Las elecciones autonómicas celebradas en Cataluña el pasado mes de septiembre arrojó algunos datos interesantes: Se confirmó la pujanza de la alianza entre ERC y CDC bajo la marca Junts pel Sí, que quedó como la primera fuerza parlamentaria (a pesar de perder apoyo en relación a la suma de la representación de ambos partidos por separado entre 2012 y 2015); C’s se catapultó como el principal partido de la oposición gracias al desplome del PP y el relativo de PSC, que aguantó mejor de lo esperado según los sondeos previos; la CUP demostró que era el partido de moda al triplicar su representación; y CSQEP decepcionó al quedar no sólo por detrás de C’s, sino también del PSC.
El resultado de la marca Podemos en Cataluña tuvo una consecuencia directa en la política nacional: Pablo Iglesias, líder de la formación morada en todo el país, quedó muy tocado y afrontó semanas de evidente debilidad que sólo quedó atrás en los días previos a la campaña electoral de las elecciones generales y, sobre todo, en la propia campaña. Los datos del barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió, el CEO, el primero desde la formación del Govern in extremis, confirma que CSQEP ahora sí estaría en disposición de disputar a C’s la segunda posición en el Parlament catalán.
De acuerdo con los datos del llamado CIS catalán, a partir de 1500 entrevistas realizadas entre los días 22 de febrero y 8 de marzo, todos los partidos con representación parlamentaria perderían apoyo si se celebraran unas nuevas elecciones autonómicas excepto CSQEP, que pasaría del 8.94% de los votos y 11 diputados a un 17.9% de la representación, que se traduciría en hasta 23 asientos. CSQEP gana 8.7 puntos respecto al último barómetro del CEO, publicado en noviembre de 2015:
Por delante de sus siglas sólo quedarían JxS, que obtendría el 35.8% de los votos (-3.79 puntos respecto a las elecciones de septiembre y -2.3 puntos respecto a noviembre de 2015) y entre 56-58 escaños (hasta seis menos que en la actualidad), lo que le complicaría bastante su trabajo en el Parlament. La CUP, con el 7.5% de los votos, podría perder -0.7 puntos en intención de voto respecto a septiembre y un punto en relación a la estimación de noviembre, pudiendo perder o ganar un diputado a los 10 que tiene en la actualidad.
En cuanto a las fuerzas constitucionalistas, C’s pasaría del 17.90% de los votos (25 escaños) a una estimación del 16.7% (-4.5 puntos respecto al último CEO) y entre 22-23 diputados. El PSC, por su parte, se dejaría medio punto en representación que le costaría muy caro (podría perder hasta 3 escaños de los 16 que tiene en la actualidad) y el PP sigue en caída libre: Se deja 1.5 puntos en intención de voto respecto a su representación actual (-0.4 puntos respecto a la estimación del último barómetro del CEO) y pasaría de 11 a una horquilla de 9-10 diputados.
En voto directo, JxS recibe el 30.9% de los votos, seguido de CSQEP, que obtendría unos apoyos que se parecen muchísimo a la estimación final del CEO, que contempla un dato de participación del 70%.
Como es habitual, el PSC (9.1%) adelanta a C’s (8.3%) en voto decidido, mientras que la formación naranja empata con la CUP en este sentido (8.3%). El PP registra un voto directo del 2.6%, un porcentaje que sigue la tradición en Cataluña. Según el CEO, el 6.8% del electorado se abstendría si se repitieran las elecciones y el 11.6% se muestra indeciso o prefiere no responder.
En términos de simpatía, el 16.1% asegura que no siente preferencia por ningún partido político, mientras que el 28.1% cita a JxS; el 21.3% menciona a CSQEP, con un 9.9% que señala al PSC. El 7.8% apunta a C’s, el 7.1% a la CUP y el 3.3% al PP.
Ante la duda de si se repetirán las elecciones legislativas en España, cobra interés la estimación del CEO en Cataluña de cara a renovar el Congreso de los Diputados. Como ocurrió el 20D, En Comú Podem sería la primera fuerza en Cataluña con el 25.5% de los votos y 12 diputados, los mismos que tiene en la actualidad (aunque ganaría 0.7 puntos). Como segunda fuerza volveríamos a tener a ERC, que se desmarca de sus inmediatos competidores en la última cita electoral: Ganaría 3.3 puntos en estimación de voto que le haría ganar hasta dos asientos más a los 9 que tiene en la actualidad:
La buena noticia para el PSC es que, si se repiteran las eleciones, seguiría siendo la tercera fuerza política en Cataluña (tras perder medio punto de intención de voto, por cierto, el mismo porcentaje que se deja ante las elecciones autonómicas); como en Cataluña, el coste esría alto (un diputado menos). Por su parte, C’s podría ganar 1.5 puntos en intención de voto y hasta dos escaños, mientras que CDC sigue también sufriendo el coste en las urnas de su gestión anterior: pasaría del 15% de los votos a una estimación dle 12.4%, por lo que podría perder hasta 2 diputados. Por su parte, el PP también sigue cayendo entre el electorado catalán (-1.1 puntos) y se dejaría un diputado si se repitieran las elecciones.
Con un supuesto de participación del 68%, En Comú Podem seguiría siendo el primer partido en voto directo (24.1%), seguido de ERC (18.9%) y el PSC (10.7%). C’s obtiene un 7.5%, un porcentaje casi idéntico al que recibe CDC (10.7%). Como siempre, el PP queda descolgado del resto de formaciones, con un 3.5%. De acuerdo al CEO, el 8% se abstencría y el 12.1% del electorado se muestra indeciso o prefiere no responder.
Un dato interesante, que ayuda a entender el comportamiento electoral en Cataluña, lo encontramos cuando se pregunta por la ubicación ideológica del ciudadano. Así, en el eje izquierda/derecha, los catalanes se sitúan en el 3.87 [según el último barómetro del CIS, los españoles se situaban en el 4.62].
Si observamos cómo se perciben a los partidos, los datos ayudan a explicar las estimaciones de voto de cada uno. Así, JxS es el partido que se acerca más a ese hipotético eje con un 3.82, aunque cuando se pregunta a los votantes de los dos partidos que forman la coalición, se extraen datos muy curiosos: Los de ERC se posicionan en el 2.99 y ubican a JsC en el 2.86 mientras que los de CDC se posicionan en el 6.23 y ubican a JxS en el 5.88. Y con estos datos se ha conseguido cerrar una coalición que funciona más o menos como un bloque homogéneo:
Los electores de CSQEP también se posicionan cerca de la media catalana: 3.27 (aunque sus votantes se escoran a la derecha, con un 3.76). Los ciudadanos llevan al PSC al 4.08 aunque sus votantes lo llevan al 4.36 mientras que la CUP es percibido como el partido más enfocado a la izquierda (2.33 de media, 1.42 entre sus votantes). El PP es el partido que se percibe más a la derecha (8.74, aunque sus votantes lo sitúan en el 7.42). Por último, el electorado sitúa a C’s en el 7.58(sus votantes, en el 5.84).
En relación a los liderazgos de los distintos partidos, Albert Rivera es el líder más conocido por el electorado (94.3% lo reconoce frente 68.9% de Inés Arrimadas o al 91.6% de Junqueras). Su valoración es de 3.52, que sube al 7.79 entre sus votantes, que otorgan un 6.89 a la actual líder del partido en Cataluña (obtiene un 3.04 de media). El presidente de la Generalitat recibe un 5.55 entre los votantes (7.63 entre los de JxS) mientras que Junqueras obtiene un 5.55 (7.63 entre los suyos):
Xavier García-Albiol es el líder peor valorado (1.95, aunque recibe un 6.79 entre sus votantes, una puntuación algo inferior a su antecesora en el cargo, Alicia Sánchez-Camacho). Por su parte, Miquel Iceta se coloca en el 4.34 (6.70 entre los votantes del PSC) mientras que Lluis Rabell, además de ser uno de los políticos más desconocidos, obtiene una valoración de 4.50 (5.56 entre sus votantes, el dato más bajo que los simpatizantes y votantes de un partido otorgan a su líder). Mención especial a que su baja valoración no evita el incremento en la expectativa de voto de su formación.