El PSOE sigue en el centro de la diana

Este miércoles hizo una semana de la formación de las Cortes Generales, un acto protolocario que sirvió para escenificar los nuevos tiempos de la política en esta legislatura que arranca. Confirmamos cómo el PSOE sigue en el centro de todas las quinielas a propósito de la gobernabilidad del país, de manera que todo movimiento que realiza se lee en esta clave, tanto si pacta con el PP y C’s como si lo hace con otras fuerzas políticas.

Los socialistas siguen en el foco público cuando nos referimos a los primeros días de la legislatura, y eso ocurre cuando se había conseguido una suerte de tregua interna que busca, sobre todo, no debilitar aun más las posiciones de Pedro Sánchez. Una tregua que, según distintas voces, tiene un plazo: el 30 de junio. Ese día, vuelve a unirse el Comité Federal y ahí se medirán las fuerzas de la Ejecutiva y del núcleo crítico con la deriva de la dirección.

Hace ya unos días que se formalizó la composición de las Cortes Generales en un acto protocolario en el que Podemos robó el protagonismo incluso al primer presidente del Congreso que no pertenece al grupo que obtuvo más votos en las urnas. Sobra decir que buena parte de la artillería mediática que antes dirigía sus ataques contra el PSOE por lo que se entendía como un desafío del statu quo durante estos días se dirigen a Podemos.

El partido que lidera Pablo Iglesias, a pesar de sus problemas internos con los grupos con los que confluyó en determinadas CCAA, evidencia que hoy es quien suplanta a los socialistas en un aspecto en el que Ferraz actuaba como una máquina hasta hace muy poco: Disputar la hegemonía cultural a los que se consideran a sí mismos como los vigilantes de las esencias de lo que debe ser el sistema político y su funcionamiento.

No ayuda a revertir esa percepción el hecho de que muchos dirigentes y simpatizantes socialistas arremetan en público contra las actitudes y gestos de Podemos, partido al que Jordi Sevilla inserta en el apartado de «política de siempre» y a las prácticas defectuosas de los partidos tradicionales (como la formación en la que él milita y para la que trabaja):

CapturaSevilla

Bailes de alianzas del PSOE

Lo contamos hace una semana: La formación de las Cortes Generales permitió interpretar los gestos de partidos políticos y dirigentes con una clave, la de la formación del próximo Poder Ejecutivo. Parecía claro, tras lo ocurrido en Cataluña, que el PSOE parecía dispuesto a entenderse, sobre todo, con las fuerzas constitucionalistas. El acuerdo con C’s para la composición de la Mesa del Congreso, y con el PP, a pesar de la negativa de Ferraz a admitir esas conversaciones, hacían presagiar que el encaje de bolillos iba en esa dirección. Todo ello después de las declaraciones de Pedro Sánchez en relación a conformar un gobierno a la portuguesa, es decir, de izquierdas, en el que Podemos estaría llamado a jugar un papel esencial.

Hasta que se supo que el PSOE había cedido en el Senado a cuatro parlamentarios con un objetivo: Facilitar que tanto ERC como Democràcia i Llibertat pudieran constituir grupo parlamentario propio en la Cámara Alta. La dirección del PSOE y Carme Chacón defendió esta iniciativa como «cortesía parlamentaria». El PP elevó el tono ante este nuevo de tiempo de relaciones entre el PSOE y «los independentistas» mientras las federaciones territoriales del PSOE volvieron a incendiarse. Hasta el punto de que el sábado ocuparon todas las portadas de la prensa editada en Madrid (no así en la prensa catalana), un tsunami que fue descendiendo ante la posibilidad de que Sánchez pudiera al final ser presidente del Gobierno (atención a la imagen de portada de El País este miércoles):

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

La cesión de senadores se contraprogramó mientras el flamente presidente del Congreso, Patxi López, insistía por activa y por pasiva que Podemos no puede aspirar a conformar grupos propios con las confluencias de Galicia, Comunidad Valenciana y Cataluña porque el Reglamento de la Cámara -que se ha retorcido cuantas veces ha sido necesario, a favor de UPyD y en detrimento de Amaiur, por ejemplo- no lo permitía. Una muestra más de cómo las normas se estiran o encogen en función del protagonista.

