El sector ‘pablista’ de Podemos se enroca en el ‘caso Espinar’

El viernes se conocerá el resultado de la votación de las primarias que enfrenta las listas que encabezan Ramón Espinar y Rita Maestre para liderar Podemos en Madrid, una batalla que se considera fundamental a juzgar por la sacudida provocada por la filtración de asuntos poco claros que afectan a los candidatos. En el momento de elaboración de este post, la candidatura del senador madrileño todavía seguía con vida, lo que constituye, por sí solo, una noticia de primer orden que puede tener efectos directos en la propia proyección de Unidos Podemos.

A pesar de que las circunstancias por las que fue elegido para adquirir un piso de precio limitado en Alcobendas siguen sin estar nada claras, es posible que el escándalo inmobiliario finalmente le haya beneficiado en su enfrentamiento con el sector errejonista (al que esta vez acompaña Tania Sánchez y los afines de IU-Madrid que la acompañaron en su aventura política) como suelen hacer estas cosas en los partidos tradicionales: Cierre de filas y la emergencia de un sentido de unidad y de comunidad frente a todo lo que pase por cuestionar que el partido que el partido que más habló de ejemplaridad pública ni se plantee que Espinar abandone la primera línea ante un asunto estéticamente feo.

Desde que la Cadena SER salió con la noticia, hace una semana, hemos visto cómo Pablo Iglesias  y buena parte de la dirección de Podemos han empeñado sus propias trayectorias políticas vinculándose a la defensa sin atisbos de Espinar. Durante estos días, se han confirmado que Podemos (que en esta tarea ha estado acompañada por la dirección de IU) lo tendrá muy difícil para resucitar viejas alianzas mediáticas y, sobre todo, volver a dar lecciones de limpieza.

Desde hace días, el llamado caso Espinar ha sido uno de los temas de portadas y escaletas en todos los medios de comunicación con evidentes notas de exageración en la frecuencia de aparición. Si alguien tenía alguna duda de que los dirigentes de Podemos iban a ser escrutados al detalle, estos días está quedando claro que si tienen cadáveres en sus armarios sería mejor que ellos mismos comenzaran a airearlos porque, tarde o temprano, y en función de la conveniencia, se darán a conocer.

Nada nuevo bajo el sol: Nos hallamos ante una consecuencia de la histeria mediática de la que llevamos hablando desde hace años, una histeria de la que Podemos se ha aprovechado y sabido manejar en tiempos de guerra. Lo que olvidaron es que el animal debe ser alimentado también en tiempos de paz aparente, sobre todo en procesos en los que existe una evidente fractura interna, por muchos besos ante las cámaras que se den o declaraciones para cubrir el expediente sobre la noticia que afecta al hombre de Iglesias en Madrid.

Días después de consumarse la crisis interna, queda claro que a Podemos le quedan muy pocos aliados entre los grandes medios de comunicación, sobre todo si mantiene la idea de que todo lo que no sea loarles es una conspiración del establishment. Y eso es un problema de cara al futuro si tenemos en cuenta cómo se segmenta la audiencia entre votantes que siguen la actualidad en Internet (sector donde Podemos sí que goza de mayores apoyos) y los medios de tradicionales, en particular la televisión. De ahí que sea una muy mala noticia la campaña que se ha emprendido de manera más o menos directa contra La Sexta, cadena que catapultó a Iglesias al estrellato hace apenas dos años, que parece empeñada en recuperar ciertos puentes derruidos con el PSOE.

Una buena noticia para el PSOE

La crisis por la compra de la vivienda de Ramón Espinar ha tenido efectos indirectos que conviene no perder de vista. Por parte del PSOE, por primera vez desde el día 28 de septiembre la gestora ha podido respirar aliviado al confluir en los mismos días dos noticias de calado. Por un lado, la inmolación de Pedro Sánchez con Jordi Évole en Salvados, una entrevista concebida como un punto de partida hacia una ruta por el país para escuchar a la militancia del PSOE que, por el momento, no ha comenzado: Sánchez ha desaparecido completamente de las agendas de los medios a falta de que este fin de semana anunciara que este martes estará en EEUU para seguir las elecciones de EEUU, una competencia que, entendemos, sobrepasa con creces su intención de volver a ser secretario general del PSOE.

