Alemania lanza su primer aviso

Por primera vez desde que cristalizó la llamada crisis de refugiados, que tienen en Alemania uno de los destinos preferentes, los alemanes tuvieron la oportunidad valorar en las urnas la gestión realizada por la canciller, Angela Merkel, y su socio de gobierno, el SPD, que sigue sin remontar según las estimaciones de voto.

Hace una semana, 12.7 millones de alemanes votaron para renovar los parlamentos de los tres Estados y confirmaron que el malestar hacia los partidos tradicionales también comienza a cristalizar en el país que pasaba por ser el corazón de Europa.

La respuesta de las urnas no ha podido ser más clara: Además de un aumento de la participación (que esta vez no favoreció a los partidos tradicionales), el partido derechista y anti-migración Alternativa para Alemania (AfD) fue el claro vencedor al obtener el 12.6% de los votos en Renania-Palatinado, el 15.1% Baden-Württemberg (tercera fuerza) y 24.2% en Sajonia-Anhalt (segunda fuerza).

  • En Baden-Wurtemberg (feudo conservador durante 58 años), Los Verdes ganaron las elecciones con el 30.3% de los votos (24.2% en los comicios de 2011), seguidos de la CDU (con el 27% de los apoyos, -12 puntos respecto a 2011) y con el Afd en el 15.1%. El SPD cayó al cuarto lugar con el 12.7% (23.1% en 2011) y el FDP pasó del 5.2% al 8.36%. Éste fue el trasvase de votos entre los partidos y la procedencia del voto del AfD

CapturaAlemania2

[Gráfico a través de  ]

  • En Renania-Palatinado, el SPD aguantó con el 36.2% de los votos (35.7% en 2011), seguido de la CDU, con el 31.8% (35.2% en 2011) y el AfD, que obtuvo el 12.6%. El FDP se hizo con el 6.2% (+2 puntos respecto a 2011) y los Verdes pasaron del 15.4% al 5.3%. Por lo tanto, en este Länd, el crecimiento de AfD se hizo a costa de Los Verdes.
  • En Sajonia-Anhalt, el AfD se convirtió en segunda fuerza con el 24.4% de los votos, sólo por detrás de la CDU, que aguantó con el 29.8% (32.5% en 2011). Die Linke pasó del 23.7% al 16.3% (por lo tanto, es previsible que buena parte del voto perdido haya ido a parar a AfD) y el SPD se convirtió en cuarta fuerza con el 10.6% de los votos (-11 puntos). Los Verdes perdieron 2 puntos (del 7.1% al 5.2%). El FDP consiguió el 4.9% de los votos.

Alemania recibió el año pasado más de un millón de solicitudes de asilo. La AfD se fundó en 2013, con la intención de conseguir representación en las elecciones federales que se celebraron en otoño de ese año. Se quedó cerca: Obtuvo más de dos millones de votos, el 4.7% de los votos, y se quedó a tres décimas de poder entrar en el Bundestag.

Su irrupción tuvo que ver con la respuesta de ciertos sectores en Alemania a la crisis europea materializada en el rescate griego. El AfD se convirtió en claro defensor de unos principios que le podían acercar al Frente Nacional de Marinne Le Pen: Conservadurismo (gracias a lo que pesca en caladeros antes vinculados a la CDU), eurofobia, crítica al euro y a los países rescatados (los famosos PIIGS). Sin embargo, a partir del aluvión de peticiones de asilo de refugiados, esos principios han ido mutando hasta hacer del AfD un partido vinculado a la derecha populista que exhibe, sobre todo, un discurso antinmigración evidente. En su programa nacional pide «restringir el derecho de asilo, pues toda otra cosa destruye la convivencia pacífica de los pueblos y el desarrollo ordenado y controlable de los Estados soberanos».

Las elecciones del 13 de marzo lanzaron mensajes que ya se han escuchado en otros países europeos:

