Confirmada la primera fractura: Brecha entre el voto urbano y rural

Como se decía hace no muchos años, un suspiro de alivio recorrió las cancillerías europeas al confirmarse que Emmanuel Macron, al que se había apoyado desde la UE de forma nada disimulada, había pasado a la segunda ronda, donde se medirá con Marine Le Pen. Tras el susto en las urnas, en apariencia los franceses han votado con sentido común, parecían decir, apuntalando la idea de un país dividido en dos entre los partidarios de Marine Le Pen y todos que, en principio, votarán a Macron en la segunda vuelta, el próximo 7 de mayo.

Le Pen fue la más votada en 47 departamentos, desde el Norte hasta los Pirineos-Marítimos, mientras que Macron gana en 42, desde los Pirineos Atlánticos, hasta la Mancha, junto a departamentos cerca de la frontera con Suiza e Isla de Francia. El resto caen del lado de Mélenchon y de Fillon. Así, y a pesar del mapa que presenta la partición del país en dos mitades, entre el este y el oeste, hay que matizar la primera conclusión que arroja la imagen: Se recoge al candidato más votado en la primera ronda de las presidenciales, una contienda en la que han participado cinco candidatos con muchas opciones y alguno más con peso importante en unos territorios concretos.

En ningún caso, la victoria del primero se ha realizado en términos hegemónicos, es decir, no ha habido apoyos del 40% a una candidatura frente a las demás. Si tenemos en cuenta, además, que entre los dos principales candidatos hubo una diferencia de menos de un millón de votos en todos las  regiones, queda demostrado que la demografía electoral requiere ir departamento por departamento y ciudad por ciudad, donde sí se registran diferencias notables en función de variables como la composición demográfica, el nivel de renta o la evolución del comportamiento electoral tradicional. Todo ello teniendo en cuenta, además, el desplome del Partido Socialista en todo el país, escenario que ha beneficiado especialmente a Mélenchon, por un lado, y a Macron, por otro.

Tras los grandes resultados de las regiones toca mirar el detalle y, de nuevo, vuelve a destacar la escasa penetración del FN en la mayoría de las grandes ciudades, con especial mención a los principales núcleos de población (exceptuando Marsella y Niza), mientras que sus resultados van mejorando según observamos los datos del departamento al que pertenece ese núcleo urbano y la región.

Así, parece que se confirma una de las principales debilidades del proyecto de la ultraderecha: El grueso de sus votantes no está en los núcleos urbanos más poblados, lo que acentúa la existencia de la fractura tradicional del voto rural y urbano, al que también hay que sumar la brecha del nivel de renta (con matices), de la edad (con matices también) y de la profesión junto a las expectativas laborales. Sin embargo, su capacidad de penetración aumenta, en términos generales, si observamos el voto departamental y regional. También respecto a la movilización sobre el terreno: Le Pen fue primera opción en 19.037 municipios, casi tres veces más que Macron (7.264). Fillon ganó en 5.580 y Mélenchon en 3.486 localidades.

Le Pen no ganó en ninguna de las seis ciudades principales del país

La líder ultraderechista sólo logró ser la segunda opción más votada en Marsella (segunda ciudad del país) y en Niza (quinta), con diferencias de apenas un punto respecto a la primera opción (Mélenchon en el caso de Marsella y Fillon en Niza). Las  urnas confirmaron el pasado domingo que los grandes núcleos urbanos vuelven a ser islas en mitad del comportamiento del resto del país, con mención especial a Le Pen (donde fue quinta opción, con menos del 5% de los votos), Tolousse (donde no superó el 10% del apoyo) o Nantes (menos del 8% de las papeletas).

Las cosas, sin embargo, cambian cuando nos alejamos del centro urbano en cuestión y observamos los datos de los departamentos y las regiones. En esta línea, se cumplen dos tendencias: Las opciones de Le Pen mejoran substancialmente si se comparan los datos de las grandes urbes con los de la región. Especial mención merecen Occitania, región a la que pertenece Tolousse, o el País del Loira, de la que forma parte Nantes, con mensaje directo también desde la Isla de París. Al mismo tiempo, el apoyo al resto de candidatos cae cuando se realiza la misma traslación, con dos excepciones: Mélenchon mejora sus datos en la región de Provenza-Costa Azul respecto al dato de Marsella y también vemos un incremento de los datos de Fillon en la región si se comparan con sus resultados en Niza.

En París, donde Macron obtuvo el 34.83% de los votos, +11 puntos respecto a la media nacional, con Le Pen como quinta opción con un 4.91% de los votos (-16.5 puntos respecto a la media nacional). Fillon recibió el 26.45% de los apoyos (dato que explica por qué se centró tanto en su campaña en movilizar a su electorado parisino) y Mélenchon consiguió el 19.56% de los apoyos. A Hamon, por su parte, le queda el consuelo de no haber quedado como la penúltima opción con un 10.18% de los votos, casi 4 puntos más que la media obtenida en resto del país.

