Hace tiempo que se convirtió en tendencia. Desde los atentados del 11-S, cada vez que se produce un atentado de corte yihadista en Occidente se equipara el Islam con el terrorismo como realidades intrínsecas. Esta manera de afrontar la amenaza terrorista de corte islamista es fácil de contrarrestar si se viaja a países musulmanes. Si no, basta con tener en cuenta que la mayoría de las acciones yihadistas se producen en países musulmanes (Siria, Afganistán o Libia como referentes informativos habituales) aunque sólo cuando los atentados se producen en suelo europeo o con víctimas occidentales los medios amplifican la tragedia.
Por este motivo, resulta sumamente interesante analizar los resultados de la encuesta anual elaborada por ASDA’A Burson-Masteller para saber qué opinan los jóvenes árabes sobre el futuro de sus respectivos países y sobre el terrorismo. LaLos j encuesta, que viene publicando desde el año 2008, se elaboró a partir de 3.500 entrevistas a jóvenes, 50% de hombres y mujeres, de entre 18 y 24 años entre el 11 de enero y el 22 de febrero en 16 países que se diviven por zonas: Bahrain, Kuwait, Oman, Qatar, Arabia Saudí y EAU (Estados Arabes Unidos); Irak, Jordania, Líbano, Palestina y Yemen; y Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez.
En todos estos países, la consulta se centró en la población urbana, lo que aporta un sesgo propio en relación con el cleveage centro/periferia sobre el que teorizó Stein Rokkan y que podemos interpretar como la ruptura entre la ciudad (que suele ser avanzadilla de cambios sociales y políticos) y los entornos rurales.
El terrorismo, principal amenaza para la región
Los resultados ofrecen datos concluyentes sobre el contexto sociopolítico de Oriente Medio y norte de Africa y también sobre las interpretaciones de lo que implica el Estado Islámico (Daesh) como principal amenaza terrorista en estos momentos.
El 50% de los menores de 25 años considera el Daesh como la principal amenaza para Oriente Medio, con un 38% que cita la amenaza terrorista en general y un 36% que menciona uno de los asuntos comparables a los que se pueden citar en las sociedades occidentales: el desempleo. El 77% se declara preocupado ante la existencia y capacidad operativa del Daesh (mientras que el 22% señala no sentirse concernido por este asunto).
El 78% asegura que no apoyaría al Daesh incluso en el caso de que no empleara la violencia como lo está haciendo (un 13% sí lo apoyaría en ese caso) y un 76% rechaza la intención última que difunde la propaganda del Daesh: Instaurar un Estado islámico en el mundo árabe (el 15% estaría de acuerdo con que éste es el objetivo).
Cuando se pregunta por los motivos por los que los jóvenes pueden simpatizar con el Daesh, un significativo 25% mantiene que no encuentra razones que expliquen esa posibilidad; el 24% menciona la falta de trabajo y de oportunidades como el motivo por el que el IS puede reclutar a jóvenes en el mundo árabe; el 18% señala que el caldo de cultivo se encuentra en creer que hay una interpretación del Islam superior a la de los demás; y ya en cuarto lugar se cita las tensiones religiosas (17%).
El 44% coincide en que hay oportunidades para prosperar en el área en el que vive mientras que el 37% se decanta por lo contrario. Entre los más pesimistas se encuentran los jóvenes de los países que viven en situación de guerra abierta (Yemen, con un 82%, y Libia con un 71%), además de Palestina (56%), Túnez (56%) o Irak (49%).
Tensiones religiosas como factor de inestabilidad
El 52% mantiene que que la religión juega un papel demasiado relevante en la zona (un 29% no coincide con esta afirmación) y el 47% considera que las relaciones entre chíies y sunnitas han empeorado en los últimos cinco años, opinión que se dispara al 88% en el caso de Yemen, al 84% en el caso de Jordania, al 75% en Libia o al 62% en el caso de Irak. El 24% considera que las relaciones entre ambas comunidades permanencen igual que hace un lustro y un 18% señala que han mejorado.
Cuando se pregunta si la división entre las comunidades religiosas es causa de la inestabilidad en la zona, el 72% apunta que es la principal razón (20%) o una de las principales razones (52%), mientras que el 17% considera que no tiene importancia significativa (14%) o ninguna (3%).
Percepciones sobre aliados y enemigos
Sobre la percepción de los países aliados en la zona, el 31% menciona Arabia Saudí, el 28% los EAU y el 25% EEUU. El 15% señala a Egipto, el 14% a Reino Unido y el 13% a Irán.
