Se confirmaron los rumores: El ex lehendakari socialista, Patxi López, dará este domingo un paso al frente para convertirse en el próximo secretario general del PSOE, un partido que lleva descabezado desde la dimisión de Pedro Sánchez. El dirigente socialista, breve presidente del Congreso en la anterior legislatura, es el único que, por el momento, manifiesta su intención de disputar el liderazgo del partido en las primarias, previstas para el próximo mes de mayo, y que será ratificado en el 39 Congreso que el PSOE celebrará entre los días 17 y 18 de junio, fecha aprobada en el Comité Federal que tuvo lugar este sábado en la sede de Ferraz.
La reunión, que sirvió para que el presidente de la gestora, Javier Fernández, apelara a la unidad en un mensaje con referencias indirectas a la posición de los críticos, confirmó lo que hemos sostenido durante estas semanas: Que Pedro Sánchez es un cadáver político, aunque él no lo asuma todavía, y que la mejor muestra de su condición es su incapacidad para influir en la decisión de acortar el calendario con el fin de que el PSOE vuelva a la normalidad.
La gestora se ha salido con la suya y, al tiempo que las relaciones con el PSC se encauzan, ha logrado apoyo para cumplir con el plan previsto tras la dimisión de Sánchez como secretario general: Prolongar la situación de interinidad del partido hasta el verano, con el objetivo de que el cambio no se centre sólo en la llegada de un nuevo líder. Con mucha más tranquilidad y menos visceralidad que en otoño, se ha propiciado tiempo para que el partido pueda armarse internamente con el fin de poder proyectarse, en un futuro próximo, como una alternativa real al electorado, algo que dependerá mucho de cómo salga el proceso interno de Unidos Podemos.
Como hemos señalado en otras ocasiones, este retraso complicaba la vida y la propia supervivencia del proyecto liderado por el ex secretario general, que durante estas semanas se ha molestado en permanecer más activo de lo normal aunque sin ratificar si finalmente será candidato a la Secretaría General o no. Es posible que esta mayor exposición en las redes sociales haya sido la respuesta a las informaciones que apuntábamos hace unos días en torno a los movimientos de personas muy cercanas a su mandato que habrían estando barajando otras opciones políticas.
Viñeta publicada en Diario Sur
Las opciones de Patxi López
El anuncio de López confirma esta hipótesis, por lo que, a la espera de que Susana Díaz se decida o no a dar el salto a Madrid, queda claro que la candidatura del ex lehendakari acaba con las posibilidades de Sánchez para volver a liderar el partido. Además de su trayectoria política, está considerado como uno de los dirigentes que trabajan por unir el partido en tres sentidos: Goza de buen predicamento entre las bases y dirigentes vinculados al sanchismo; es bien visto entre los que no estaban cerca de Sánchez pero se posicionaron en contra de la abstención a la investidura de Mariano Rajoy; y no provoca rechazo frontal en los defensores de una posible candidatura de Susana Díaz, que esta semana comienza una ruta por las distintas agrupaciones del partido, en teoría para pulsar los apoyos que podría tener.
A pesar de la imagen negativa que tiene entre el electorado vasco, con hitos como valorar el comunicado de fin de la actividad terrorista de ETA desde EEUU o por su dedicación profesional exclusiva al partido, Patxi López tiene buen predicamento en el resto del país. Se le considera un hombre del partido, en el buen sentido de la expresión, y previsible. Sólo hubo un momento en el que se rompió esa imagen: Su decisión de apoyar a Sánchez frente a Eduardo Madina (candidato de su federación), en las primarias que el partido celebró en el verano de 2014, después de descartarse él mismo como candidato a suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba.
Desde entonces, López ha permanecido al lado de Sánchez, por lo que puede proyectarse como una persona de consenso para todo el sector crítico o vinculado al sanchismo y, al mismo tiempo, como un dirigente respetuoso con el funcionamiento interno del partido y las decisiones adoptadas por los órganos federales. Recordemos que el ex lehendakari fue una de las personas que retiraron en el último el apoyo a Sánchez ante el intento de pucherazo en el Comité Federal que acabó con su dimisión y que, a pesar de no estar de acuerdo con la decisión de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, acató la decisión orgánica del partido.
Ahora, López da un paso más. Su entorno confirma que su candidatura se vincula con el «Ni Su ni Sa» del que hablábamos hace unos días, es decir, que se pondría al frente de un proyecto que persigue superar el enfrentamiento visceral entre los partidarios de Pedro Sánchez y los de Susana Díaz. En este punto, no sería descartable que finalmente Sánchez saliera públicamente a mostrar su apoyo a Patxi López en el que sería el último gran gesto de derrota del ex secretario general.