En mitad del tsunami de encuestas publicadas estos días, un estudio pasó casi desapercibido: El sondeo de NC-Report para el diario La Razón en los días previos al debate en el Parlament de la resolución que pretende ser el inicio de la desconexión de Cataluña respecto al conjunto del Estado. En ese estudio, a partir de 1255 entrevistas realizadas entre los días 26 y 31 de octubre, se certifica que tras el 27S se han sucedido cambios respecto a las expectativas de voto de los partidos: Junts pel Sí perdería apoyo en las urnas frente a C’s, que es la formación que sigue rentabilizando su posición frente a todo lo derivado del proceso.
Con un supuesto de participación del 71.8% (-3.1 puntos respecto a las últimas elecciones autonómicas), Junts pel Sí obtendría el 36.4% de los votos (-3.19 puntos en relación al 27S) y pasaría de 62 a 58 diputados. La CUP, el partido que más claramente se ha situado en relación al proceso defendido por JxS, ganaría casi medio punto: pasaría de 8.21% de los votos a un 8.6% y de 10 a 11 diputados. El apoyo del Parlament al proceso estaría en los 69 diputados, por encima de la mayoría absoluta necesaria:
En este escenario, C’s sería uno de los grandes beneficiados si se volvieran a repetir las elecciones: La formación de Inés Arrimadas ganaría 3 puntos en intención de voto y sumaría 4 asientos a los 25 conseguidos el 27S. Se refuerza así su consideración de principal partido de la oposición, aunque seguiría quedándose muy lejos del porcentaje de voto de la candidatura independentista.
En el bloque constitucionalista, habría pocos cambios respecto a los dos partidos que han decidido acompañar a C’s en este viaje. En el caso del PSC, mantendría sus 16 escaños pese a ganar 0.3 puntos en relación a las elecciones. Por su parte, el PP pasaría del 8.50% de los votos a un 8.6%, y también mantendría los 11 diuptados logrados entonces.
NC-Report sí plantea un cambio respecto a dos partidos que tuvieron una noche agridulce el pasado 27S. La buena noticia para Unió es que podría entrar con 2 diputados tras conseguir el 3.1% de los votos (superando el mínimo legal que marca la ley electoral). En el caso de CSQEP, sigue purgando los problemas que nacieron durante la campaña electoral y que se pusieron de manifiesto tras confirmarse el fracaso de sus expectativas de voto: Pasaría de un 8.92% de los votos a un 7.6% y erdería nada menos que tres diputados (entendemos que esos tres diputados podrían pasar a C’s). Más problemas para Podemos de cara a las elecciones generales.
En voto directo, comprobamos que JxS sigue siendo el partido más apoyado, con un 26.1% de los votos. Le sigue C’s, con un 15%, el PSC, con el 9.3% y el PP y la CUP, con porcentajes de voto situados en el 6%.
Si nos fijamos en la procedencia del voto de cada partido, vemos que hay cambios sorprendentes:
- JxS: el 98.8% de los que votaron por sus siglas el 27S volvería a hacerlo. El 1% se pasaría a las CUP.
- C’s: El 83.9% de sus votantes ya le otorgaron la confianza el pasado mes de septiembre. El 7.5% procede de las filas de JxS y un 4.2% del PSC.
- PSC: El 88.7% de sus votos procede de antiguos electorels; un 9.2% llega desde CSQEP y un 1.9% de votantes de C’s
- PP: El 93.6% son ex votantes de su partido aunque un 5% llega desde JxP
- CUP: El 82.9% son ex votantes de sus listas. El 10.6% llega desde JxS y el 3.5% de CSQEP.
En cuanto al voto por edad, volvemos a ver en Cataluña algunas dinámicas que hemos visto en otros partidos en el conjunto del país. JxS es el partido más fuerte entre todos los grupos de edad, pero gana poder entre los mayores de 45 años, donde llega al 30% de apoyo.
C’s es un partido que gana más entre los electores de mediana edad (de 30 a 64 años) mientras que el PSC sigue recibiendo más apoyo entre los más mayores (algo que también le ocurre al PP). Ya hemos visto en otras ocasiones cómo uno de los problemas que tienen los dos partidos centrales del sistema político en España es precisamente éste: Su apoyo entre los electores más veteranos y sus dificultades para incidir en las preferencias de los más jóvenes, que también se muestran como los más críticos a su gestión.
La CUP, por su parte, convence sobre todo a los votantes más jóvenes, que son los que también muestran una diposición mayor a abstenerse: +8 puntos respecto al grupo de edad donde la abstención es más baja. Llama la atención, no obstante, que esta diferencia bastante menor entre el electorado catalán que entre los votantes del resto del país, en el que las diferencias son más pronunciadas.