«Por primera vez los partidos de izquierda se entendieron no sólo para oponerse a los gobiernos de derecha sino para construir una política alternativa. Es muy saludable dar a los portugueses un abanico de oportunidades y soluciones de gobierno más variado».
Antonio Costa
Los sondeos sobre intención de voto correspondientes al mes de febrero no plantean grandes cambios en relación a las expectativas electorales de los dos grandes bloques parlamentarios. La izquierda sigue concentrando el 52.2% de los votos de media frente al 50.7% que obtuvo en las elecciones parlamentarias, con el centro derecha en el 39.4% de los votos de media (frente al 38.6% de los apoyos obtenidos en los últimos comicios).
Según las empresas demoscópicas, la coalición Portugal a Fora obtendría el 39.4% de los apoyos de media, con el PSD en el 34.3% de los votos y el CDS en el 5.1% de media. Entre ambos habrían ganado 0.8 puntos en intención de voto, un avance insignificante si se tiene en cuenta el resultado de las elecciones presidenciales de hace apenas un mes (en las que el candidato apoyado por el centroderecha, Marcelo Rebelo de Sousa, arrasó en la primera vuelta).
Enfrente, los socialistas habrían mejorado sus expectativas de voto hasta el 34.2% de media ( +1.9 puntos respecto al resultado obtenido el pasado mes de octubre). Por su parte, el BE se movería en el 10.45% de los apoyos, en un porcentaje casi idéntico al que consiguió en las elecciones parlamentarias.
Así, el único partido de los que firmaron el acuerdo para formar un Gobierno de izquierdas alternativo al de Pedro Passos Coelho es el CDU; el partido comunista pierde casi un punto en intención de voto de media, con un sondeo (el de Aximage) que le sitúa en el 6.6% (-1.6 puntos respecto a su resultado en las urnas). Sería el único partido de los grandes que pierde claramente peso electoral, una situación que podría explicarse por la proyección del primer ministro portugués.
Antonio Costa lidera la otra forma de hacer política con la que se comprometió cuando fue elegido primer ministro. Y eso a pesar de los avisos del Eurogrupo, que ha reclamado al Ejecutivo luso «medidas adicionales para que sean implementadas cuando sea necesario» con el objetivo de «asegurar que el presupuesto 2016 portugués sea compatible con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento», que exige a los países europeos mantener su déficit por debajo del 3 % del PIB.
Portugal cerró 2015 con un crecimiento del PIB del 1.5%, +0.6 puntos respecto a la subida registrada el año anterior, en línea con las previsiones oficiales. Su deuda pública, en el tercer trimestre de 2015, estaba en el 130.50% del PIB y su tasa de paro, en diciembre, fue del 11.8% (-1.8 puntos respecto al dato registrado en diciembre de 2014). El desempleo entre los menores de 25 años alcanzó el 31.0%, casi tres puntos menos que el dato registrado un año antes.