Mientras deshojamos la margarita de la posible repetición de las elecciones generales, apenas prestamos atención a dos procesos electorales que tendrán lugar el próximo otoño y que podrían rematar el cambio político que se abrió en el país con las elecciones al Parlamento Europeo. Galicia y Euskadi celebran comicios para renovar sus respectivos paralmentos y en ambas CCAA se plantea la posibilidad de que Podemos quede como segunda fuerza política.
En el caso de Galicia, sólo el PP quedaría por delante de la formación morada mientras que, en Euskadi, Podemos podría repetir los resultados obtenidos en las pasadas elecciones generales y conseguir dos objetivos: Desplazar a PP y PSE como alternativas políticas; y desplazar a Bildu como el partido de referencia de la izquierda, un logro con más aristas si tenemos en cuenta que quedaría muy tocado el eje nacionalista.
Recordemos los resultados conseguidos por las distintas candidaturas en las últimas elecciones generales, en las que Podemos se hizo con el 25.9% de los votos frente al 24.7% obtenidos por el PNV y, sobre todo, desplazó a EH-Bildu y PSE (y PP) como alternativas políticas en Euskadi:
Como siempre, conviene tener en cuenta que el comportamiento electoral puede variar en función de la cita en las urnas. Es decir, los incentivos del electorado son diferentes en unos comicios para renovar el Congreso que los que obtiene al elegir a los representantes autonómicos.
Sin embargo, nos parece pertinente recuperar estos datos por pura necesidad: Los datos de la serie histórica no sirven desde el momento en el que cristaliza la opción Podemos como alternativa política que, como hemos visto, ha tenido efectos en relación a las expectativas de los partidos centrales del sistema de partidos pero también en relación a la posición de los distintos partidos en las CCAA históricas. Ahí tenemos el caso de Cataluña y, como veremos, tampoco Euskadi se escapa a los efectos del terremoto que comenzó en las elecciones al PE y que se materializó en los comicios locales y autonómicos de 2015, con su continuación en las últimas elecciones generales.
De acuerdo con los datos del Euskobarómetro, a partir de 2310 entrevistas realizadas entre los días 25 de enero y 2 de febrero, el PNV ganaría las elecciones con 24 escaños de los 27 que obtuvo en las últimas elecciones autonómicas (con el 34.6% de los votos), a seis de la segunda fuerza. Podemos desplazaría a la izquierda abertzale como el principal partido de la oposición y conseguiría 18 diputados.
EH-Bildu obtendría 15 asientos después de haber perdido 6 de los 21 conseguidos en 2012 (con el 25% de los votos).
Tampoco hay buenas noticias para PP y PSE. Los socialistas pasarían de 16 a 9 diputados y los populares se dejarían dos de los 10 conseguidos en 2012. Por su parte, C’s obtendría el mismo resultado que en 2012 consiguió UPyD y por la misma circunscripción, lo que deja pocas dudas de la procedencia del voto que llegaría a la formación naranja.
Álava: C’s hereda el escaño de UPyD
El PNV obtendría el 22.1% de los votos (-3.7 puntos respecto a los conseguidos en 2012) y mantendría 6 de los 7 diputados que tenía en la actualidad. Es el partido, junto a Podemos, que mayor grado de movilización mantiene ya entre su electorado: El 15.3% tendría decidido votar por sus siglas frente al 14.9% que se decantaría por Podemos. La formación morada obtendría el 21.3% de los votos y 6 diputados.
El PP estaría en el 17.3% de los votos (-1.6 puntos respecto a 2012) y mantendría los 5 diputados que consiguió entonces, con un voto directo del 5.5% (sólo C’s registra peores datos, con el matiz de que su estimación de voto es también muy baja). Por su parte, EH-Bilbu sería la cuarta fuerza en esta provincia con el 17.1% de los apoyos (-4.96 puntos) y se dejaría 2 de los 6 diputados que tiene en la actualidad.
Los socialistas obtendrían en 11.8% de los votos (-7.7 puntos) y perdería la mitad de su representación. En el caso de UpyD, se queda sin representación aunque su lugar quedaría ocupado por C’s: Con el 5% de los votos (+1.5 puntos respecto a los resultados de la lista que encabezaba Gorka Maneiro), C’s logra un asiento en la Cámara vasca.
Vizcaya: El PNV saca 16 puntos a Podemos
Ésta es la circunscripción donde las distancias entre primera y segunda fuerza son más grandes. El PNV aguanta bien el cambio operado en el sistema político español y vasco durante los últimos tres años y mantiene un resultado holgado en intención de voto: Conseguiría el 35.7% de los votos (-2.7 puntos respecto a su resultado de 2012) y 10 diputados, sólo uno menos de los que obtuvo en las anteriores autonómicas. El 24.7% del electorado señala, ya, que votaría por sus siglas, y eso que quedan todavía muchos meses para el arranque de la campaña electoral.
Podemos, con el 19.9% de los votos, conseguiría 6 diputados. Si observamos el voto directo, el 12.8% de los votantes señala que ya tiene decidido el voto por su lista, la mitad de la movilziación que registra el PNV. Podemos quedaría por delante de EH-Bildu por 4.4 puntos. La izquierda abertzale ve cómo, de nuevo, los cambios operados en esta legislatura le influyen de forma negativa: Pasaría del 21.4% de los votos conseguidos en 2012 a una estimación del 15.5%, lo que se traduce en dos diputados menos de los seis conseguidos entonces.
El PSE se movería en el 11.6% de los apoyos (-7.3 puntos) y perdería dos diputados. Por su parte, el PP obstendría el 8.7% de los votos (-3.1 puntos) y se dejaría uno de los tres escaños conseguidos en las últimas elecciones autonómicas. C’s, con el 3.1% de los apoyos, no lograría representación en esta circunscripción.
Guipúzcoa: EH-Bildu aguanta como segunda fuerza
Ésta es la circunscirpción en la que la izquierda abertzale obtenía tradicionalmente mejores resultados. De acuerdo con los datos del Euskobarómetro, EH-Bildu contiene el empuje de Podemos a pesar de perder 6.2 puntos en intención de voto: Lograría el 25.9% de los votos y 7 de los 9 diputados que tiene en la actualidad. El PNV, por su parte, estaría en el 28.2% de los votos (-3.8 puntos) y perdería un escaño de los 9 que obtuvo en 2012.
Podemos se movería en el 21.1% de los apoyos, que se traducirían en 6 diputados, mientras qu eel PSE estaría en el 12.8% (-6.4 puntos) y 3 diputados de los 5 conseguidos en 2012. Guipúzcoa sería la provincia en la que los socialistas tendrían mejor resultado en porcentaje de voto y también la circunscripción que registraría una menor caída respecto a sus resultados en 2012.
Los populares, por su parte, se harían con el 5.3% de los apoyos (-3.2 puntos en estimación de voto) y conservarían uno de los dos diputados que tiene en la actualidad. C’s, con el 2.8% de los apoyos, tampoco lograría representación.