Los autores del sondeo preguntan sobre cuatro países: Arabia Saudí, EAU, Irán y EEUU, con datos que se explican también por la cercanía geográfica de los encuestados:
- Arabia Saudí: el 70% lo considera aliado, porcentaje que sube al 94% entre los países del Consejo de Cooperación del Golfo y que baja al 42% entre los países que podríamos insertar en Oriente Próximo (Irak, Jordania, Líbano, Palestina y Yemen). El 24% lo identifica como enemigo.
- EAU: El 72% lo define como aliado (52% entre los países de Oriente Próximo y 69% en los países del Magreb donde se elaboró la encuesta y Egipto) y el 22% como enemigo.
- Irán: el 52% lo define como enemigo (39% de países del Golfo y 21% del norte de África) y el 38% lo identifica como aliado (54% de países de lo que identificados como Oriente Próximo).
- EEUU: el 63% lo percibe como aliado (sobre todo entre los países del Golfo Pérsico) y el 32% como enemigo. El porcentaje se dispara en países con conflictos armados recientes como Irak (93%), Yemen (82%), Palestina (81%) o Líbano (52%).
En cuanto al acuerdo internacional sobre el programa nuclear con Irán, que sirvió como punto de partida para que el país volviera a la escena internacional, el 45% está de acuerdo, un 39% se posiciona en sentido contrario y un 16% no sabe qué responder.
La encuesta se interesa sobre las preferencias que los jóvenes árabes tienen para vivir. Así, el 22% menciona EAU, el 15% EEUU y el 11% Alemania. Entre los motivos para elegir estos países destacan el bienestar y la seguridad en sus territorios (36%), el crecimiento económico (29%), las oportunidades de trabajo (29%) o los buenos salarios (29%).
Si se pregunta, en cambio, a qué país querría que se pareciera el suyo, el 23% cita EAU y cuatro países occidentales: EEUU (19%), Alemania (12%) y Francia y Reino Unido (10%).
Siria y las primaveras árabes
ASDA’A Burson-Masteller pregunta por la opinión ante el conflicto sirio, con datos también curiosos: el 39% interpreta como una guerra de poderes entre potencias regionales (opinión que respalda el 74% de los jóvenes en Yemen, el 63% de los de Irak y el 61% de los de Palestina). El 29% considera que es el resultado de una revolución para derribar el régimen de Bachel Al-Assad (79% de jóvenes en Jordania piensa así) y el 22% habla directamente de una guerra civil (47% de jóvenes en Libia y el 45% de los de Egipto).
El 36% mantiene que tras las primaveras árabes (que comenzaron en Túnez en 2011) el mundo árabe está mejor que antes, -2 puntos respecto a los que opinaban así en 2015, -18 puntos respecto a la encuesta de 2014 y -36 puntos en relación a los que se pronunciaban así justo un año después de registrarse las primaveras árabes en Túnez, Egipto, Siria, Yemen y, con matices, en Libia.
Existe una pregunta recurrente en relación a la importancia de la prosperidad económica vs la democratización de los países, un debate que, hasta la emergencia de la China capitalista, se saldaba en Occidente con la idea de que el capitalismo iba de la mano de cierta concepción de la democracia representativa liberal.
Esta pregunta se traslada a los jóvenes árabes también y la respuesta parece clara: el 53% considera que es más importante ganar en estabilidad de la región antes que en promover la democracia. Esta opinión es mayoritaria en los países del Golfo (62% respalda la estabilidad frente a la democratización). El 28% de los encuestados se pronuncia en sentido contrario y el 19% no sabe qué responder.
El 67% mantiene que los líderes árabes deben trabajar por mejorar los derechos humanos en sus respectivos países y el mismo porcentaje considera que debe trabajar por mejorar los DDHH y las libertades de las mujeres. Si observamos la división por género, el 66% se pronuncia así frente al 68% de las mujeres. Vemos también que los jóvenes que reclaman con más fuerza este avance se encuentran en Arabia Saudí (90%), Omán y Yemen (87%), Kuwait o Egipto (80%) y los EAU (76%).
Medios de acceso a la información
El trabajo que analizamos se interesa por la manera en la que los menores de 25 años de estos países acceden a la información. Así, el 63% menciona la televisión como fuente de información (+3 puntos respecto al año pasado); el 45% señala la información on line (+5 puntos); el 33% cita las redes sociales (+8 puntos en un año); el 30% se informa a través de amigos y familiares; y el 17% a través de periódicos (-5 puntos respecto a hace un año, una tendencia que se parece mucho a la que está ocurriendo en occidente).
Si se pregunta por las aplicaciones más empleadas para comunicarse, el 62% cita Whatsapp, el 55% Facebook, el 33% Youtube, el 28% Twitter y el 28% Instragram. Datos interesantes si recordamos las principales plataformas de difusión de las protestas durante la primavera árabe.