Al menos eso es lo que indican tres movimientos que se han producido con el fin de las vacaciones de Semana Santa y el reinicio del curso político que concluirá, según lo previsto, a primeros de mayo.
Salvo sorpresa, el día 2 se despejará definitivamente la incógnita de si habrá un nuevo Gobierno o si se vuelven a convocar elecciones por la situación de bloqueo político alcanzada y que Gallego y Rey retrataron perfectamente este martes en su viñeta de El Mundo.
Rajoy lidera la campaña de comunicación del PP
El presidente del Gobierno en funciones fue entrevistado este martes por Carlos Alsina, presentador del programa matinal de Onda Cero Radio. Durante la entrevista pareció que Mariano Rajoy sólo contempla la posibilidad de nuevas elecciones, por lo que defendió la vigencia de su liderazgo al frente del partido. Un asunto no menor si tenemos en cuenta las opiniones publicadas en medios de comunicación más o menos escorados a la derecha, en donde se apunta la posibilidad de cierto movimiento interno, de corte generacional, para que Rajoy se retire de la primera línea.
La entrevista de Onda Cero sirve para preparar el terreno ante uno de los anuncios más esperados: el próximo domingo, La Sexta emitirá la entrevista de Jordi Évole a Rajoy. Por primera vez desde 2008, año en el que comenzó a emitirse Salvados, el presidente del Gobierno en funciones se somete a las preguntas de uno de los presentadores que más claramente ha demostrado su falta de simpatía por dirigentes populares [como se puede comprobar en las entrevistas a Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense, o a Esperanza Aguirre, con espantada incluida por parte de la entonces presidenta del PP de Madrid].
Parece, pues, que Génova ha tomado buena nota de una de las estrategias que más daño le ocasionaron en la anterior legislatura: La falta de explicaciones por parte de Rajoy. Durante su liderazgo, hubo una ausencia de un relato mínimamente creíble que acompañara la acción de Gobierno, así como una alergia patológica a dar explicaciones. Situaciones que derivaron en persecuciones de los periodistas a Rajoy, en ruedas de prensa sin preguntas, en vetos a determinados periodistas de distintas cadenas durante las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros y en la creación de ese formato tan curioso de comparacencias a través de plasmas de televisión en la sede nacional del PP.
Crisis de refugiados: Génova rectifica y Rajoy comparecerá en el Congreso
Hace unos días contamos que el Grupo Parlamentario Popular había adoptado como estrategia votar en contra de las comparecencias de los ministros o del presidente del Gobierno en funciones a pesar de las peticiones del resto de los grupos. El argumento, la situación de interinidad del Ejecutivo que, en su opinión, le exime de dar explicaciones de sus actuaciones, a pesar de que durante estas semanas se siguen adoptando decisiones.
El acuerdo alcanzado por la UE y Turquía respecto a la gestión de la crisis de refugiados -apoyado inicialmente por Rajoy, enmendado por el ministro de Asuntos Exteriores y luego refrendado de nuevo por el presidente del Gobierno- dejó en evidencia el discurso del PP puesto que Rajoy apoyó el texto, que no contó con el apoyo del Congreso.
Este lunes, Génova volvió a rectificar y anunció la comparecencia, durante la próxima semana, de Rajoy en el Congreso de los diputados para dar cuenta del acuerdo firmado con Ankara, un texto fuertemente contestado desde la izquierda y el PSOE (sobre todo en el Parlamento Europeo). Nueva señal de que es él, y no Soraya Sáenz de Santamaría, quien está al frente del Ejecutivo, lo que da pistas sobre su intención de liderar el partido en el caso de repetir los comicios.
Génova escenifica medidas contra la corrupción política
El lunes por la noche, confirmando, de nuevo, lo que este país entiende por conciliación de la vida familiar y profesional, el PP anunció, vía comunicado, la suspensión de militancia de los concejales y los asesores del Ayuntamiento de Valencia implicados en la pieza separada del caso Taula, que investiga el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia sobre una posible financiación irregular de la última campaña electoral local. La decisión, que no afecta a Rita Barberá, se adopta después de que los señalados se negaran a presentar su dimisión y entregar sus actas de diputado.
Lo hemos señalado en muchas ocasiones en este blog: Buena parte de la caída electoral del PP se explica por la combinación de tres elementos en un mismo instante. Por un lado, la adopción de medidas sociales y económicas muy impopulares gracias a una mayoría absoluta parlamentaria que ayudó al partido a eludir el control del Parlamento. Ese escenario se apuntaló con una política de comunicación nefasta, que sólo se empezó a modificar en el última tramo de la legislatura, y con el estallido de casos de corrupción política que salpicaron a algunas de las vacas sagradas del partido.
Desde 2013, los sondeos sobre intención de voto reflejaron cómo el PP perdía crédito entre su base electoral, una situación que se aceleró tras las elecciones europeas y la cristalización de la opción Ciudadanos. El partido de Albert Rivera supo emerger como un partido regeneracionista, se ayudó de su configuración como bloque de la resistencia española en Cataluña y se encontró con un regalo que llegó desde las filas del PP: La inacción y/o lentitud a la hora de reaccionar ante el goteo de casos de corrupción que, semana a semana, minaron la propia credibilidad del partido.
Génova ha tomado buena nota de esta situación, como han demostrado los actuales portavoces del PP, que en varias ocasiones han enmendado la plana a Barberá y han manifestado con más o menos claridad que no serán portavoces de compañeros presuntamente salpicados por la corrupción.
El gesto ante el grupo local en la corporación valenciana parece indicar que hay cierto interés por demostrar que el partido está dispuesto a afrontar las informaciones sobre presunta corrupción en sus filas, con un matiz: Rita Barberá y las amenazas veladas que la ex alcaldesa de Valencia lanzó ante la posibililidad de su expulsión del partido.
CODA. Mientras Pedro Sánchez vuelve a cortejar a Podemos ante la posibilidad de un gobierno tripartito con C’s, dos dirigentes vinculados a la formación vivieron un efecto búmeran en toda regla.
El diario La Razón publicó este martes, en su portada, fotografías del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata siendo recogido en su casa por un coche oficial del consistorio. La respuesta del edil es que no estamos ante un privilegio por su cargo, sino de una necesidad debido a una lesión de rodilla. Argumento que entraría mejor si Podemos no hubiera cimentado buena parte de su discurso inicial en la crítica a los privilegios de la casta política, privilegios que incluye, por supuesto, el uso de coches oficiales a los que no tiene acceso ningún ciudadano (trabajador o no).
El segundo ejemplo lo protagonizó Teresa Rodríguez, líder de Podemos-Andalucía, que comparó la entrada en prisión de un concejal de Podemos en Jaén y sindicalista del SAT, condenado por agresión a un edil del PSOE en Jódar, con el encarcelamiento del poeta Miguel Hernández. La noticia, este martes, era que Podemos solicitaba el indulto ante lo que considen una sentencia injusta y que Rodríguez comparó, nada menos, que con la represión franquista posterior a la Guerra Civil -que, en el caso de Hernández, acabó con su muerte en 1942-.