Se suceden los homenajes a Barak Obama en la recta final de su mandato al frente de la Casa Blanca y se hace con las herramientas que le auparon frente a Hillary Clinton en las primarias demócratas y en las elecciones presidenciales de 2008: El apoyo del mundo de la cultura y las redes sociales como plataforma de difusión.

Así hemos conocido el trabajo de Spiros Lena que, sobre la canción «Don’t Go» de Jon Tarifa, realiza un repaso por el Obama más cercano; y lo hace a través de los momentos que la Casa Blanca ha propiciado y utilizado a lo largo de estos ocho años para acercar la figura del presidente al electorado de EEUU pero también a los ciudadanos del resto del mundo que siguió el ascenso del que fuera senador por Illinois al primer presidente afroamericano de EEUU.

En este homenaje se prefiere poner el acento en las imágenes icónicas y en lo que ha significado el mandato de Obama. En ningún momento se recogen las sombras de sus ocho años al frente de la Casa Blanca, con el polvorín de Oriente Próximo o el mantenimiento de Guantánamo como principales referencias.

CODA. Mientras, el presidente de EEUU sigue sin eludir el enfrentamiento directo con Donald Trump en campaña. Como muestra, su respuesta en el show de Jimmy Kimmel a un tuit difundido por la cuenta oficial del candidato republicano a propósito de su legado:

La campaña de Trump, por cierto, sigue centrada estos días en señalar al candidato del GOP como víctima directa del establishment y, en particular, de los medios de comunicación. Por su parte, The New York Times, desde hace meses un baluarte de la campaña de Clinton, publicó esta semana una doble página con aquellos colectivos a los que Trump ha insultado desde que fue designado candidato republicano a las presidenciales:

CODA 2. Así van las últimas encuestas publicadas, según Real Clear Politics: