Hace unos meses, analizamos en este blog las expectativas de voto de los partidos entre abril de 2014 y 2015 partiendo de un supuesto: La apertura del juego electoral a nuevos partidos, un tsunami que entonces protagonizaba, sobre todo, Podemos. Hoy, este juego se ha abierto a otro competidor en las urnas, C’s, particulamente tocado por la ola ascendente tras sus resultados en Cataluña.
El CIS, como otros trabajos demoscópicos, confirmó que tenemos cuatro formaciones políticas que, según el último barómetro, concentrarán el 80% de la representación en el Congreso. Todo ello a falta de convencer a la enorme bolsa de votantes que o bien no tienen decidido el sentido de su voto o se inclina por opciones como el voto en blanco, nulo o la abstención.
Ya lo hemos escrito en otras ocasiones: Estamos, probablemente, a las puertas de la campaña electoral más decisiva de los últimos años. La indecisión de los votantes se combina con un cambio en las series históricas, algo que viene confirmado, por ejemplo, con la ruptura de dos principios que se han repetido desde la Transición: El partido más votado obtenía porcentajes de voto cercanos o superiores al 35% y el aumento del voto en el principal partido de la oposición coincidía con el desgaste del partido en el Gobierno.
Esta ruptura de lo que ha sido un comportamiento electoral de casi cuatro décadas invita al análisis de lo que los ciudadanos están respondiendo en los distintos estudios democóspicos. Hoy tiene más interés que hace cuatro años conocer las percepciones que los votantes tienen de cada formación, un trabajo que debe servir a los equipos de campaña para modular mensajes y propuestas dirigidos, precisamente, a incentivar el voto en esos nichos electorales.
Por este motivo, nosotros hemos consultado los datos demográficos del último barómetro del CIS y hemos extraído las siguientes conclusiones respecto a los cuatro partidos que tienen todas las opciones de liderar la política durante la próxima legilsatura atendiendo a cuatro datos divididos entre el voto directo, la simpatía y la suma de voto más simpatía. A partir del manejo de estas cifras extraemos las preferencias del voto según la edad del votante; la diferencia en la expectativa de voto entre hombres y mujeres; el voto según el núcleo de población en el que reside en votante; y la formación del votante tipo de cada partido político.
Brecha generacional también entre las aspiraciones de los viejos y los nuevos partidos
Lo hemos dicho en otras ocasiones: Uno de los grandes problemas que tiene el PP es su dependencia del voto de los electores más veteranos, con escasa capacidad de penetrar en otros grupos de votantes. Ya vimos este supuesto en el post de hace unos meses referido pero, según el último barómetro, tenemos la confirmación de los problemas para seducir a los menores de 55 años.
El PP es el segundo partido en voto directo: el 15% asegura que votará por sus siglas frente al 16.6% que se inclina por el PSOE. En el caso del PP, sólo es el primer partido en voto directo entre los mayores de 65 años, 26.9%, 18.8 puntos de diferencia respecto al núcleo de votantes menos incentivados a darle su voto, los ubicados entre los 25 y 34 años, donde el apoyo al PP se queda en el 8.1%. Los populares son la última opción entre los menores de 45 años, grupo de edad en el que sobrepasan a Podemos en voto directo: El 9.1% votará por Podemos frente al 11% que lo hará por el PP, situado por detrás de C’s (13.2%) y del PSOE (15.6%).
En términos de simpatía, el PP puede encontrar cierto alivio: Entre los que tienen 35-44 años es la tercera opción (12.4% frente al 10.8% de Podemos) y entre los menores de 45 años, entre los que ocupa la segunda posición (12.7% frente al 11.7% de simpatía que despierta C’s y el 19.9% del PSOE).Vuelve a ser la segunda opción para los que tienen 55-64 años (19.8% frente al 28% del PSOE) y ya es la formación que despierta más simpatía entre los mayores de 65 años (28.6% frente al 22.6% del PSOE o el 5.6% de C’s).
