La campaña que concluyó la pasada medianoche no pasará a la historia por ser una de las mejores de los últimos tiempos a pesar de lo que el país se juega y por la sensación de hartazgo que se percibe fuera de los círculos más politizados. Durante estas semanas hemos vivido una sensación de deja vú que ha recorrido las actuaciones de todos los candidatos y formaciones políticas, sin mucho más que aportar a lo defendido y prometido hace medio año, algo que sólo se alteró con las informaciones sobre el ministro del Interior en funciones y, este viernes, con el resultado del referéndum británico.
La repetición de las elecciones ha traído consigo también la repetición de una manera de entender la política y, sobre todo, la ruptura de los muros para llegar a un electorado hastiado que ha vuelto a ver cómo los primeras espadas han vuelto a estar a todas horas en los programas informativos de radio y televisión, así como en formatos nuevos de entretenimiento en prime time como los Dos días y una noche con Susanna Grisso o los niños que sustituyen a los periodistas como preguntadores. Sin olvidar las visitas de los candidatos a platós que ya visitaron en el mes de diciembre, como El Hormiguero.
En redes sociales sí hemos visto algunos cambios respecto a las elecciones del 20D: por una parte, la utilización de herramientas como la de Facebook para emitir actos de partido en directo o mensajes breves, una iniciativa que comenzó a usar Podemos y que se ha extendido tanto a Unidos Podemos como al PSOE. También el dominio de los hashtags por parte del partido de Iglesias y, en menor medida, por el resto de la formaciones políticas.
Por otra parte, esta campaña ha sido la de la movilización de los simpatizantes de Unidos Podemos en todas sus variantes con vídeos, campañas virales (la del último fin de semana, #VotoPorTi26J, el martes #LaSonrisaDeLaAbuela, #NoTeQuedesEnCasa el miércoles, #26Razones el jueves y #ConTuSonrisaPodemos el viernes) y toda una suerte de merchandasing en la Red para mostrar las simpatías por los candidatos de la formación. Hoy, en jornada de reflexión, el corazón del cartel de la campaña de Unidos Podemos todavía figura en muchos de los perfiles de simpatizantes y/o votantes potenciales.
Rajoy sí se ha expuesto esta vez a los medios
Tanto PP como Unidos Podemos plantearon cambios sustanciales en relación al diseño de la anterior campaña. Desde Génova, se ha querido que esta vez no se percibiera la idea de un Mariano Rajoy amurallado entre sus fieles, por lo que el presidente del Gobierno ha pisado mucha calle y, sobre todo, ha estado de forma permanente en los medios de comunicación. Con salvedades: Rajoy no ha sido entrevistado en ninguno de los programas estrella de La Sexta ni en Cuatro, cadenas en las que el espectador medio no es votante medio del PP.
El presidente del Gobierno en funciones sí ha estado en El Hormiguero (donde, como prueba, Pablo Motos le colocó en una cinta de correr), en la entrevista con niños en Tele 5 y en el programa de entrevistas de Susanna Griso. También ha acudido a los formatos más habituales (Espejo Público, Los Desayunos o El Programa de Ana Rosa).
Desde Unidos Podemos, en cambio, se ha optado por que Pablo Iglesias estuviera todo el día en los medios de comunicación (tanto en los formatos más tradicionales como en los más novedosos). Su presencia en actos de campaña ha sido muy limitada y en lugares en los que la formación se juega ser primera fuerza política o en la que baila algún escaño (como en Almería). En estos actos coincidió a menudo con los líderes de las confluencias o con Alberto Garzón. Como curiosidad, Iglesias no ha visitado Galicia a pesar de los buenos resultados que apuntan las encuestas para En Marea.
Garzón «on the road»
Las elecciones de diciembre dieron a conocer a La Cueva, el equipo que estaba detrás de toda la política de comunicación en redes sociales de Alberto Garzón. Durante la anterior campaña electoral, tiraron de ingenio para intentar eludir el vacío en los medios de comunicación tradicionales, una situación que fue compensada con una presencia masiva en las redes sociales.
