Unidos Podemos desveló este jueves cuál será el lema y el logo con el que concurrirá a las elecciones generales el próximo 26 de junio. «La sonrisa de un país» se convierte en la idea con la que pedirán el voto, en una campaña en la que el desempate (de la primera vuelta de las elecciones generales celebradas el pasado mes de diciembre) sigue siendo el leitmotiv en el que se justifican todas las decisiones estratégicas adoptadas en las últimas semanas.
#LaSonrisaDeUnPaís
Vivimos tiempos en los que las emociones y los sentimientos se han convertido en el motor de nuestras vidas. Uno es de un equipo de fútbol, como se vio el fin de semana pasado en la final de Champions, por sentimiento y por crear lazos de comunidad (en el caso del Atlético de Madrid) y no tanto porque un equipo juegue bien o consiga triunfos deportivos.
Tras la sobreexposición de los representantes políticos en programas de entretenimiento, con hechos tan notables como que Pablo Iglesias fuera interrogado por preferencias sexuales por Susanna Griso, era una cuestión de tiempo que los sentimientos saltaran hacia la política en un punto fundamental en los procesos electorales: el plantemiento de las campañas electorales y el mensaje que cada partido elige para pedir la confianza de su electorado.
Tal y como hemos visto en este blog, la palabra «cambio» se integran en los lemas con los que PSOE y C’s piden el voto a los ciudadanos: Los socialistas utilizan un modo de referéndum («Un sí por el cambio«) mientras que C’s intenta instalar en el imaginario colectivo al idea de que tras el 26J habrá que llegar a acuerdos y pactar («Tiempo de acuerdo. Tiempo de cambio”).
El resto de partidos han incentivado las ideas que vienen desplegando desde que se convocaron las elecciones generales: Esta vez, la partida se jugará entre el PP y Podemos. No es casualidad que estos dos partidos hayan optado por los mensajes que permiten jugar con determinados macros mentales.
- El PP utiliza como lema «Ahora más que nunca, España en serio«, una manera de llamar al electorado a tomarse en serio su voto el próximo día 26 de junio tras haber ajustado cuentas con los partidos en las elecciones europeas, en las municipales y autonómicas y en las generales.
- Ante este llamamiento a la seriedad y al sentido común al que suele apelar constantemente el PP, Unidos Podemos se permite jugar con un sentimiento: El mensaje del cambio, sin mencionarlo, en positivo, la idea de que los resultados en las urnas no tienen por qué ser un ajuste de cuentas sino una manera de mostrar que uno está por encima de los mensajes catastróficos que unos pretenden instaurar y que el cambio está precisamente en la actitud. Puro cholismo.
Estamos, pues, ante un eslogan que permite activar sentimientos de alegría aunque corre el peligro de ser percibido como demasiado naif en un momento en el que está a tiro de piedra sobrepasar a los socialistas como segunda opción en votos y en escaños.
Por otra parte, este lema puede terminar causando distorsión si Unidos Podemos centraliza en exceso la campaña en Pablo Iglesias, un líder que causa igual rechazo o más que Mariano Rajoy entre los electorados de todos los partidos y que tampoco tiene un apoyo abrumador entre los suyos. Todo dependerá de la manera en la que Iglesias afronte la campaña y las opciones de rebajar la soberbia que a menudo se le escapa.
Un logo que muestra el reparto del poder interno en la unión
El logo de la campaña de Unidos Podemos, sobre el fondo morado habitual, deja en evidencia quién lleva el peso en la unión de Podemos, IU y Equo. Se utiliza el tipo de letra habitual en Podemos (en la palabra Podemos y en el punto) mientras se juega con otro tipo de letra en la palabra «Unidos». No aparece el verde típico del logo de IU y el rojo, símbolo de la izquierda ideológica, aparece en una suerte de pincelada.
Como novedad, se inserta un corazón multicolor que, entendemos, simboliza las distintas sensibilidades de todas las plataformas, confluencias y partidos políticos que concurren en estos comicios juntos. Ese corazón se sitúa en la palabra Unidos, lo que reafirma la idea de que Podemos es una cosa y el resto de formaciones que en esta ocasión se integra en sus listas es otra:
El corazón multicolor puede ser una novedad en España pero no si ampliamos el foco: Esa fórmula ya se integró en el lema de campaña de las últimas elecciones presidenciales que ganó Hugo Chávez en Venezuela, lo que puede ayudar a activar, de nuevo, el mantra sobre las conexiones de Podemos y el chavismo que tanto el PP como Albert Rivera han tratado de colocar en la agenda pública durante los últimos meses y semanas [la imagen del lema del chavismo, cortesía de @GorkaMdC]:
Unidos Podemos se presenta con el objetivo de ganar las elecciones (algo que ningún sondeo plantea), aunque a nadie se le escapa cuál es el objetivo realista que se busca el próximo 26J: Emerger como la principal fuerza de la izquierda, sobrepasando al PSOE en escaños y votos. Este supuesto, que recogen algunos de los últimos trabajos demoscópicos publicados, supondría una revolución en nuestro sistema político respecto a lo que ha ocurrido en las primeras elecciones en la Transición democrática, cuando quedó claro que la fuerza política de referencia en la izquierda no sería el PCE sino el PSOE.
CODA. Hace unos días, la presidenta de la CAM, Cristina Cifuentes, habló de la casualidad de la publicación de determinados autos judiciales contra su partido a las puertas de procesos electorales. Es posible que Ferraz pensara algo parecido tras conocerse, este miércoles, que el juez Álvaro Martín, que instruye la rama política del caso de los ERE, decidió procesar a los expresidentes de la Junta andaluza Manuel Chaves y José Antonio Griñán, a seis exconsejeros y otros 18 ex altos cargos por prolongar la “ilicitud” del fondo de 855 millones de euros durante una década.
Tras conocerse la decisión, tanto Chaves como Griñán renunciaron a la militancia del PSOE, aunque es evidente que el daño ya está hecho: Los socialistas se enfrentan a un juicio que sienta a dos figuras claves en el socialismo andaluz y que, además, han presidido el partido a nivel nacional. Se refrescan, pues, las dudas en torno a lo que ha ocurrido en Andalucía, uno de los pocos graneros de votos que le queda al PSOE en todo el país, y activa los problemas de Ferraz con la federación: Mientras desde el sur se reafirma la honestidad personal de los ex presidentes andaluces, Pedro Sánchez utilizó como mensaje del día su condición de político limpio.