Los sondeos sobre intención de voto publicados a lo largo del mes de febrero confirman que el Partido Socialista portugués vive en una permanente luna de miel, siendo el principal beneficiado de la situación de estabilidad parlamentaria y recuperación económica del país, que lo convierte en poco a poco en uno de los países de moda del grupo PIGS: Por un lado, hemos sabido de la firma de acuerdos con España como el que permitirá crar en Viana do Castelo la primera Plataforma Eólica Fluctuante que surtirá energía eléctrica a la red lusa; por otro, Portugal se postula como un foco de atracción de jubilados europeos; y el país se prepara para impulsarse como destino turístico con la elección de Lisboa como capital Iberoamericana de la Cultura.
Parece que sopla el viento a favor del primer ministro y de su partido, el único en la Internacional Socialista europea que puede presumir de estabilidad política y proyección electoral (no en vano, el candidato socialista a las presidenciales francesas visitó el país hace unos días para conocer de primera mano el modelo de coalición de izquierdas que permitió sacar adelante la moción de censura contra Pedro Passos Coelho y nombrar a António Costa primer ministro)
Así, con un 39.9% de media, el PS sube casi medio punto respecto a hace un mes, con un sondeo, el de Aximage, que le otorga un 42% de apoyo (+10 puntos respecto a las elecciones legislativas de otoño de 2015). Respecto a la media, sube 7.6 puntos y saca 12 a su inmediato rival, el PSD de Pedro Passos Coelho.
El partido de centroderecha se movería en torno al 27.8% de los apoyos, +0.6 puntos respecto a la media de los sondeos del pasado mes de enero, lo que, sumado al 6% que recibiría el CDS, le permitiría colocarse en un 33.8% de los apoyos si se repitiera una coalición electoral como la que se dio en las últimas elecciones legislativas. En la práctica, ambos se habrían dejado 4.8 puntos en intención de voto durante estos meses, una situación que también se produce en los socios parlamentarios de António Costa.
El Bloco de Esquerda (BE), que pasa por ser el partido hermano de Podemos en España, caería al 8.8% de los votos, -0.5 puntos respecto al mes de enero y -1.6 puntos si lo comparamos con su representación actual. El CDU, coalición en la que se integra el Partido Comunista luso, obtendría un 8.1% de media, casi un punto más que hace un mes y prácticamente el mismo porcentaje de voto que consiguió en los últimos comicios.
Y todo ello a pesar de los avisos de la Comisión Europea, que alertó de los «excesivos desequilibrios» que se dan en el país debido a los altos niveles de endeudamiento público y privado (130% del PIB), de la situación de su banca, del elevado volumen de crédito no pagado (10.5%), de la tasa de desempleo (11,1%) y de la baja productividad a pesar de que la economía cerró con un crecimiento del 1.4%.