26J: El PP gana las elecciones con retroceso claro de Unidos Podemos

Existen dos errores en política imperdonables: No conocer el país que aspiras a gobernar y minusvalorar al adversario. Algo de estos elementos hemos visto en las elecciones que este domingo sirvieron para cambiar el Parlamento del país y como antesala para desbloquear la situación política con la elección de un nuevo Gobierno.

El PP se convirtió en el claro ganador de unas elecciones generales en las que Unidos Podemos estaba llamada a convertirse en la formación estrella al confirmarse como segunda fuerza política (tanto en votos como en escaños según los últimos sondeos publicados) y al quedarse cerca de disputar al PP la victoria en las urnas.

Los resultados han confirmado que Unidos Podemos presenta un problema ante la capacidad orgánica de un PSOE absolutamente minusvalorado en las encuestas sobre intención de voto. Tanto socialistas como ‘populares’ no han protagonizado la historia política del país desde 1977 por casualidad y, ante escenarios de incertidumbre y/o tensión política, suelen ser valores seguros en los que refugiarse. Algo de esto parece haber ocurrido este domingo.

Con una  participación del 69.93% (-3.28 puntos respecto al 20D), el PP ganó las elecciones con un resultado que no estimó ningún sondeo sobre intención de voto: Con el 33.03% de los votos, +4.33 puntos respecto a las elecciones del 20 de diciembre de 2015, los ‘populares’ pasaron de 123 a 137 escaños, 14 escaños más que hace medio año.

El PP obtuvo 7.9 millones de votos, 670.000 más que hace medio año, por lo que se confirman dos tendencias: La sitaución de desgobierno del país habría beneficiado a un partido que también habría recibido apoyo por la apelación al voto del miedo y útil que Mariano Rajoy exhibió durante los últimos días de campaña.

CapturaElecciones

El PP controla prácticamente todas las provincias del país con excepción de las tres provincias vascas (Unidos Podemos), las cuatro catalanas (repartidas entre ERC y En Comú Podem) y Jaén, Sevilla y Huelva, sobre las que el PSOE mantiene su control electoral.

La sorpresa, sin embargo, llegó en relación a la segunda fuerza política. El PSOE, a diferencia de lo que marcaron todas las encuestas excepto la de Juan José Domínguez, conservó la segunda posición tanto en número de votos como en diputados. Así, los socialistas ganaron 5.4 millones de apoyos, el 22.6% del censo (+0.6 puntos respecto al 20D) que, sin embargo, se tradujo en una pérdida de 5 escaños. Los socialistas perdieron 91.000 votos respecto al 20D, un dato que no se puede enmascarar con la atribución de diputados: El partido sigue cayendo y su suelo electoral cada vez está más bajo.

Esos escaños perdidos, fruto del efecto en los restos de la alianza entre Podemos e IU, podría ser lo que finalmente acabe con la carrera política de Pedro Sánchez. Su valoración, durante la noche electoral, distó mucho de la mención a los «resultados  históricos» con los que salió la noche del 20D aunque sí incidió en la idea de que el PSOE había aguantado la campaña de acoso y derribo de Unidos Podemos.

Unidos Podemos consiguió poco más de 5 millones de votos, más de 1.1 millones respecto a los resultados conseguidos el 20D por Podemos, En Comú Podem, Compromís, En Marea, Unidad Popular y el MES (6.169.000 en total). Si miramos los datos y los comparamos con los del 20D, vemos que, a falta de poder computar los resultados de IU o el MES, la unión de Podemos, IU y el MES logra un resultado idéntico al que el 20D obtuvo Podemos en solitario. En cuanto a las confluencias, En Comú Podem pierde 81000 votos, En Marea 66.000 y A la Valenciana 18.000. En la práctica, Unidos Podemos consigue 71 diputados que son exactamente los mismos que sumaron Podemos e IU el 20D.

Con el 13.05% de los votos, casi un punto menos que el 20D, C’s conservó 32 de los 40 diputados obtenidos. Como apuntábamos en los análisis de los sondeos publicados, estaba también claro que, salvo sorpresa, el partido de Albert Rivera sería el principal damnificado del reparto final de escaños según los restos. El partido consiguió 3.1 millones de votos, 391.000 menos de los que le dieron su confianza el pasado 20 de diciembre. No resulta descabellado pensar que buena parte de los 670.000 votos recuperados por el PP procedan de C’s.

