Lo peor que le puede ocurrir a un político es que su trayectoria se base en responder, en ser incapaz tomar la iniciativa y centrarse en reaccionar ante los acontecimientos, porque eso proyecta una imagen de debilidad y de ser víctima de una realidad que le sorprepasa. Hay que ser de una pasta muy especial, como le ocurrió a Mariano Rajoy a partir de 2015, para sobreponerse a ese escenario y, además, poder reinventarse. Lo que ha sucedido este fin de semana en torno al liderazgo del PSOE comienza a oler de esa manera.
La presidenta de la Junta de Andalucía ha amagado en varias ocasiones con dar el salto a la política nacional, intención que podría convertirse en una realidad a finales de mes. Fuentes socialistas filtraron ayer que Susana Díaz anunciará el próximo 26 de marzo que será la tercera candidata a disputar las primarias para hacerse con el control de la Secretaría General. El anuncio del anuncio se produjo poco antes del multitudinario acto de Pedro Sánchez en Cádiz y de Patxi López en Getafe.
Si se confirma, sería la primera vez, desde 2013, que Díaz lleva a cabo lo que se espera de ella y, a diferencia de otras ocasiones, no parece que estemos ante una decisión firme, sino ante un movimiento que suena a obligación moral a su partido. Así, podemos recordar hasta tres situaciones en las que se han registrado operaciones alentadas por medios de comunicación y afines a la presidenta andaluza, distintos procesos que terminaron con ella misma remarcando que su presente y futuro próximo se encontraba allí.
El primero tuvo lugar poco antes de la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando se daba por hecho que un mal resultado en las elecciones europeas, en mayo de 2014, sería el remate para dos años de confrontación interna apenas disimulada entre los partidarios del secretario general y los que en su momento defendieron la candidatura de Carme Chacón. Una fractura abierta en febrero de 2012 y que nunca terminó de cicatrizar.
Volvió a suceder tras las elecciones generales de 2015, en aquella semana aciaga que apenas se quiere recordar en la que Pedro Sánchez ganó tiempo ante los que que pedían su cabeza por unos «resultados históricos» (positivos para Sánchez, negativos para cualquiera que supiera sumar). El partido decidió a finales de año esperar a las negociaciones de investidura para comprobar si, como Sánchez mantenía, el PSOE podría llegar a La Moncloa.
Tras la marcha de Sánchez, han sido numerosas las voces que volvieron a pedir, dentro del partido, que Díaz diera un paso al frente. Entre sus afines, nuevos y antiguos, se ha defendido su idoneidad por ser la única baronesa que mantiene el control histórico de su territorio. Sus detractores, en cambio, ponen el énfasis en que, desde hace tres años, la presidenta de la Junta ha intentado hacer política en Madrid presionando desde las sombras, lo que ha terminado achicharrando su imagen pública.
Existe un tercer grupo, el de sus detractores ideológicos, que destaca que es una política que puede funcionar en el sur de España (Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, con algún ramalazo en Madrid o Comunidad Valenciana) pero no en el resto del país. Y ya sabemos que buena parte de los problemas que arrastra el socialismo es su pérdida de la centralidad en territorios clave como Cataluña y su caída a la tercera posición o cuarta en Euskadi, Cantabria, Asturias o Galicia.
Una buena semana para Sánchez
Lo cierto es que la filtración sobre el anuncio de Díaz se enmarca en una estrategia extraña, que ha coincidido con movimientos que daban a entender que daría el salto para disputar la Secretaría general del PSOE en las primarias convocadas el próximo mes de mayo, pero sin confirmación oficial.
Su tardanza en dar un paso al frente ha alimentado todo tipo de hipótesis: Hay quien sostiene que la gestora no admitiría un paso atrás (esto es, que no se presente), y con ese objetivo ha fichado al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero para trabajar en la renovación del proyecto político que se presentará en el congreso. Otras fuentes, en cambio, apuntaron presiones precisamente para que no se presente, lo que supondría asumir la derrota sin ni siquiera haber dado finalmente el paso. Tal y como señalábamos hace unos días, el gran beneficiado de esa posibilidad podría ser Patxi López y su discurso de no buscar la confrontación entre militantes durante los próximos meses.
Esta incertidumbre, que su equipo ha defendido siempre como una manera de medir los tiempos en su beneficio, se ha traducido en varios escenarios que han ido en contra de su propia imagen: Incertidumbre interna en Andalucía, donde el PP recupera apoyo electoral poniendo el énfasis en que Díaz no está pensando en la CCAA sino en Madrid; malestar entre los partidarios que la han apoyado en el PSOE, que ven cómo el resto de candidatos ya tienen más que perfiladas sus campañas de cara a las primarias; y un espacio enorme que se ha dejado al que se prevé como principal rival en el proceso de primarias socialistas, Pedro Sánchez, que encadena una buena semana con datos positivos y titulares grandilocuentes.