Por otro lado, el propio caso Espinar ha evidenciado lo que hemos señalado en este blog en numerosas ocasiones: Es imposible hallar un colectivo tocado por la pureza ética extrema, sobre todo si tenemos en cuenta que está formado por hijos de ex dirigentes del PSOE o de líderes que en su día han trabajado para otros partidos o para gobiernos extranjeros. La crisis inmobiliaria del senador de Podemos ha puesto en evidencia una manera de hacer política en la que incluso ellos, siendo activistas, participaron en razón de su propio origen familiar y político. Josep Borrell señaló hace semanas que con Podemos había que entenderse porque su base electoral estaba compuesta por los hijos de votantes socialistas y lo ocurrido estos días parece que le ha terminado de dar la razón.

Ferraz puede vanagloriarse de otra circunstancia: En su peor momento, con Podemos emergiendo como la formación política que podría recibir buena parte del malestar del votante del PSOE por la decisión de abstenerse al PP, la formación morada ha dejado claro, con su estrategia ante un caso tan feo como el que nos ocupa, que tiene un techo electoral y que no parece dispuesto a explorar cambios para convertirse en ese partido de acogida.

¿Conclusión? Es posible que Ferraz pueda conservar su base electoral e incluso haber comenzado a recuperar parte del voto de centroizquierda que se fue a Podemos por la exigencia ética y moral que representó en su momento. Así, es posible que la decisión de la dirección de respaldar a Espinar tenga consecuencias aun más nefastas para la formación a medio plazo, al menos si el PSOE acierta en las próximas semanas y deja a un lado la guerra de trincheras sigue abierta, aunque parece que ya sin Sánchez como aglutinador.

El PP se conforma con seguir acontecimientos con discreción

Génova puede tener entre manos el control de una legislatura a la que se enfrenta como el único partido con suficiente unidad interna como para hacer frente a lo que venga, a la espera de que sigan las respectivas guerras internas tanto en el PSOE como en Podemos. A pesar de tener sólo 137 diputados, Mariano Rajoy decidió componer un Gobierno a su imagen y semejanza, algo menos tecnócrata que el que presentó hace casi cinco años pero con un sesgo partidista, que no político, pronunciado. No importa: haga lo que haga, y dado el ruido que hay entre sus competidores, basta con no moverse en exceso para capitalizar parte del descontento que se comienza a evidenciar entre los desilusionados por la nueva política. Ese consejo, por cierto, parece que también es el que se le ha dado a C’s, formación que estos días elude polémicas.

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Viñeta de Ricardo publicada en El Mundo

Rajoy dio cabida a dirigentes que perdieron el poder en las elecciones autonómicas. Ahí figuran María Dolores de Cospedal o Iñigo de la Serna, que se suman a las cuotas autonómicas que suponen Dolors Montserrat o Juan Ignacio Zoido. Como se aventuraba, siguen Luis de Guindos y Cristóbal Montoro en sus respectivas carteras  (aunque Industria queda ahora bajo el mando de Economía), Fátima Báñez en Empleo, Isabel García Tejerina en Agricultura, Rafael Catalá en Justicia e Iñigo Méndez de Vigo en Educación (aunque asume también la portavocía del Ejecutivo). Soraya Saénz de Santamaría conserva la Vicepresidencia y, parece, gana su particular batalla con Cospedal, que aspira a volver a ser reelegida secretaria general del PP en el congreso que el partido celebrará el próximo mes de febrero. Dos novedades más: Entran Alvaro Nadal (Energía) y Alfonso Dastis (en Asuntos Exteriores).

Sobra decirlo, pero apenas se filtraron nombres de la composición del nuevo Gabinete ministerial debido, sobre todo, a la extrema prudencia con la que Rajoy volvió a moverse. Algunos de los elegidos se enteraron apenas una hora antes de la reunión del presidente del Gobierno con el Rey de que se contaba con ellos en este arranque de la legislatura.

CODA. Recomendamos encarecidamente el post que Violeta Martín publicó este lunes en La Marea sobre sus contradicciones (y la de todos) entre los discursos de la izquierda amplia y el propio comportamiento diario de cada uno de nosotros. Una maravilla con un par de puntos discrepantes: La izquierda sí debería a ser mejor que aquellos que pretende combatir y debería asumir la ejemplaridad pública como algo esencial; y la propia evidencia de que fue Podemos quien fijó los listones de la ejemplaridad desde un puritanismo extremo cargando las tintas contra aquellos considerados como casta por representar a otros partidos con los que pretendía entrar en competencia directa.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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