Podemos sigue la estela del PP pero en sentido inverso: El barómetro del CIS nos muestra que sigue teniendo capacidad de penetración entre los menores de 45 años pero su apoyo entre los votantes más veteranos se desploma hasta el 1.5% de voto directo entre los mayores de 65 años (recibe sólo el 2% en términos de simpatía entre este tipo de votante). El apoyo a Podemos es mayor entre los que tienen 25-34 años (16.9% de voto directo, 16.1% de simpatía y 19.2% en la suma de voto + simpatía) pero se hunde entre los más jóvenes, target en el que era la opción favorita hace unos meses.
El PSOE valoró los resultados del barómetro del CIS destacando, precisamente, los buenos datos en comparación con el resto de los partidos en voto declarado, simpatía y voto y simpatía. En términos globales, no le falta razón: El PSOE tiene capacidad de penetración entre los electores más veteranos (es primera opción entre los que tienen 45-54 años y 55-64) y también, sorpresa, entre los votantes más jóvenes: El 17.5% asegura que votará por sus siglas y un 16.5% asegura tener simpatía por lo que representa.
El apoyo por sus siglas cae entre el electorado de 25-44 años, donde el apoyo se queda en el 12.5% (16.9% a Podemos y 11.9% a C’s entre los que tienen 25-34 años y ) y 12.9% (15.9% para C’s y 11.6% para Podemos), con los datos de simpatía moviéndose por esos márgenes. Ahí está el electorado desencantado con la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero.
Por último, tenemos el ejemplo de C’s, cuyo apoyo es bajo entre los menores de 25 años pero que crece y se mantiene entre los mayores de 25 años. Vemos que el mayor grado de penetración lo tienen entre los que tienen 35-44 años (15.9%, donde es la primera opción en voto directo aunque no en simpatía -14.3% frente al 14.7% del PSOE-) y entre los que tienen 45-54 años: Es segunda opción, con el 13.2% en voto directo, por detrás del PSOE, algo que no ocurre si observamos la simpatía que despierta (11.7% frente al 19.9% del PSOE y 12.7% del PP).
Si establecemos la comparación entre nuevos y viejos partidos, C’s sale mejos parado que Podemos y estaría en disposición, en estos momentos, de atacar los nichos de votos de los partidos tradicionales, que siguen sin tener competencia entre los mayores de 55 años.
Brecha de género: El PSOE, favorito entre las mujeres
Volvemos a estar ante unas elecciones muy masculinizadas. Los cuatro cabezas de lista de los partidos con opciones de gobierno son hombres y las mujeres, en general, ocuparán un lugar destacado en las listas si atendemos a las listas cremallera. Sin embargo, no hay ninguna mujer, salvo Soraya Sáenz de Santamaría, que figure en las quinielas claramente como una opción fundamental en la formación del futuro gobierno.
Las mujeres constituyen la mitad del electorado. De ahí que resulte interesante también ver el grado de penetración de cada partido atendiendo al factor género, con sorpresas: Sólo el PSOE ocupa un lugar privilegiado entre las mujeres en los supuestos que estamos analizando. En voto directo, recibe un 18% entre las mujeres (+1.4 puntos respecto a la media y casi tres puntos más en relación al voto que recibe entre los hombres). En simpatía, el 20.5% de las mujeres dice sentirse cerca de los socialistas frente al 18.1% de los hombres que lo señalan. Así, en voto + simpatía obtiene un 22.5%, +4.2 puntos respecto a los hombres.
El partido que mayor apoyo de los hombres recibe es el PP: el 15.9% votará por sus siglas, -1.6 puntos respecto al apoyo que recibirá de las mujeres. Esta distancia se queda en 1.5 puntos cuando se habla de simpatía (17.3% entre los hombres y 15.8% entre las mujeres) y baja de un punto cuando sumamos voto + simpatía (18.6% frente al 17.5% de las mujeres, -5 puntos si lo comparamos con el porcentaje de voto que reciben los socialistas).
Las diferencias entre hombres y mujeres se acentúan cuando hablamos de los nuevos partidos. Los hombres se muestran más dispuestos a dar su confianza a Podemos y C’s. En el caso de la formación morada, hay 4.8 puntos de diferencia entre hombres y mujeres en voto directo, distancia que cae a 2.8 puntos cuando se habla de la simpatía que despierta sus siglas, por lo que la diferencia de ambos en voto + simpatía que se queda en 4.2 puntos.