Si elevamos el punto de vista a la región, las diferencias se acentúan: Le Pen consigue un 12.57% (+7.58 puntos respecto al apoyo en París), con Mélenchon también al alza con un 21.75% (+2.19 puntos). Los demás candidatos pierden apoyo respecto al apoyo recibido en la ciudad de París: Macron se queda en el 28.63% (-6.2), Fillon se queda en el 22.19% (-4.26) y Hamon cae al 7.64% (-2.54 puntos).

Lo mismo sucede en Marsella, la segunda ciudad del país con 852.000 habitantes: Mélenchon fue la opción más votada con el 24.82% de los votos, +1.16 puntos respecto a la segunda opción, que fue Le Pen, que fue la primera opción en el departamento (+3.62 puntos respecto a los resultados en la ciudad) y en la región (28.17%, +4.51 puntos de diferencia respecto a sus resultados en Marsella). Macron se quedó en tercer lugar en Marsella con el 20.44% de los votos (aunque pierde apoyo en la votación en el departamento y la región), seguido del 19.81% que obtuvo Fillon, que gana 2.56 puntos en la región respecto a los resultados de Marsella. Hamon se quedó en el 5.30% de los apoyos en la ciudad que simboliza el modelo de recepción de inmigración del norte de África desde las guerras de Francia con Argelia.

En Lyon, tercera ciudad del país por población (496.000 habitantes), Macron fue la primera opción para el 27.29%, con un 23.01% que prefirió a Fillon. Melénchon quedó como tercera opción con el 20.56% de los votos frente al 14.94% de Le Pen y el 7.08% que recibió Hamon. Cuando elevamos el foco, Le Pen gana 5.78 puntos en la región (+1.32 en el deparamento) frente a la pérdida de apoyos del resto de candidatos, con especial mención a los 2.79 puntos que se deja Macron y los 2.81 que pierde Fillon:

En Tolousse, una de las referencias españolas por ser destino de buena parte del exilio republicano tras la Guerra Civil, Mélenchon quedó como la primera opción con el 29.16% de los votos (+10.5 puntos respecto a la media del país), aunque se deja más de 7 puntos si nos fijamos en el comportamiento electoral en el resto de la región (-5.47 puntos en los datos del departamento). En la ciudad, Le Pen fue la quinta posición con el 9.37% de los votos, que se convierten en 22.98% si observamos los datos de la región (+13.61 puntos), escalando a la primera plaza.

En la ciudad de Tolousse, por delante de Le Pen quedaron Macron (27.27%), Fillon (17.09%, que se deja casi 5 puntos al contar el voto en toda la región) y Hamon, que volvió a superar el 10% de apoyo (10.36%), como le ocurrió en París, aunque se deja casi dos puntos en el departamento y 3.83 en toda la región.

Le Pen fue la segunda opción en Niza, quinta ciudad del país con 344.000 habitantes, con el 26.10%, y en el departamento (27.39%), aunque escaló a la primera posición en el voto de la región (28.17, +2.99 puntos respecto a su dato en la ciudad). La líder del FN quedó por detrás de Fillon (26.10%),  que perdió 3.73 puntos en la región. Por detrás, encontramos a Macron (20.52%, que se deja 1.58 en la región y -1.48 en el departamento), Mélenchon (17.34%, que pierde 2.38 puntos en el recuento del departamento pero suma 1.40 puntos en la región) y Hamon (4.23%), cuyas pérdidas en el departamento y la región son testimoniales

Por último, en Nantes (300.000 habitantes), Macron se alzó como la primera opción con un 30.83% de los apoyos, aunque pierde 2.17 en el departamento y 7.53 en toda la región. Le siguió Mélenchon (25.47%), que se deja otros 7 puntos cuando observamos el recuento en la región, donde Fillon aparece como la primera opción con el 23.36% de los votos (+3.11 puntos en comparación con el 20.25% que obtiene en Nantes). Por su parte, Hamon recibió el 10.98% de los apoyos (aunque pierde 4.43 puntos en el recuento de la región) minetras que Le Pen, que fue la quinta opción con un 7.12% de los apoyos en Nantes, gana 9.50 puntos en toda la región (+6.58 si observamos el dato del departamento).

