La política catalana no deja de dar sorpresas: Si hace años fue la avanzadilla de los cambios que se avecinaban en términos de fragmentación parlamentaria y nacimiento de nuevas formaciones políticas, ahora se aventuran factores que podrían ser determinantes en la política española a corto y medio plazo. Nos referimos a la impresión de que las aguas comienzan a volver a su cauce inicial, de manera que las formaciones tradicionales recuperan aliento, con matices, frente a las nuevas alternativas políticas, que no terminan de despuntar.
Éstas son las principales tendencias que recoge el sondeo del GESOP para El Periódico, que sitúa a ERC como el partido de referencia para los votantes catalanes, con una intención de voto del 30.7%, -8.7 puntos respecto al porcentaje de voto obtenido por la coalición Junts Pel Sí que conformó con CDC. ERC obtendría entre 48-50 diputados, hasta 14 menos de los que suma el grupo parlamentario del que forma parte en esta legislatura.
Su socio electoral, PDeCat (antigua CDC) se movería en torno al 11.5 % de los votos y entre 15-17 diputados, por lo que, en la práctica, si ambos partidos repitieran fórmula podrían sumar hasta el 42.2% de los votos (dando por supuesto, claro, que todos los votantes estuvieran dispuestos a votar al nuevo partido) y entre 63-67 diputados, un resultado mejor que el registrado por el partido hace un año.
Otro dato a tener en cuenta: la recuperación del PSC, qu evuelve a convertirse en el segundo partido en Cataluña con una intención de voto del 14.4% (-1.7 puntos respecto a las elecciones de 2015) que se traducirían en una horquilla de 15 y 16 escaños. C’s, que en esta legislatura es el segundo grupo en el Parlament, confirma que los comicios de 2015 fueron los de su techo electoral: pasaría del 17.8% de los votos a un 13.5% de intención de voto y se podría dejar hasta 8 diputados en apenas un año.
Su situación es la contraria a la de En Comú Podem, que pasaría del 8.9%de los votos obtenidos hace un año por CSQEP, a una intención de voto del 12.3%, que se traduciría en 15-16 escaños. Esta estimación, sin embargo, obliga a mantener la prudencia y a señalar lo que hemos apuntado con anterioridad: A pesar de la mala situación que arrastra el PSOE, que arrastra en buena medida al PSC también, el partido no logra ser alternativa viable a los socialistas y se conforman con ser la cuarta opción parlamentaria. Un detalle no menor si recordamos la importancia de Cataluña en las victorias electorales del PSOE tradicionalmente.
El PDeCat, el partido del actual presidente de la Generalitat, sería la quinta opción para los catalanes con el 11.5% mientras que la CUP pierde hasta 3 puntos en intención de voto (y 4 de los 10 escaños obtenidos hace un año). El PP, por su parte, apenas registra movimientos, por lo que podría mantener los 11 diputados que tiene en la actualidad.
En voto directo, ERC vuelve a ser el partido mejor situado, con un 25.8% que señala hoy que votaría por sus siglas; este dato, como hemos señalado en otras ocasiones, incide en que hay poco margen para crecer electoralmente, salvo que la formación sea capaz de atraerse parte del voto que podría recalar en la CUP o en En Comú Podem si atiende al eje izquierda/derecha.
El PSC recibe un voto directo del 9.9%, un punto más del que obtiene En Comú Podem o el PDECat (8.6%).. Como es habitual, C’s se queda en el 6.5% de voto directo (-7 puntos respecto a su estimación final, lo que habla de un importante voto oculto) y el PP obtiene un 3% (casi -5 puntos menos que el voto estimado). La CUP se queda en el 3.4, con un 17.8% que no se pronuncia sobre el sentido de su voto y un 7.5% que mantiene que optará por la abstención.
En cuanto a la fidelidad del voto, JxS es la formación que mantiene a la mayor parte de su electorado (80.9%) frente a otros partidos, que recogen registros mucho más bajos: El 63.6% de los votantes del PP volvería a votar por sus siglas frente al 58.6% del PSC o el 58.6% de En Comú Podem. En el caso de C’s, sólo conserva al 55.9% de sus votantes, mientras que la CUP se hunde del todo y sólo mantiene al 38.6% de sus electores.
El GESOP, que elabora este sondeo a partir de 800 entrevistas realizadas entre los días 12 y 14 de diciembre, pregunta también por los líderes políticos, con una novedad. Hay hasta cinco responsables políticos que obtienen el aprobado (a diferencia de lo que ocurre en el resto del país). Es el caso de Oriol Junqueras (5.9), de Carles Puigdemont (5.6), de Xavier Domènech (5.4), de Ada Colau (5.1) y de Miquel Iceta (5). El resto de líderes se sitúan ya por debajo del aprobado, como le ocurre a Rabell, portavoz de CSQEP (4.5), Anna Gabriel (4.4), Inés Arrimadas (3.5) y de Xavier García-Albiol (2.7).
Respecto al trabajo del presidente de la Generalitat, el 51% respalda el trabajo de Puigdemont en lo que llevamos de legislatura, con un 39.9% que lo suspende.
Debate identitario
El sondeo del GESOP también se ocupa de pulsar la opinión sobre el Proces, con datos curiosos que explicarían el interés de propios y ajenos por lo que parece un intento del Gobierno por reconducir todo el debate que cristalizó en Cataluña en el año 2012. Una ide que contrasta, por cierto, con las tesis defendidas por líderes de Podemos como Iñigo Errejón, ahora muy interesado en enganchar con buena parte del malestar que se canalizó en el independentismo.
Así, el 49.6% estaría a favor de convocar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, con un 48.8% que se posiciona en contra; en el caso de que el referéndum fuera legal y pactado con el Estado, el 35% estaría a favor de ir a esa cita (con un 13.8% que se posiciona en contra sea cual sea el término).
Si se convocara el referéndum, el 64.3% iría a votar seguro (52.8%) o casi seguro (11.5%) mientras que 32.7% no lo haría seguro (26.4%) o probablemente no lo haría (6.3%). Entre los que irían a votar, el 48.9% se pronunciaría a favor del sí y el 40.3% a favor del no.
El GESOP pregunta por la opinión de los catalanes sobre cómo acabará finalmente el proceso que arrancó en la Diada de 2012: Así, el 44.3% mantiene que habrá un acuerdo entre Cataluña y España (+5 puntos respecto a los que se pronunciaban así en septiembre de 2015); el 27.6% vaticina que se abandonará el proyecto por falta de apoyo (+5 puntos); el 18% considera que todo se resolverá con la independencia de Cataluña (-4 puntos).
El 65.1% no cree es posible que la solución pase por el diálogo entre Cataluña y el resto del país (77.9% de votantes de JxS, el 75% de la CUP y el 70.1% de CSQEP se posicionan en estos términos). Mientras, el 36.2% apuesta por mantener los puentes de conversación entre Madrid y Barcelona (48.5% de electores del PP y 45.9% de los del PSC).
En el caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy hiciera una oferta a Cataluña, el 72.3% considera que la Generalitat debería aceptarlo, frnte al 21.5% que se posiciona en el lado contrario.
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