Los sondeos sobre intención de voto publicados en el mes de abril certifican cierta recuperación en la intención de voto de Syriza, sobre todo si lo comparamos con la debacle que reflejaban las encuestas hace un mes. El partido del primer ministro, Alexis Tsipras, obtendría una media del 27.5%, -7.9 puntos respecto a su resultado en las urnas el pasado mes de septiembre pero casi dos puntos más que la media que arrojaban los sondeos en el mes de marzo. Queda claro que Syriza quedaría sobrepasada por ND en intención de voto: estaría en el 33.1% de los votos, +5 puntos respecto a las elecciones y +1.7 puntos respecto a la media de hace un mes.
Se confirma que no hay grandes cambios en la distribución del poder en el resto de formaciones políticas. Amanecer Dorado permanecería como tercera fuerza con el 7.6% de media (+0.7 puntos respecto a su representación actual y -1.4 puntos respecto a la media de los sondeos del mes de marzo) y que el PASOK también estaría recuperando voto poco a poco: obtendría de media el 7.4% de los votos, casi un punto más que la representación obtenida el pasado mes de septiembre y gana 1.4 puntos a la media de los sondeos del mes de marzo.
El partido comunista griego, el KKE, se situaría en el 6.7% de media, con sondeos que le llevan al 7.2% de la representación. Si lo comparamos con hace un mes, habría perdido casi 2 puntos en intención de voto, lo que le alejaría de competir con AD en la intención de ser tercera fuerza parlamentaria.
To Potami volvería a quedar fuera del Parlamento heleno con el 2.6% de media de los votos, igual que LAE (la escisión de Syriza). Por su parte, el socio de gobierno de Syriza, el ANEL, obtendría en 3.2% de los votos (un resultado parecido al conseguido en las urnas) y EK frenaría el auge de hace un mes: los sondeos le sitúan en el 3.6% de intención de voto, un porcentaje también similar al conseguido en las elecciones legislativas.
Los sindicatos, en pie de guerra contra las reformas estrella de Tsipras
Este lunes, el Eurogrupo revisará si Atenas cumple el programa del tercer rescate griego (86.000 millones de euros) y, como señalamos hace un año, la posibilidad de reestructurar el pago de la deuda helena, con el estudio de una posible quita, idea en la que este viernes volvió a insistir la directora gerente del FMI.
Por este motivo, el Gobierno de Tsipras pretende llegar a la reunión con la aprobación de dos de las medidas estrella del Ejecutivo de Syriza formado tras las elecciones del mes de septiembre: la reforma fiscal y la de las pensiones. Y, de nuevo, se ha constatado el malestar de buena parte de su base electoral ante estos planes.
El pasado jueves, los sindicatos ADEDY (del sector público) y el GSEE (el principal del sector privado) volvieron a paralizar el país con la convocatoria de una nueva huelga general de 48 horas. El sector del transporte paró en su mayoría en la segundo paro convocado por los sindicatos en lo que va de año, aunque la movilización contra estas reformas arrancó el pasado mes de enero, con la protesta de los agricultores y pensionistas.
Tsipras llegará a la reunión con la revisión al alza de la previsión de crecimiento de la economía helena, que caerá un 0.3% durante el primer semestre del año. Según la CE, el PIB subirá un 2.7% en 2017 debido a «la renovada confianza» en los efectos de las reformas. Según datos de la Comisión, el déficit bajará al 3.1% este año y al 1.8% en 2017; si tenemos en cuenta que cerró 2015 en el 7.2% del PIB, el Gobierno de Tsipras deberá asumir recortes del gasto público equivalente a los 5.500 millones de euros en este año (a los que habría que sumar 3.300 millones más si se acepta la propuesta de los acreedores de establecer medidas preventivas si Atenas incumple los objetivos del programa de rescate. La deuda pública subirá del 178.8% con el que cerró el año pasado al 182.8% del PIB.
Críticas a los rescates de la economía helena
Desde que la crisis financiera impactó en la Eurozona, se tuvo la sospecha de que buena parte de los acreedores tuvo intención de utilizar los problemas de algunos de los países de la zona euro como escarmiento ante el futuro. Mucho se ha escrito sobre el liderazgo ejercido por Alemania (en representación de los países ricos del bloque económico) y del destino del dinero aprobado para los dos rescates griegos aprobados.
Hoy tenemos más datos para llamar a la indignación: De acuerdo con los datos del European School of Management and Technology, sólo el 5% de los 215.900 millones de euros aprobados en los dos primeros rescates financieros sobre Grecia se utilizó para que el país pudiera seguir cumpliendo con sus gastos corrientes. El resto fue utilizado para pagar vencimientos de deuda e intereses, es decir, para que Grecia pudiera atender sus obligaciones financieras con la banca europea. En la práctica, el contribuyente europeo liberó fondos para pagar a quienes fueron responsables directos de la crisis financiera más grave vivida en el corazón del sistema capitalista desde el crack de 1929.