo vemos diferencias de género en la preocupacipor la sanidad y educación entre hombres y mujeres: 7.2 puntos de diferencia en un caso y 5 puntos en el otro.
El Estado autonómico suma 3 puntos de apoyo
El Estado autonómico actual vuelve a cosechar un alto porcentaje de apoyo: el 38.3% respalda el modelo tal y como está diseñado en la actualidad, +3.2 puntos respecto a hace un mes. El 28.4% apuesta por recentralizar el Estado: el 18.5% apuesta por el Estado unitario y el 9.9% pide que el Estado recupere algunas competencias cedidas. En el lado contrario, el 25.2% apuesta por descentralizar aún más el Estado: el 16.4% reclama aumentar el marco competencial de las CCAA y el 8.8% apuesta por que las CCAA puedan declararse independientes.
En términos de recuerdo de voto, vemos cambios en todos los electorados: Los del PSOE vuelven a ser los que mayoritariamente apoyan el statu quo actual (46.4%), con un 23.8% que reclama una mayor descentralización. En sentido contrario, tenemos al 33% de los votantes del PP, que piden un Estado unitario, aunque todavía ganan los que se sienten cómodos en el sistema actual (38.8%). El 15.2% sí reclamaría una mayor recentralización. Por su parte, los de UPyD, que hace no muchos meses se posicionaban en las opciones más recentralizadoras hoy se sienten cómodos en el Estado autonómico (46.2%), con un 19.2% que pide descentralizar más. Los de IU son los que más proclives se muestran a la posibilidad de que las CCAA de declaren Estados independientes (13.6%).
Según la variable demográfica, se repite el mayor apoyo de las mujeres hacia el statu quo (41.9% frente al 34.4% de los hombres) mientras que los hombres se muestran más partidarios del cambio: Bien hacia las opciones recentralizadoras (32.2% frente al 24.8% de las mujeres) o hacia propuestas federalistas (27.8% frente al 22.9% de las mujeres). Lo mismo sucede según los grupos de edad: Los votantes más veteranos apuestan más por recentralizar que descentralizar, aunque el 36% apoya el Estado autonómico actual.
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