Si observamos a C’s, ocurre algo parecido: Hay 4 puntos de diferencia en voto entre hombres y mujeres (13% frente al 9%), distancia que cae a 2.2 puntos en términos de simpatía y que se queda en 3.4 puntos cuando hablamos de voto + simpatía.
Brecha urbanística: Cambios en los grandes núcleos
En las elecciones municipales del pasado mes de mayo se confirmó una tendencia: Los nuevos partidos encontraron opciones de crecimiento claro en los núcleos urbanos más poblados. De manera directa, ahí se hundieron las expectativas de voto del PP y, sobre todo, del PSOE, que sí aguantó el avance de los nuevos partidos en las poblaciones más pequeñas y los núcleos urbanos menos poblados.
El barómetro del CIS de este mes de noviembre sigue apuntando a una brecha en las preferencias de los partidos entre las poblaciones de menos de 100.000 habitantes y las que tienen más población. En las primeras, PP y PSOE son los partidos favoritos del electorado en voto directo. El 23.5% de los residentes en núcleos de menos de 2000 habitantes votará por el PP (+8.5 puntos respecto a la media) y el 17% lo hará por el PSOE, mientras que el apoyo a Podemos y C’s cae por debajo del 10% (5.5% en un caso y 8.5% en el otro).
Estos mismos registros se repiten, al alza, en términos de simpatía: El 27% de los votantes de los núcleos más poblados siente simpatiá por el PP (+11.5 puntos respecto a la media) frente al 18.5% del PSOE (Podemos recibe un 5.5% y C’s un 6%). De ahí que al final se corrija el dato de voto + simpatía: 28.5% a favor del PP (casi 10 puntos por encima de la media) y el 19.5% al PSOE (por debajo de su media), algo que se va corrigiendo en el resto de cortes (salvo en los núcleos de más de un millón, donde su apoyo queda en el 16.4%, -4 puntos por debajo de la media).
El apoyo a PP y PSOE sigue, aunque se va corrigiendo poco a poco, entre los núcleos de 2.001 y 100.000 habitantes, en los que el PSOE comienza a ser la opción favorita en términos de voto (18.8% entre 2.001-10.000 habitantes y 17.1% entre 10.001 y 50.000). En las poblaciones de 50.001 y 100.000 habitantes, el respaldo al PP es de 17.5% (16.1 y 15% en los anteriores cortes), con el PSOE en el 14.4%, por delante todavía del apoyo que generan Podemos (10.7%) y C’s (12%).
En términos de simpatía, sin embargo, se mantiene la misma tendencia que hemos visto antes: El PSOE es la fuerza que mayor simpatía genera en todos los núcleos urbanos excepto en los más pequeños: 20.2% (+1.9 respecto al PP), 20% (+2.6 puntos), 18.6% (+2.4 repecto al PP), 20.5% (+6.6 puntos respecto a C’s), 20.6% (+5.3 puntos respecto al PP) y 14.4% (por encima del 13.2% que despierta C’s, que es su inmediato competidor).
El PP, que se mantiene como segunda opción en casi todos los cortes de población, queda como tercer partido en simpatía entre los núcleos de 100.001 a 400.000 habitantes y entre los que tienen más de un millón de habitantes (en los que el voto directo del PSOE cae al 12.4%, a pesar de su dato de simpatía, 14.4%, que lo convierte en el partido mejor situado).
En cuanto a los nuevos partidos, vemos que Podemos es segunda opción en voto directo en los núcleos de 400.001 a un millón de habitantes, que recibe apoyo superiores al 10% en ciudades a partir de 50.000 habitantes, con un apoyo testimonial en los núcleos menos poblados. En términos de simpatía, vemos oscilaciones curiosas: Sólo en los núcleos de 100.001-400.000 habitantes y en los que tiene más de un millón de habitantes recibe porcentajes de simpatía superiores al 10%. Así, llama la atención este dato si tenemos en cuenta el cuadro que recibe el PSOE en estos términos.
En el caso de C’s, repite la tendencia de Podemos en voto directo aunque el apoyo a sus siglas comienza en núcleos de población a partir de 10.000 habitantes: A partir de ahí recibe un voto directo superior al 10%, con hitos como el 14.2% que recibe en ciudades de 100.001-400.000 habitantes (por detrás sólo del PSOE), el 10% de las ciudades de 400.001 a 1 millón de votos (a 1.8 puntos del apoyo recibido por el PP) o el 13.6% que recibe en los núcleos más habitados, por delante del PSOE.
