Los conservadores optan por el discurso duro para frenar a Le Pen

Se cumplieron los pronósticos. François Fillon será el candidato de Les Republicains, una refundación de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), en las elecciones presidenciales cuya primera vuelta se celebrará el próximo 23 de abril. El ex primer ministro de 62 años arrasó en la segunda vuelta de las primarias conservadoras a su rival, Alain Juppé, que partía como el gran favorito: Obtuvo el 66.5% de los votos, es decir, dos tercios de los 4.3 millones de papeletas, lo que volvió a confirmar que la derecha está muy movilizada de cara a las presidenciales.

Todos los sondeos recogen que Fillon será el rival directo de la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, en la segunda vuelta de las presidenciales, una pugna que se puede leer en dos claves que pueden no ser contradictorias:

  • El electorado conservador (pero también de otras sensibilidades) que ha participado en las primarias ha buscado un perfil duro, claramente de derechas, para hacer frente al Frente Nacional y su capacidad de penetración en este nicho electoral con un discurso ultranacionalista e islamófobo. En la elección de Fillon, además, hay cierta contestación hacia la actual UE (no en vano, es un político que no oculta sus simpatías por la Rusia de Vladimir Putin).
  • Alain Juppé, que obtuvo la mitad del apoyo que Fillon el domingo, era visto como el candidato menos malo para la izquierda de cara, precisamente, a esa segunda vuelta de las presidenciales. La duda está ahora en si el electorado de izquierdas dará su confianza, pese a todo, a un candidato con un programa de recortes tan acentuado como el que mostró el ex primer ministro. También si la necesidad de parar al FN será motivo suficiente para obviar su catolicismo militante o sus propuestas sobre combatir el Islam.

Según un sondeo publicado la misma noche electoral, la elección de Fillon habría conseguido lo imposible: Obtendría el 26% de los votos en la primera vuelta frente al 24% de Le Pen. Tanto el PS (liderado por Emmanuele Macron, a la espera de lo que decidan Manuel Valls y Hollande) y Melenchon quedarían por debajo del 15% de intención de voto, lo que nos retrotrae, de nuevo, a la situación que se vivió en el país en el año 2002. Otro sondeo le sitúa en el 32%, aunque en segunda vuelta arrasaría a Le Pen con el 72% de los votos.

En este contexto, será sumamente interesante seguir la estrategia de campaña de los partidos de izquierdas, aunque ya tuvimos un aperitivo durante el fin de semana: El primer secretario del PSF calificó a Fillon de ultraderechista («¡Un ultraderechista ha liquidado al último chiraco-gaullista!»). Este lunes, se rebajó un poco el tono y se calificó de «arcaico» y «ultraliberal» el programa defendido por el ex primer ministro: «Ese orientación porta el germen de la división. Allá donde Alain Juppé aparecía -equivocadamente- como un candidato que podía unir más frente a Marine Le Pen, la radicalidad del proyecto de François Fillon complica el voto de la gente de izquierdas si por desgracia esta no está representada en el segundo turno».

Así, las elecciones presidenciales serán una nueva prueba para comprobar la dimensión de la sima estos partidos y sus votantes. Se da por supuesto que la candidata del FN rebajará sus marcos habituales, que ya tiene ganados, y centrará buena parte de su estrategia en la lucha contra «la globalización, la erosión del Estado del bienestar y los tratados de comercio injustos. (Citará) al economista progresista Joseph Stiglitz para justificar su oposición al euro. Ante la posibilidad de salir de la Unión Europea, (ensalzará) a Charles de Gaulle y su decisión de abandonar la estructura militar de la OTAN».

Es decir, Marine Le Pen va un paso más allá de otras citas electorales y se apropia directamente de algunas de las banderas tradicionales de izquierda. Frente a este discurso, ese votante sólo tendrá a Fillón… con un perfil ultraliberal, católico practicante, muy conservador y que ensalza a Margaret Thatcher como modelo a seguir. Atención a las tentaciones y a lo que pueda ocurrir tras las sorpresas de 2016 en Reino Unido o EEUU.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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