  • Hay un toque de atención fuerte a los partidos tradicionales: el SPD se dejó 11 puntos en Sajonia-Anhalt y la CDU 12 puntos en Baden-Wurtemberg (estado que pretendían recuperar en estos comicios).
  • Jacques Schusterdie cargaba hace unos días las tintas sobre Angela Merkel y la manera en la que ha difuminado las señas de identidad de la CDU: «La canciller federal no solo ha despojado a su formación de su antiexclusivismo, sino que la ha privado de todos sus principios conservadores. Ya sea en política de defensa (servicio militar obligatorio) o en su postura con respecto a la familia, en la igualdad de género o en la política energética. Pasando de los principios de la economía de mercado del viejo partido de Ludwig Erhard al mutismo (la palabra clave es “salario mínimo”), la presidenta de la CDU lo ha desbaratado todo para no perder el paso del espíritu predominantemente izquierdista de los tiempos». Esta renuncia ideológica, materializada en un giro al centro, parece traducirse en una fuga de votos de sectores de la CDU a AfD.
  • Los resultados confirman que las alternativas a los partidos tradicionales tampoco salieron mejor paradas. Encontramos el caso de Die Linke (-7 puntos en Sajonia-Anhalt) o Los Verdes (-6 puntos en Baden-Wurtemberg Y -10 en Renania-Palatinado). En el caso de Die Linke, esta pérdida es aún más sangrante si se tiene en cuenta el voto protesta que ha ido a parar a AfD.
  • Es decir, a diferencia de países como España (con Podemos), Grecia (con Syriza) o Italia (con el auge del M5S), en Alemania la crisis de representación ha venido de la mano de la extrema derecha, con un componente nacionalista muy potente y con un discurso anti-UE evidente. Según Hendrik Träger, politólogo de la Universidad Otto-von-Guericke de Mag­deburgo, citado por La Vanguardia: «La AfD ha logrado movilizar a muchos abstencionistas, pero sólo ese aspecto no explica sus elevados resultados. El partido atrajo esta vez a muchos votantes de otros partidos, sobre todo de la CDU, pero también de Die Linke y del SPD; eso apunta a una insatisfacción de los votantes con los otros partidos, que probablemente optaron por la AfD como una forma de protesta».
  • Así pues, parece que una parte del voto perdido por los partidos «tradicionales» ha ido a parar a AfD, formación con la que los partidos tradicionales han descartado cualquier tipo de coalición para formar Gobierno. Esta decisión puede tener un efecto inesperado: Su presencia puede obligar a entenderse a CDU y SPD (a los que podría sumarse los Verdes), lo que a su vez puede reincidir en un mayor descrédito de los partidos tradicionales,
  • Junto a la gestión de la crisis de los refugiados, hay cierto consenso en que detrás del auge de AfD se encuentra también un descontento hacia las elites del país. Como escribía el corresponsal de El País en Alemania, el partido «recoge el descontento que embarga a una parte de los alemanes por motivos de lo más variados: desde el canon que todos los hogares deben pagar por la radio y la televisión pública a los planes del Gobierno para limitar los pagos en efectivo a 500 euros; desde los rescates a Grecia hasta lo que ellos denominan ‘propaganda de las minorías sexuales».
  • En su análisis, Diego Iñiguez vinculaba el toque de atención a los partidos que forman la gran coalición a su renuncia a abordar los asuntos que interesan a amplias capas de la población. A saber: «el endurecimiento del trabajo y la competencia, el crecimiento del paro y la inseguridad laboral, las insuficiencias del sistema educativo, la inseguridad frente al terrorismo, las guerras incomprensibles y el desorden de un mundo multipolar, la vulnerabilidad de los salarios y los ahorros presentes y las pensiones futuras…»

Podemos estar ante una llamada de atención de un  tipo de votante enfadado con los partidos tradicionales por la gestión de asuntos como la integración europea o la crisis de refugiados, pero también por su renuncia a abordar temas como los referidos y que no forman tampoco parte de la agenda del AfD. En su contra puede jugar la propia estructura del partido, en construcción, y disputas internas como las que terminaron, en verano del año pasado, con la salida de su fundador.

Sea como fuere, el AfD tiene ya representación en ocho de los 16 parlamentos regionales en Alemania y aspira a convertirse en una fuerza relevante en las elecciones federales que se celebrarán en 2017. De acuerdo con los datos del sondeo de Emnid publicado en el Bild, la CDU volvería a ganar las elecciones con el 34% de los votos (-7.5 puntos respecto a su representación actual). El SPD pasaría del 25.7% de los votos a una estimación del 22% (-3.7 puntos), mientras que Die Linke podría ganar 0.4 puntos al conseguir el 8.6% de los votos. Los Verdes también ganarían apoyo al pasar del 8.5% al 13% (+4.5), aunque la sorpresa volvería a llegar del AfD, que podría atesorar hasta el 13% de los votos (+8.3 puntos).

CODA. En este puntos, el análisis que de las elecciones realizó en su blog Franco Delle Donne . Nos quedamos con dos de sus reflexiones:

«El aumento de la participación electoral (hasta un 10% más que en 2011) se refleja en el enorme crecimiento de AfD que, pese a obtener muchos votos de las arcas de los grandes partidos, se alimenta principalmente de aquellos “no votantes” (Nicht-wähler) en 2011.

La maldición del compañero de coalición. Los socios mayoritarios en todos los gobierno de estas regiones fueron reelegidos mientras que los minoritarios fueron duramente castigados. Todos perdieron más de diez puntos».

CODA 2Lluís Uría, en La Vanguardia, escribió a propósito del avance del Frente Nacional en las elecciones regionales celebradas en Francia el 13 de marzo y vinculaba el auge de AfD en Alemania al avance de la ultraderecha en el continente:

«Los lobos avanzan en el continente. La fiebre de la derecha populista, cada vez más fuerte en la antigua Europa del Este –Polonia, Hungría– y en algunos países nórdicos, va subiendo grados en Alemania y en Francia, los dos puntales de la Unión Europea, y ahora quiere seguir los mismos pasos en Italia, donde el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, pretende imponer el mismo viraje en la derecha.»

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
Esta entrada fue publicada en Alemania, elecciones, Sondeos, UE, Ultraderecha. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.