El primero: El sondeo de Sigma Dos para el diario El Mundo le sitúa como el favorito entre los votantes para tomar las riendas del partido. Sánchez obtiene un 31.3% de apoyo (43.9% entre los electores del PSOE y entre el 33.77-32.1% entre los menores de 65 años), con Patxi López en el 27.6% (31.8% entre sus votantes y 43% entre los de C`s). Susana Díaz, que todavía no ha anunciado su candidatura, obtiene un apoyo del 25.4% (18.6% entre los votantes socialistas, entre los que, suponemos, se encuentran los militantes que decidirán con su voto al próximo líder del partido).
La presidenta de la Junta obtiene una valoración del 4.41 (4.7 entre los votantes del PSOE), siendo la única que recibe un aprobado entre los que votan al PP (5.2). Sánchez se queda en el 4.28, que se convierte en 5.9 entre los votantes de su partido, mientras que Patxi López, cuya campaña está haciendo bastante menos ruido, recibe mejor puntuación entre el votante en general(4.63) y levemente mejor que la de Sánchez entre sus votantes (6).
Además, el 64.3% considera que la gestora debería haber convocado el 39º Congreso Federal, previsto para el próximo mes de junio, mucho antes, opinión que comparten 7 de cada 10 votantes socialistas.
Segundo titular: El equipo de Sánchez lanzó una campaña de crowdfunding para financiar su campaña hasta las primarias. En unas horas, recaudó 24.000 euros, cantidad que le da para cubrir el coste total que había previsto para lanzar su nueva oficina y para la organización de actos. En el momento de elaboración de este post, el contador de su web mostraba que habían recaudado 75.000 euros en distintas campañas de cara a las primarias, con aportaciones de entre de entre 10 y 300 euros:
Tercer titular: De acuerdo con los datos difundidos por el equipo del ex secretario general, 68.000 militantes socialista estarían detrás de Sánchez, lo que supondría que controla el 40% del censo total. El dato tiene truco: Los registrados no tienen que demostrar su militancia en el partido, por lo que hay que tomar estos datos con enorme precaución tanto por el origen del dato (el equipo de Sánchez) como la manera en la que es está llevando el registro.
Si este dato fuera cierto, Sánchez superaría los 62.477 de los 128.313 militantes (el 67% del censo total que entonces era de 198.123 afiliados) que votaron su candidatura en las primarias que le ganó a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias en verano de 2014, con el apoyo nada indisimulado de la federación andaluza o la valenciana.
Por lo tanto, si al final se plasmara en la votación, se confirmaría que el partido está dividido en al menos dos grandes grupos, lo que dificultaría la gestión del día después. Sobre todo si, como parece, el sanchismo finalmente tira de realismo político y opta por revisitar su famoso «no es no» descartando presentar una moción de censura a Mariano Rajoy. Al menos es lo que hace unos días defendió su equipo en un off the record: «Podemos decirle no a Rajoy sin necesidad de presentar una moción de censura».
Cuarto titular: La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, defendió en un vídeo la idoneidad de Pedro Sánchez para volver a liderar el partido. El aludido, por su parte, volvió a llenar ayer un acto organizado en Cádiz en el que se consumó el giro del «No es no», leit motiv de su trayectoria en los últimos meses, al «Sí es sí», un intento nada disimulado de enlazar con una campaña en positivo y, a ser posible, que aleje la idea de que actúa movido por el rencor y la venganza contra quienes le traicionaron. Un movimiento osado en un solo fin de semana que coincidió con el mensaje de López dirigido a remarcar el riesgo de ruptura en el partido, con actos bastante más discretos que los protagonizados por Sánchez.
La buena semana del sanchismo ha despertado todas las alarmas en Ferraz, que habla del día después a las primarias. Según Gonzalo López-Alba, en elconfidencial: «Si gana Sánchez, a quien los oficialistas reconocen que puede conseguir hasta el 35% de los votos (…) recuperará el trono, pero no tendrá poder, así que los menos sectarios de entre los suyos reconocen que no le quedaría más remedio que entenderse con los presidentes autonómicos, que tienen el poder real que emana de los gobiernos regionales y los presupuestos que manejan» . Sin embargo, el empuje de la candidatura de Sánchez abre también otra posibilidad: La de una escisión, a la manera del movimiento ¡En Marcha! de Emmanuel Macron, si pierde las primarias el próximo mes de mayo.
Por el momento, los diferentes equipos están empeñados en depurar los censos en las distintas agrupaciones mientras los candidatos multiplican sus apariciones: Díaz insiste estos días en apuntalar su perfil de mujer de Estado, con llamamiento al resto de partidos para firmar un pacto contra la violencia de género. Por su parte, tanto Sánchez, que ha fichado en su equipo a uno de los principales adversarios de Díaz en el PSOE-A, como López han estado en Andalucía, conscientes ambos del peso que esta federación tendrá en la votación final.
CODA. Enlace al documento La España que queremos y el PSOE que necesitamos, impulsado por Juan Lobato, alcalde de Soto del Real, y un grupo de jóvenes dirigentes y cargos institucionales del PSOE de Madrid sobre las bases ideológicas y políticas que debería adoptar el partido de cara al futuro. Este domingo, Patxi López presentó su propuesta en un acto en Getafe, Madrid. Entre las novedades, primarias a doble vuelta y consulta obligada a la militancia ante asuntos trascendentes.