A la espera de que Susana Díaz anuncie su candidatura a las primarias para liderar el PSOE, algo que no ocurrirá hasta después del Día de Andalucía, este martes, los datos muestran que, ni mucho menos, goza del favor de los votantes socialistas. El sondeo mensual de Simple Lógica, que esta vez incluye los nombres de Patxi López y de Susana Díaz en la terna con Pedro Sánchez, confirma este punto: La batalla por ganarse el favor del electorado del PSOE no se libra entre el ex secretario general y la presidenta de la Junta de Andalucía, sino entre Sánchez y Patxi López, que se postula como el preferido entre la base electoral socialista.
En términos de valoración de líderes, Susana Díaz suspende para el 72.1% de los votantes, porcentaje que sólo superan Pedro Sánchez (73.4%) y Pablo Iglesias (75.6%), que vuelve al ser el líder que mayor rechazo genera entre los votantes. Patxi López, por su parte, suspende para el 59.3% de los votantes, el mejor dato con permiso de Albert Rivera (55.3%), y se convierte en el segundo líder con mejor dato de aprobación (30%) después del líder de C’s (29.2%).
Las cosas cambian cuando incluimos recuerdo de voto. La presidenta de la Junta es la persona que obtiene peor dato entre su base electoral: .Sólo el 34.7% respaldaría su gestión, dato que se convierte en el 35.7% entre los votantes del PP. Es decir, Díaz recibe mejor puntuación entre los electores de otro partido que, por supuesto, no la votarán en el caso de que a partir de mayo lidere el PSOE.
Tras este dato, la pugna se dirime entre Sánchez y López. El ex secretario general del PSOE obtendría el apoyo de la mitad de sus votantes (50.3%) y del 34.1% de los de Unidos Podemos (que, salvo sorpresa, tampoco le darán su confianza en el caso de liderar el partido).
Por su parte, Patxi López es el líder socialista que mejor dato obtiene entre sus votantes (54.2%), consiguiendo un 33.56% entre los votantes de C’s y un 30.5% entre los de Unidos Podemos. En la práctica, López saca 20 puntos a Díaz entre los electores socialistas, un escenario que se contradice con la propia evolución de su campaña en las primarias frente al choque de trenes que suponen Sánchez y la propia Díaz, con el añadido de que una victoria de uno de los no garantiza, ni mucho menos, que el partido se recupere internamente.
Mariano Rajoy suspende para el 68.6% de los votantes pero, entre su base electoral, la aprobación llega al 82.6%, el dato más alto de los registrados en este sondeo, realizado a partir de 1005 entrevistas recogidas entre los días 6 y 10 de febrero. Pablo Iglesias, por su parte, suspende para el 75.6% y tampoco despunta entre sus votantes (el 53.6% apoya su gestión), datos que contrastan con los que recibe Alberto Garzón (63.5% de desaprobación entre el electorado general y aprobación el 73.1% entre los electores de Unidos Podemos). Por último, Albert Rivera vuelve a ser el político que menor rechazo genera y, entre los suyos, la aprobación roza el 80%.
En cuanto a intención de voto, el PP sería el partido más votado con el 31% de los apoyos,
-2 puntos respecto a los resultados de las elecciones generales del 26J y -2.9 puntos respecto al sondeo realizado en el mes de diciembre (-2.4 si lo comparamos con el trabajo de enero, no hechos públicos por Simple Lógica). Unidos Podemos se consolida como segunda opción con el 22.6% de los votos (+1 puntos respecto a su representación actual, +1.6 puntos respecto al mes de diciembre y, lo que da que pensar, un resultado idéntico al sondeo elaborado en enero, en mitad de la batalla interna de la formación morada).
La novedad llega de la mano del PSOE: Se queda en el 21.4%, -1.3 puntos respecto a las últimas elecciones, pero sube 1.5 puntos respecto al dato registrado en diciembre y +3.2 puntos si lo comparamos con la intención de voto del mes pasado. Sea como fuere, estamos ante un dato positivo para los interese de Ferraz si tenemos en cuenta el proceso en el que está inmerso, la fuerte crítica interna que está generando la posición de la Gestora y la movilización del sanchismo y, sobre todo, la ausencia de un liderazgo claro en un sistema tan presidencialista como el nuestro. Aunque Simple Lógica no aporta atribución de escaños, es muy probable que este porcentaje de voto les permitiera a los socialistas quedar por delante de Unidos Podemos en número de diputados.
C’s, con el 13.7%, ganaría 0.7 puntos en comparación con las elecciones de junio, por lo que se confirmaría que las dos formaciones que representan «la nueva política» siguen en ascenso en intención de voto.
En voto directo, el PP aparece como el partido más movilizado (16.1%), seguido de cerca por Unidos Podemos (14.8%) y el PSOE (12.1%). El 10.1% señala que votaría por C’s, lo que deja muy poco margen de crecimiento respecto al voto decidido ya. Como viene siendo habitual, el dato clave vuelve a ser el del 40.4% que no declara el sentido de su voto: El 22.4% optaría por la abstención, el voto en blanco o nulo, y el 18% por la abstención o prefiere no responder.
En cuanto al grado de fidelidad que despiertan las distintas siglas, Unidos Podemos es el partido que amarra más voto entre los suyos: El 76.1% repetiría el sentido de su voto, con un 8% que se abstendría en el caso de nuevas elecciones. Por su parte, el PP conserva al 75.1% de su electorado, aunque pierde un 6%, que iría a parar a C’s. El partido de Rivera, por su parte, conserva al 64.5% de sus votantes y su principal fuga de votos la constituye la abstención (14.9%), algo que también le ocurre al PSOE: Pierde el 18.6% de sus votantes, que se iría a la abstención, mientras que mantiene el 58.9% de sus votantes. Un 4.2% votaría esta vez por Unidos Podemos.