En estas elecciones, la situación es diferente (Garzón no ha tenido que pelearse con los medios para poder colocar mensajes) pero este cambio no ha afectado a la política de comunicación de IU. A diario, han lanzado campañas virales de todo tipo y han presentado vídeos como la serie «Garzón on the road», en la que han ido contando, en apenas un par de minutos, los entresijos de la campaña protagonizada por el coordinador general de IU en el país.
Esta serie es magnífica y han conseguido fidelizar a un tipo de espectador que ha podido seguir el día a día de la campaña de Garzón bajo una perspectiva liviana. Una buena iniciativa que se ha completado con una campaña basada, a nuestro juicio, en un exceso de superficialidad y en una banalización de un candidato que es bastante más solvente de lo que a veces recogían las campañas virales.
Política y deporte, esta vez sí van juntos
Esta campaña ha coincidido con celebración de la Eurocopa y con un papel destacado de la selección española de fútbol. Es por ello, quizás, por lo que C’s, que ha vuelto a confirmar sus dificultades para llenar actos en la calle, ha usado recursos como vestirse con la camiseta de la selección y reunirse en Barcelona con simpatizantes del partido para ver el partido que enfrentó a España y Turquía. Algo extraño si se tiene en cuenta las ocasiones en las que Albert Rivera pidió no mezclar fútbol y política ante posicionamientos del Barça ante «el proces».
Rivera defendió el ¡derecho! de los ciudadanos a ver a la selección en la calle como respuesta a la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de no colocar pantallas gigantes en las principales vías de la ciudad con este fin.
No todo vale en política
El último domingo de campaña, las redes sociales se alimentaron de un gesto del candidato del PSOE, Pedor Sánchez, a su llegada a un acto de partido. Sánchez saluda a una familia negra y, tras chocar la mano con el niño, se limpia la mano. El debate, alimentado por cargos del PP, se centró en si el líder del PSOE había actuado por racismo o, simplemente, para quitarse el sudor de las manos:
El lunes, Pablo Iglesias rechazó la difusión de este vídeo con la interpretación sobre racismo, una actitud que contrastó con los mensajes de dirigentes del PP como Cristina Cifuentes o Xavier García-Albiol, que acusaron al líder socialista de tener la piel muy fina ante las críticas. Sánchez fue contundente al denunciar que es víctima de una pinza entre PP y Podemos y en señalar que no todo vale en política.
Estamos de acuerdo en este segundo punto y planteamos la misma hipótesis que ante el vídeo de Albert Rivera con músicos en Salamanca: En campaña, los candidatos están todo el día perseguidos por decenas de cámaras, por lo que saben que cualquier gesto va a ser recogido y difundido. No tiene ningún sentido, a una semana de la campaña, que a Sánchez le dé por asumir un rol racista que nunca ha manifestado.
Una campaña con buenos vídeos electorales
Éste ha sido el aspecto que más nos ha sorprendido el campaña. Tal y como ocurrió en 2004 y, sobre todo, en 2008, durante esta campaña hemos visto muchísimos vídeos: Los partidos han optado por difundir trabajos oficiales y también spots de respuesta a determinados mensajes vertidos por el adversario político de turno.
PP y Unidos Podemos han hecho muy buenos spots, tanto en su planteamiento como en la resolución. De forma coherente con el planteamiento de la campaña, ambos se han reconocido como adversarios directos, con la única mención del PP a Albert Rivera en el último vídeo o las menciones indirectas al PSOE en el caso de los trabajos de Unidos Podemos.
Hemos visto vídeos muy efectivos en los mensajes, algo que también hay que reconocerle a C’s a pesar de las críticas que su primer vídeo de campaña generaron. Sí nos ha sorprendido la baja calidad de los vídeos difundidos por el PSOE, tanto en la realización como en el mensaje, muy centrado en las mujeres. A ellas se ha dirigido constantemente Pedro Sánchez en su campaña, con el planteamiento de las omnipresentes flores que incluso adornaron el vestido de la esposa del candidato durante el debate a cuatro celebrado el 13 de junio.
En este blog sentimos debilidad por el vídeo de Verdad MC sobre Ciudadanos: