El martes avanzamos cuál será el tono previsible de la campaña de las primarias del PSOE, a falta de que Susana Díaz dé el paso definitivo y anuncie su candidatura a liderar el partido: Polarización entre las posturas defendidas por la presidenta de la Junta de Andalucía, dirigida a alejarse de Podemos y de lo que signifique cualquier giro brusco a la izquierda; y la defensa de Pedro Sánchez del poder de las bases del partido, con la defensa cerrada del «no es no» a Mariano Rajoy y la crítica a los barones socialistas por decidir lo contrario.
Una encuesta de urgencia de NC-Report publicada por el diario La Razón entre la base electoral del PSOE confirmaría algunas de las reflexiones que hicimos en el post de ayer: No está nada claro que el partido sea ese organismo de rebelión interna que Pedro Sánchez y su entorno creen y que es posible que el ex secretario general socialista vuelva a sufrir un revolcón considerable.
De acuerdo a los datos de NC-Report, a partir de 300 entrevistas a votantes del PSOE, realizadas entre los días 24 y 28 de enero, el 23.7% considera que Sánchez tiene el apoyo de las bases, un porcentaje que supera Patxi López (27.3%) y, sobre todo, Susana Díaz (37.7%). El 40.3% considera, además, que la presidenta de la Junta de Andalucía podría ganar si fuera candidata a las elecciones generales, más de 15 puntos por encima de los que piensan que Patxi López (24.7%) o Sánchez (24.3%) serían mejor opción.
Así, el 44.3% no avala que Sánchez se haya decidido finalmente a disputar el liderazgo del partido (el 35% sí lo apoya), mientras que el 65% respalda que sea Susana Díaz la que finalmente anuncie que participa en las primarias del partido (23.7%). El 73% no cree, además, que deba dejar su puesto al frente de la Junta andaluza si se convierte en la secretaria general. Conviene tener en cuenta, no obstante, que el trabajo de campo se realizó mientras Sánchez protagonizaba anuncios que apuntaban cuál sería su decisión final, antes del anuncio oficial de que será candidato.
En cuanto a las reglas internas del partido, llama la atención que el 48.3% prefiera que se pacte una lista única frente a los que prefieren las primarias (40%). Estos porcentajes nos retrotraen, por lo tanto, a posiciones que han defendido líderes tradicionales del partido como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que siempre denunció el sistema de primarias entre las bases por acarrear más problemas que beneficios.
En cuanto a las decisiones ideológicas adoptadas por el partido durante estos meses, el 55.5% apoya que el Comité Federal finalmente aceptara abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy (el 39.3%no está de acuerdo). Así, el 56.3% valora bien o muy bien los acuerdos alcanzados entre el PP y PSOE estos meses (frente al 35% que lo ve mal o muy mal). Con estos datos, no resulta tan chocante que el 64% de los votantes socialistas no esté de acuerdo con la posibilidad de un acercamiento entre el PSOE y Podemos, algo que, no olvidemos, el propio Pedro Sánchez defendió en el acto en el que desveló su candidatura.
Si tenemos en cuenta estas premisas, parece que a esta altura del partido la candidatura de Sánchez no tiene visos de prosperar entre la militancia. Ante la duda de a quién perjudicaría su salto al ruedo, se confirmaría que Patxi López podría ser el principal damnificado de la división del voto crítico ante la posición de la gestora. Si elimáramos a Sánchez de la ecuación, es posible que López superara a Díaz en las dos primeras cuestiones: Sus posibilidades de gozar de más apoyo entre la militancia y sus opciones de ser mejor candidato para disputar las generales.