Pedro Sánchez firmó su sentencia de muerte cuando, en horario de máxima audiencia, asumió ante Jordi Évole, presentador de Salvados, el papel de un mártir político que, en el momento de su caída, asumía en público su acercamiento a Podemos, el principal rival del PSOE desde que dio la campanada en las elecciones europeas. Entonces, asumió con firmeza que comenzaría una ruta por las distintas federaciones para ganar apoyos de cara a las primarias para elegir secretario general, una convocatoria que pedía que se celebrara cuanto antes.
Entonces escribíamos que tanto él como su entorno sabían del daño que podía hacer prolongar la situación de interinidad del PSOE a su candidatura por un hecho básico: Además de lo costoso que es mantener una campaña permanente, en estos momentos todo se juega en el Parlamento, donde ya llegaron todos los actores políticos relevantes de este momento histórico. La actividad parlamentaria y la propia actuación del Gobierno dificultan sobremanera que los medios puedan dirigir su atención a otros focos informativos, como experimentaron con toda crudeza durante años los distintos líderes de IU e, incluso, de UPyD.
En una democracia tan mediatizada como la nuestra, la ausencia en los medios conlleva riesgo al olvido de un rostro popular cuando éste no ocupa programas informativos de televisión. Es lo que le ha ocurrido a Sánchez, que sólo ha protagonizado dos actos con militantes (en Xiribella y El Entrego): A la espera de su retirada definitiva, huele a cadáver político y ya comienza a asumirlo. Junto a su ausencia en actos claves de militantes que simpatizaron con su proyecto, Sánchez sólo tiene presencia en su perfil de Twitter, donde valora algunas de las noticias de más impacto, o en los medios por los actos organizados por mandos intermedios que le solicitan una respuesta que el ex secretario general se niega a facilitar.
Viñeta de Gallego & Rey en El Mundo
Sánchez ha decidido tener un perfil muy bajo, casi ausente, en buena medida por su negativa a responder la única pregunta que interesa en estos momentos: ¿Será candidato cuando se convoquen las primarias para elegir a la persona que estará al frente de la Secretaría General y, presumiblemente, líder del partido en las próximas elecciones generales? La respuesta de Sánchez, vía El Mundo, hace unos días, no pudo ser más clara: «No hablaré de mi candidatura hasta que no se convoque oficialmente el congreso federal». Y obliga a movimientos de sus partidarios para evitar que Díaz consume el control del partido.
Sobra decir: Si su candidatura marchara todo lo bien que esperaban él y su entorno, Sánchez lideraría la ola informativa, exponiéndose a diario en los medio, como ocurrió hace unos meses con Albert Rivera o Pablo Iglesias. Ambos proyectos se cimentaron en los platós de televisión, que consideraron fundamental dar la voz a los líders de dos opciones políticas extraparlamentarias en Madrid. Ya conocemos el resultado.
Susana Díaz o Patxi López
La gestora que preside Javier Fernández sigue empeñada en seguir el calendario previsto en octubre. Este miércoles, se reunirá para convocar el Comité Federal en el que se decidirá, seguramente, el calendario que seguirá el partido hasta la celebración del congreso extraordinario del que saldrá la nueva dirección y, se supone, la nueva estrategia para toda la legislatura.
Hasta el momento, sólo Susana Díaz parece dar movimientos que indican que estaría dispuesta a dar el salto a Madrid, aunqueel nombre de Patxi López ha comenzado a circular como la persona que estaría consiguiendo los apoyos de buena parte del equipo que rodeó a Pedro Sánchez, como Óscar López, Rodolfo Ares o su secretario de Organización, César Luena, que buscaría redención tras los movimientos en el Comité Federal que acabó con la dimisión de Sánchez. Las últimas fuentes hablan de un acuerdo con Eduardo Madina, que en julio de 2014 perdió la batalla de las primarias frente a Pedro Sánchez, con el fin de llegar a las primarias con una lista de consenso entre las distintas facciones enfrentadas.
En el caso de que Sánchez decida también disputar el liderazgo del PSOE, tal y como señalan los suyos, los últimos movimientos de algunos de sus fieles dan a entender que no conseguirá los apoyos necesarios: Se da por supuesto que los socialistas vascos y los baleares, a los que se habrían sumado los líderes del partido en Murciao o Navarra, ya trabajan en una opción alternativa tanto a Sánchez como a Susana Díaz y es ahí donde el ex lehendakari cobra protagonismo. Según publica estos días diarios como La Razón o Público, habría en marcha una operación para lograr una bicefalia, con Susana Díaz al frente de la Secretaría General del PSOE y Patxi López como futuro candidato del partido a disputar la presidencia del Gobierno.
Ferraz afronta el nuevo año con buenas noticias: La guerra interna de Podemos está dando suficiente munición para que los medios se estén centrando en los movimientos que acabarán, presumiblemente, con la celebración de la Asamblea ciudadana Vistalegre II. Ese escenario, y la constatación de que los sondeos sobre intención de voto indican que sus expectativas electorales han dejado de caer y que, hasta el momento, sus votantes más críticos no han ido a parar a ningún partido político les puede permitir ser moderadamente optimistas, a la espera de dar con una solución que les haga salir del callejón sin salida en el que se metieron voluntariamente.
Será interesante comprobar si, como muchos esperan, se prepara una candidatura de un «mirlo blanco» como la que en su día encabezó José Luis Rodríguez Zapatero, alguien con imagen de renovación y, sobre todo, con capacidad de unir a las distintas familias políticas enfrentadas.