Si observamos la variable simpatía, sí que vemos que el apoyo a C’s cae en todos los núcleos urbanos más poblados, pero sobre todo en las ciudades de entre 400.001-1 millón de habitantes (8.8%, casi la mitad de la simpatía que recibe el PP -15.3%) y en los núcleos de 50.000 a 100.000 habitantes (11.3%, frente al 16.2% que recibe el PP o el 18.6% del PSOE).
Brecha académica: C’s avanza entre la población más formada
Las elecciones municipales nos permitieron avanzar el apoyo que cada partido puede obtener en función de la dimensión del núcleo urbanístico en el que reside. Nosotros, en nuestros análisis de los distintos barómetros, solemos atender a la variable edad y género para hablar del apoyo que recibe cada fuerza político. En nuestro post de hoy añadimos también el apoyo que cada partido registra en función de la formación del votante. De nuevo, tenemos datos curiosos.
Como vimos, el PSOE es el partido que mayor porcentaje de voto directo recibe: 16.6%. Si observamos la división en función de la formación académica, vemos que los votantes sin estudios (31.9%) o con estudios primarios (21.4%) son los que se inclinan más a votar por sus siglas. Su apoyo cae por debajo del 20% entre los votantes con estudios secundarios (19.3% y 15.5% según la estapa( y hasta el 9.8% entre los que tienen estudios supeiores. Si observamos la variable simpatía, el PSOE sí es el partido mejor situado en todos los grupos excepto en los que tienen estudios superiores donde, con un 12.7%, ocupa la tercera plaza por detrás de C’s (16.4%) y el PP (15.3%).
Los ‘populares’ también reciben un apoyo importante entre la población sin estudios (16.7%) y con estudios de primaria (25%) y se convierte en los segundos favoritos entre los que estudiaron secundaria (llama la atención que haya un triple empate a 15.5% entre los votantes que acabaron secundaria junto al PSOE y C’s). Su apoyo cae entre los votantes que acabaron la FP y es tercera opción entre los que tienen estudios superiores (por detrás de C’s, 17.2%, y Podemos, con un 12.2%).
Si observamos la simpatía que despierta, el PP registra buenos datos entre los votantes con estudios primariso (24.1%), empata con el PSOE entre los que acabaron secundaria (17%) y entre los que tienen estudios superiores: 15.3% (-0.9 puntos respecto a C’s). A pesar de este dato, el PP es el tercero en voto directo. Es decir, entre este segmento de población hay simpatía por lo que representa pero, por otras razones, entiende que no hay que votar PP en estos momentos.
C’s, por su parte, da la campanada al situarse como la primera opción en voto directo entre los votantes que acabaron FP (13.4%) y estudios superiores (17.2%), además de empatar en un 15.5% con PP y PSOE entre los que acabaron Secundaria. Su apoyo se desploma por debajo del 10% entre el resto de grupos, hasta el 2.9% entre los que no tienen estudios o el 3.6% entre los que tienen estudios primarios.
En términos de simpatía, hay diferencias: sólo entre los que tienen estudios superiores (16.4%) es la primera opción; entre los que acabaron FP empata con Podemos en un 11.9% de apoyo (por detrás del 15.4% que recibe el PSOE) y es tercera opción entre los que acabaron Secundaria (15.2% frente al 17% que reciben PP y PSOE).
A Podemos, por su parte, le ocurre algo similar que a C’s entre los votantes que no tienen estudios (0.7% de voto directo), con estudios primarios (2.7%) o secundarios de primera etapa (9%, por delante del 8.5% que recibe C’s y a 9.3 puntos del apoyo que reciben los socialistas). Podemos reicbe apoyos superiores al 10% según avanza la formación del votante: 11.2% ente los que acabaron secundaria, el 11.5% de los que concluyeron FP y el 12.2% con estudios superiores. Estos porcentajes, sin embargo, se corrigen a la baja en términos de simpatía: 10.6% entre los que acabaron secundaria, el 10.4% de los que tienen estudios superiores. Sí sube al 11.9% entre los que concluyeron la FP.
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