Despedida de Víctor Hugo, periodista uruguayo afincado en Argentina, que denunció en directo que la emisora en la que trabajaba, Radio Continental, le había notificado sin aviso previo su despido, que atribuye a razones políticas. La comunicación se produjo poco antes de que comenzara su programa, La Mañana, y ponía fin a 30 años de vínculo profesional con la emisora. Según la cadena, la marchade Víctor Hugo tenía otras razones: «(Se había decidido) resolver el vínculo que mantenía con Victor Hugo Morales debido a reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones».
El despido de Víctor Hugo, al que se ha vinculado en numerosas ocasiones al kichnerismo, se produce unas semanas después de la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, después de que su partido, Frente Cambiemos, ganara las elecciones presidenciales en segunda vuelta. También tras conocerse la detención de dos de los últimos narcotraficantes que permanecieron huidos dos semanas tras fugarse de una cárcel de máxima seguridad de la provincia de Buenos Aires. Una fuga que ha supuesto la primera crisis de gobierno para Macri y que ha dejado en evidencia a la policía argentina.
A estos dos asuntos se refirió Víctor Hugo durante su alocución, que aprovechó para lanzar advertencias a propósito de los problemas de la libertad de prensa en este nuevo periodo político en Argentina:
«Macri es una máscara de Magnetto y se han hecho cargo del país. Si no te diciplinás en las empresas no se puede trarbajar. Las empresas están sujetas a la pauta que administra el Estado. Me echan porque esta empresa está atada a la necesidad de la pauta. No hay medio que pueda sobrevivir sin esa pauta Saben que no se pueden. Con Macri saben que tiene 4 años de cepo moral (…) La pauta ahora la maneja Clarín, Cambiemos y el Poder Judicial y no hay medio que pueda sobrevivir sin pauta. Lo que viene es un periodismo alineado a los intereses de este Gobierno».
Víctor Hugo se centró en los problemas de la libertad de prensa en los tiempos de dependencia de los anunciantes. Por eso lo rescatamos, como un discurso extensible a otros países, como España, que tiene más recorrido temporal de lo que nos gustaría reconocer.