Con este lema se convoca a la ciudadanía este sábado, a las 12 horas, en la Puerta del Sol de Madrid para mostrar la repulsa por los ataques del terrorismo yihadista en París y Líbano de las últimas semanas, pero también para escenificar el rechazo a las primeras actuaciones de Francia como respuesta al atentado perpetrado por el IS en suelo francés en forma de bombardeos sobre Siria:
El lema, que es la traducción de la hashtag con el que muchos musulmanes mostraron su rechazo a los atentados de París, #NotInMyName, podría ser uno de los intentos más serios de contraponer el discurso belicista que rige en las sociedades occidentales, en las que aparecen dos reacciones:
- Una docilidad en aumento ante los recortes de derechos en aras de la seguridad, algo que ya se vio en EEUU tras el 11-S y que se da en Europa tras acciones terroristas tan efectivas, desde el punto de vista propagandístico, como los atentados de París o las informaciones sobre un inminente atentado sobre Bruselas. Varios países han aumentado el nivel de alerta ante posibles acciones de grupos del IS, mientras realizan un apoyo cerrado a actuaciones como las ordenadas por François Hollande sobre Siria en respuesta a los atentados del 13-N, actuaciones que gozan del respaldo del 90% de la población gala.
- El intento de explicar, y luego actuar, ante el terrorismo yihadista como si las acciones en suelo europeo fueran distintas a las guerras en Siria o en los países que están sufriendo acciones similares, como Malí hace una semana o Túnez este mismo martes. Seguimos sin entender que el problema es global y que lo que ocurre en Beirut o en Bamako tendrá un reflejo antes o después en las sociedades occidentales, sobre todo si se sigue la lógica de que la solución pasa por bombardeos.
Del «No a la guerra» al «No en nuestro nombre»
El manifiesto, firmado por muchos de los que lideraron la campaña «No a la Guerra» (en aquel momento, la de Irak), escenifica la correa de transmisión entre aquella movilización, que gozó del respaldo público del mundo del cine, el teatro, la literatura y el periodismo, y ésta. Entre los firmantes, vemos los mismos nombres y buena parte de los alcaldes de la llamada nueva izquierda que gobiernan en los ayuntamientos de las grandes capitales tras las elecciones de mayo.
Así, entre los motivos para manifiestarse figuran viejos conocidos de aquella movilización, que sacó a las calles a millones de personas contra la participación de España en la guerra que derrocó a Sadam Hussein: el rechazo a «los recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Trío de las Azores (Bush-Blair-Aznar)».
En el momento de elaboración de este post, Pablo Iglesias había confirmado su asistencia a la manifestación. El PSOE ya había declinado la invitación y el PP había atribuido la convocatoria al «buenismo retrógrado» de la izquierda, una expresión que debe despertar buenos recuerdos a políticos como José Luis Rodríguez Zapatero.
CODA. Para conocer un poco más de lo que ocurre en ese avispero en el que se está convirtiendo el Sahel desde hace años, recomendamos leer el post publicado sobre el atentado de Bamako en Africaye.org.