No se registran grandes variaciones respecto al resultado de las elecciones generales en el sondeo de Simple Lógica, el primero que publica tras las elecciones generales del 26 de junio. Ningún partido pierde apoyo tras las primeras semanas tras conocerse las elecciones y se da la circunstancia de que el PSOE es el único partido que no varía su estimación de voto.
Así, el PP sería la fuerza más votada con el 33.5% de los votos, casi medio punto más que el resultado obtenido el pasado 26 de junio, con el PSOE asentado como segunda fuerza con el 22.6% de estimación de voto, el mismo porcentaje que obtuvo en los comicios. Unidos Podemos ganaría medio punto también al pasar del 20.1% de representación a una estimación del 21.6% de los votos, mientra que C’s mejora en casi un punto el resultado de las urnas al obtener el 14.1% de los apoyos.A pesar de la estabilidad que aporta la estimación de Simple Lógica, sí hay modificaciones cuando nos centramos en el voto directo. El titular más importante es que casi 4 de cada 10 votantes no declara el sentido de su voto: El 16.8% opta por el no sé/no contesta mientras que el 22.2% se movería en torno a la abstención, el voto nulo y el voto en blanco. Recordemos que NC-Report, hace apenas unos días, barajaba un dato de abstención similar al que analizamos en esta ocasión.
El trabajo de campo, a partir de 1023 entrevistas realizadas entre el 1 y el 15 de julio, recoge cómo una gran mayoría de votantes califica de forma crítica los resultados de las elecciones. El 58.6% define como muy negativo (35.9%) o negativo (22.7%) el veredicto de las urnas, casi 9 puntos más que lo que se inclinaban por estas opciones tras las elecciones del 20D. En aquella ocasión, había un 33.9% de votantes que estimaban como positivos los resultados a pesar de la fragmentación parlamentaria creciente.
Pablo Iglesias vuelve a ser el líder que mayor rechazo genera para el 71.5% de los votantes, +4.2 puntos que el rechazo que recibe su inmediato competidor, Mariano Rajoy, cuya labor respalda el 27.3% de los votantes (20.7% en el caso del líder de Podemos). Pedro Sánchez suspende para el 66.7% de los ciudadanos (aprueba para el 25.3%).
El mejor situado vuelve a ser Albert Rivera, cuya labor apoya el 37.9% de los votantes (siendo también el que menor rechazo genera). Alberto Garzón suspende para el 59.6% de los votantes y aprueba para el 30.4%.
Si observamos la fortaleza de los respectivos liderazgos según los partidos, comprobamos que Mariano Rajoy es el que recibe más apoyo entre sus votantes (84.8%), con un respaldo del 30.7% en el caso de los electores de C’s.
Por su parte, Pedro Sánchez es respaldado por el 72.5% de los electores del PSOE y por el 18.2% de los de Unidos Podemos, una relación que no se da en igualdad en el caso de Iglesias. El líder de Podemos es apoyado por el 66.7% de sus electores y sólo por el 11% de los electores socialistas: Casi el 82%, en cambio, rechaza su liderazgo.
Vemos, de nuevo, cómo Rivera es el líder que mejor dato recibe entre sus votantes pero también entre los votantes de los partidos mayoritarios. El 81.7% de los electores de C’s respalda su gestión, que también ve con buenos ojos el 51.2% de los votantes del PP y del 43.9% de los del PSOE.
Por último, Alberto Garzón también vive algo parecido a lo que le ocurre a Rivera: El 77% de los votantes de Unidos Podemos apoya su gestión (casi 10 puntos más que los que apoyan la gestión de Iglesias, por cierto). Recibe también buenos datos entre los electores de C’s (28.9%) y del PSOE (23.4%), siendo éstos unos porcentajes curiosos: En teoría, el elector medio del PSOE debería sentirse más cerca del líder de IU que uno de C’s.