El PSOE vuelve a tener la llave 

El nuevo Parlamento arroja una división ideológica entre bloques casi empatados, por lo que los socialistas vuelven a tener la llave de la futura gobernabilidad del país. Con sus 85 diputados, estos son los caminos:

  • Permitir que el PP intente formar Gobierno. La tendencia natural será buscar el acuerdo con C’s, por lo que sumarían entre ambos 169 escaños a la espera de que C’s decida o no situar líneas rojas. Podría negociar la abstención con un programa que limitara la acción política de ese Gobierno, por lo que, si Ferraz sabe vender su posición, sería una jugada interesanten para rearmarse como partido y para dejar que su adversario se desgaste.
  • Optar por un gobierno de izquierdas con Unidos Podemos liderado por Pedro Sánchez. Ésta parecía ser la primera reacción según se filtraba desde Ferraz, posición que se ha ido modulando con el paso de las horas. Ambos sumarían 156 asientos.
  • Seguir en la posición de bloqueo y facilitar unas nuevas elecciones dentro de seis meses. Tal y como se han planteado estas elecciones, es más que previsible que la ciudadanía castigue aún más a los partidos que imposibiliten la formación del Gobierno, por lo que Ferraz debería medir muy bien sus decisiones de cara a futuro.

Sea cual sea su postura, la gobernabilidad del país vuelve a pasar por los nacionalismos periféricos, que han aguantado perfectamente el cambio de actores políticos en la contienda electoral.

  • En Cataluña, ERC logró 629.000 votos (28.000 más que hace seis meses), el 2.63% de los apoyos, que se traducen en 9 escaños. CDC, a pesar de sus problemas, también conserva los 8 escaños conseguidos hace medio año con el 2.01% de los votos (86.000 menos que ante el 20D).
  • En Euskadi, el PNV perdió 16.000 votos que se tradujeron en que pasó de 6 a 5 diputados. EH-Bildu siguió perdiendo apoyo electoral (35.000 votos menos) aunque conservó también sus dos diputados.
  • CC, como apuntaban algunos sondeos, logró el diputado que tenía por Santa Cruz de Tenerife.

Fallo estrepitoso de las encuestas sobre intención de voto

Los resultados de las elecciones dependen de las expectativas con las que se afrontan. Y en el caso de Unidos Podemos, tanto su planteamiento de campaña como los sondeos sobre intención de voto planteaban la posibilidad real de que pudieran adelantar al PSOE en votos y, con total probabilidad, en número de diputados. Eso explica las caras largas que se vieron en las distintas comparecencias de los principales líderes del partido y también los mensajes de sus simpatizantes y votantes, muy críticos con el país y con el hecho de que los votantes hayan optado esta vez por este sentido del voto.

Hemos completado el cuadro que realizamos hace unos días, con los últimos porcentajes de voto a los cuatro partidos de implantación estatal, con los resultados oficiales de los comicios, con datos que llaman a la reflexión. Tal como veníamos avisando, la estimación de Unidos Podemos ha estado completamente inflada durante la campaña electoral ( +4.5 puntos según el CIS, +4.9 según Metroscopia o +5 puntos según Sondaxe). Algo similar ocurrió con C’s, aunque la estimación de voto estuvo más ajustada respecto a las encuestas publicadas en la campaña de las últimas elecciones generales.

CapturaSondeos26Jcomparativa

De forma paralela, los resultados electorales de PSOE y, sobre todo, del PP, se subestimaron: -5.1 puntos según el GESOP, -4.1 según My Word o -4 según Metroscopia. Los porcentajes de voto del PSOE también se encontraron por debajo del resultado final en casi todas las encuestas publicadas, con diferencias de entre 1-2 puntos sobre intención de voto final.

Puesto que, como apuntábamos este martes, consideramos que hasta que se demuestre lo contrario dudamos de que las empresas demoscópicas realicen estimaciones de voto con fines políticos, los resultados arrojados por las urnas, por sí solos, las obligan a todas a pedir disculpas públicamente y a comprometerse a corregir la cocina con la que plantearon estas estimaciones. Y ello es así incluso con el efecto que el Brexit haya podido tener en el último tramo de la campaña y/o en que finalmente hayamos asistido a un efecto underdog a favor de Pedro Sánchez y el PSOE de manual.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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