La negociación en el Senado estuvo liderada por el portavoz del PSOE en esta cámara, Oscar López,y se completó con la llamada de Pedro Sánchez al nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con quien se comprometió a impulsar la reforma de la CE en clave federal. El secretario general del PSOE y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, han sido los únicos líderes que han ejecutado ese gesto de cortesía institucional.

Gestos simbólicos y disputa de la hegemonía

Lo contamos hace unos días. La formación de las Cámaras había servido para escenificar el cambio político que se avanzó en las urnas el pasado 20 de diciembre. Durante ese día, vimos en el Congreso a Carolina Bescansa y su bebé; a diputados con rastas; a muchos parlamentarios de calle, sin traje y corbata; y en general, a personas con un aspecto mucho más parecido al de la gente corriente del que los críticos quisieran reconocer.

Ya sabemos las consecuencias de desafiar al establishment político: Críticas generalizadas de los medios de comunicación más vinculados al sistema, con diarios que acusaron a Podemos de haber caído en un show político que había eclipsado la propia conformación de las Cortes Generales. La respuesta de Podemos también fue la previsible: Los poderosos muestran rechazo ante la entrada en las instituciones de la gente corriente. En privado, admitían que quizás habían sobreactuado, sobre todo con las fórmulas elegidas para acatar la Constitución.

De lo que no cabe ninguna duda es de que la llegada de Podemos a las instituciones ha sido la muestra más clara de que nervios por parte de quienes siempre estuvieron ahí. De otra manera, no se entiende la reacción airada de buena parte de los columnistas de la prensa editada en Madrid, incluido El País, y de una parte de los propios representantes. El premio al comentario desafortunado se lo volvió a llevar Celia Villalobos. La vicepresidenta de la Mesa del Congreso, elegida de nuevo por mediación de Mariano Rajoy, como ella misma reconoció, se refirió en un programa de televisión a las rastas del diputado de Podemos Alberto Rodríguez:

Este comentario, del que se disculpó días posteriores, se pareció mucho al que en una tertulia de televisión defendió Pilar Cernuda y que sirvió para que otros comentaristas del extremocentro se deleitaran con la supuesta falta de higiene de los parlamentarios de Podemos. Comentario, por cierto, que la susodicha no enmendó tras arremeter contra la «frivolidad» de las redes sociales: «La frivolidad de este país o de la gente de las redes sociales que se lo han pasado bárbaro poniéndome a parir»:

En este punto, conviene recordar los ataques que en su día recibió el primer Gobierno de Zapatero y el apelativo de la «viceVogue» con la que muchos se refería a María Teresa Fernández de la Vega por aparecer, junto al resto de ministras del primer gobierno paritario de la Historia de España, en dicha revista.

Además de los ríos de tinta escritos por la legalización del matrimonio gay, por el embarazo de Carme Chacón como ministra o de su vestimenta en la Pascua Militar, también entran en este apartado las críticas que en su momento recibió el ex ministro Miguel Sebastián por parte del presidente del Congreso, José Bono, por prescindir de la corbata durante el verano, en otro de estos gestos que entonces se entendieron como el fin del mundo.

De ahí que nos parezca muy adecuado recordar una imagen: La de la entrada de los primeros diputados de Los Verdes en el Bundestag alemán en 1983. La cara de Helmunt Köhl era bastante parecida a la expresión de circunstancias que pudimos ver estos días en Mariano Rajoy (diputado desde 1986) o Jesús Posada (diputado desde 1993):

Verdes

Insistimos: el gran problema para este PSOE no son sólo sus malos resultados electorales sino la percepción de que lleva tanto tiempos incrustado en el sistema político que es incapaz de proyectarse como alternativa política o como referente social. Hasta ahora, no había grandes problemas porque no había ningún partido que le disputara en serio el cetro de ser el partido de centro-derecha más parecido a la composición del país. A juzgar por lo visto estas semanas, su reinado ha concluido también en ese aspecto.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
Esta entrada fue publicada en Podemos, PSOE. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.