Día 6: El PSOE se revuelve contra Unidos Podemos y el sentido de ridículo en campaña puede ser infinito

Lo señalábamos este miércoles: El debate a cuatro no había arrojado un claro perdedor pero sí un candidato que se benefició de esa situación, Mariano Rajoy. Quizás por ello, el PSOE ha decidido estos días virar sus ataques a Unidos Podemos y, sobre todo, a uno de los elementos que causan mayor tensión en el partido: Pablo Iglesias.

El cabeza de lista del partido tiene la virtud de concentrar tanto odio como adoración entre los votantes. Los suyos respaldan todas sus actitudes y ocurrencias, aunque ésta sea llamar «Don Pantunflo» a Eduardo Inda o pasarse de frenada en determinadas críticas, como la mención de la cal viva al PSOE actual mientras se mantiene la puerta abierta a una posible negociación. Sus detractores aborrecen todo lo que dice y hace, quizás consciente del enorme poder de convocatoria que sigue atesorando a pesar de la campaña de desprestigio de estos meses.

La prueba de que estamos ante un viraje significativo de la campaña socialista, tras muchos días disparando a diestro y siniestro sin demasiada puntería, lo vimos este miércoles con la difusión de la campaña en Twitter   a la que se han sumado cargos y simpatizantes de PSOE y C’s y que ponen énfasis en los rostros de enfado que durante estos meses ha mostrado Iglesias y también en la supuesta pinza con el PP para impedir la llegada de Sánchez a La Moncloa.

Lo más curioso es que esta campaña llega cuando el PSOE ha vivido otro de sus días negros en relación a estrategia política. Jordi Sevilla, que forma parte del equipo de campaña de Sánchez, propuso dejar gobernar al candidato que consiga mayor apoyo parlamentario para evitar repetir unas nuevas elecciones. Desde su cuenta de Twitter, Sevilla escribió la base de los sistemas parlamentarios del mundo occidental, es decir, que gobierna quien tiene la mayoría de votos para conseguirlo: «Para evitar terceras elecciones, si no hay mayorías, debería dejarse gobernar al candidato que consiga mayor apoyo parlamentario».

El tuit de Sevilla es inmaculado teóricamente. En la práctica, lo que se dirime en este punto de la campaña no es que gobierne el partido con más votos sino qué hará el PSOE en el caso de que las urnas certifiquen lo que apuntan las encuestas sobre intención de voto: ¿Apoyará con el voto afirmativo o la abstención un hipotético gobierno en solitario o en coalición del PP con C’s o apoyará con el voto positivo un gobierno en coalición con Unidos Podemos si el partido de Iglesias consigue más votos y escaños que los socialistas? Sea como fuere, Sevilla, por sí solo, ha mencionado al elefante del que nadie en Ferraz quiere hablar en la campaña.

Metáforas de campaña

Las campañas electorales son un buen momento para medir el sentido de ridículo de los candidatos, deseosos de conseguir el voto ciudadano casi a cualquier precio, y de probar nuevas estratetegias que se pueden terminar implementando en el futuro. Es el caso del PSOE, el último partido que ha empezado a usar Telegram como canal de comunicación por mensajería con simpatizantes. También ha sido el partido que ha recuperado la técnica de pedir el voto puerta a puerta, como hizo Sánchez en el arranque de la campaña en Móstoles (Madrid), con resultados no del todo buenos.

Estas dos semanas de campaña ayudan a vislumbrar, también, la capacidad de movilización de los distintos partidos. Así, no es igual diseñar una campaña basada en grandes actos (como los que el fin de semana pasado celebró Unidos Podemos en Valencia, Barcelona o Huelva) o centrarse en mítines de 150-200 personas, que ya indican que la movilización del electorado de ese partido está prácticamente desaparecida. Es el caso del PSOE y de C’s, por motivos diferentes.

En relación a C’s, hay que destacar su escasa capacidad orgánica más allá de las ciudades; los socialistas, por su parte, manifiestan desafección y, sobre todo, parecen desmoralizados. Es posible, sin embargo, que al final muchos acudan a votar por el peso de la historia de las siglas, algo que el actual equipo de dirección en torno a Sánchez sigue sin valorar lo suficiente.

Sin embargo, lo mejor de la campaña son las situaciones que viven los candidatos en la calle, un lugar al que no suelen bajar en exceso. De ahí que sus mensajes a veces parezcan impostados o excesivos con un fin: Ganarse el afecto del votante. He aquí unos ejemplos:

  • Momentos posteriores al debate a cuatro que, según diversos sondeos a pie de urna, no fue bien para el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. Pedro Sánchez, que ha copiado en esta campaña a Unidos Podemos en la elaboración de vídeos propios, cortos, difundidos en tiempo real, camina por Ferraz tan concentrado en lo que está diciendo que no se percata de que está a punto de comerse una rama. Mejor metáfora de cómo marcha la campaña electoral, imposible:

  • Albert Rivera en Salamanca, sentado junto a un grupo de músicos. El cabeza de lista de C’s no llevaba dinero encima y un colaborador suyo, en un momento del vídeo, le pasa de mano en mano algunas monedas. Por supuesto, muchos bromearon con lo que le pasaron en realidad dados los frecuentes rumores sobre el uso de drogas duras:

  • Otra de rumores, esta vez a propósito de la homosexualidad no declarada del presidente del Gobierno. De ahí que cobrada viralidad una fotografía tomando helados en Granada.

CapturaRajoy

 Imagen de La Sexta TV

  • Nada que decir, por cierto, de la emoción que Rajoy manifestó este miércoles ante un campo de alcachofas en Tudela, Navarra. El truco, por supuesto, estaba en un mensaje dirigido al mundo rural, fundamental para entender las victorias del PP incluso en sus peores momentos: «Hemos estado viendo este campo de alcachofas; a mí, realmente, me emociona. Me siento orgulloso como español de que aquí haya personas que manden una parte sustancial de su producción a Estados Unidos».
  • Alberto Garzón compartió acto el fin de semana pasado con Iñigo Errejón en Málaga. Tras el mitin, ambos estuvieron con su equipo tomando espetos en El Rincón de la Victoria, donde el dueño del bar manifestó su simpatía por Errejón frente a Iglesias. El vídeo fue difundido por La Cueva y forma parte de la serie «Garzón on the road» con el que, a diario, glosan los actos de campaña en los que participa el coordinador general de IU:

Todavía quedan 10 días para aumentar la lista de despropósitos.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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