Comportamiento electoral según la edad, la renta y la simpatía ideológica

Existen otras fracturas que ayudan a explicar el comportamiento electoral, como la edad.  Ipsos difundió un sondeo sobre comportamiento electoral en la primera vuelta que va en consonancia con lo apuntado durante la campaña electoral: Mélenchon ha sido el candidato preferido por los menores de 25 años (30% frente al 21% que apostó por Le Pen como segunda opción), mientras que Macron despuntó como opción entre los que tienen 25-34 años (28% frente al 24% que optó por Mélenchon o Le Pen) y los que tienen 60-69 años (26%). Le Pen fue la primera opción entre los votantes de 35-49 años (29+%) mienitras que Fillon fue la primera opción entre los más veteranos: 27% entre los que tienen 60-69 años y 45% entre los mayores de 70 años.

Es decir, si descontamos el factor Mélenchon, que pasa por ser una de las grandes sorpresas de la jornada electoral, con implicaciones en cómo se podría configurar un partido de izquierdas, como tal, en el futuro, aprovechando el vacío que deja el Partido Socialista, los datos confirman que los nuevos votantes comienzan a sentir una mayor inclinación por dar su confianza a opciones políticas novedosas (o percibidas como tal), como ocurre con Macron y Le Pen. Y eso a pesar de la vinculación real de Macron con el establishment empresarial y el hecho de que la líder de la ultraderecha lleva en política media vida.

En cuanto al dato de participación, el mejor dato lo registró el mundo rural (80%) y en las ciudades de más de 100.000 habitantes (78%). Los municipios de menos de 20.000 habitantes y París se quedaron en el 76% (por debajo de la media nacional), con un 73% que votó en los núcleos de entre 20.000 y 100.000 habitantes.

Encontramos otra posible brecha en la confianza en las opciones que se percibieron en los extremos de la competeción electoral entre los sectores más desfavorecidos desde el punto de vista económico. Así, Le Pen (32%) y Mélenchon (25%) aparecieron como los favoritos entre los que cobran menos de 1.250 euros al mes. Ambos también vuelven a ser los preferidos entre los que cobran 1250 y 2000 euros al mes (29 y 23%, respectivamente), mientras que entre los que cobran 2000-3000 euros aumenta el apoyo a Macron (25%). Los que más cobran al mes optaron por Macron (32%) y por Filon (25%).

Más datos: El 43% de los que aseguran llegar mal a fin de mes votó por Le Pen (el 22% lo hizo por Mélenchon) y también el 24% de los que muestran dificultades para terminar el mes. Los que manifiestan no tener problemas optaron por Macron (32%) y por Fillon (25%).

Ipsos aporta una radiografía del comportamiento electoral según la ocupación del votante: Los jubilados prefieren sobre todo a Fillon (36%), con los obreros decantándose por Le Pen (37%), al igual que los empleados (32%). En las profesiones intermedias el voto se disputa entre Macron (26%) y Mélenchon (22%) mientras que los directivos optan claramente por Macron (36%) y Fillon (20%).

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De esta manera, los parados optan por Mélenchon en primer lugar (31%), seguido por Le Pen (26%). Los que trabajan por su cuenta optan de igual forma por Mélenchon o Macron (24%), mientras Le Pen vuelve a ser una opción entre los que cobran sueldo público (27%) y empataría con Macron entre los que reciben algún tipo de salario privado (26% frente al 25% de Macron). Entre los asalariados, la líder del FN logra el 26% frente al 24% de Macron.

También resulta interesante el apoyo a cada candidato según la expectativa profesional: A Le Pen la apoyan, sobre todo, los que presentan mayor incertidumbre laboral (30%) mientras que ese apoyo cae al 23%, por detrás del 26% de Macron, entre los que tienen trabajo estable. Entre los franceses que se muestran en expansión laboral, el líder de En Marche! recibe un apoyo del 27% frente al 24% que registra Le Pen.

Por último, resaltamos también los datos de procedencia de los votantes de cada candidato en función de lo que votaron en 2012. Según los datos de Ipsos, el Partido Socialista tiene motivos para preocuparse: Su voto se dividió entre Mélenchon (el 24% de los que votaron por Hollande en 2012 ahora votaron por el líder de la Francia insumida) y Macron (47% del voto socialista).

Destaca también la fidelidad del voto a Le Pen (conserva el 85% del voto de 2012 y recibe el 14% del votante de Sarkozy) y de Mélenchon (mantiene 8 de cada 10 votantes de 2012). Por su parte, Fillon mantuvo al 59% de los que votaron en primera vuelta por Sarko en 2012 (el 22% lo hizo por Bayrou) mientras que Macron sólo conservó al 43% de los que votaron por Bayrou hace cinco años, y eso a pesar del apoyo explícito del líder centrista.

En este sentido, tampoco hay sorpresas en relación a la simpatía que despierta cada candidato en los votantes según adscripción partidista. Mélenchon recibe todo su apoyo de su plataforma, Frente de Izquierdas (84%), pero también de la extrema izquierda (EXG) y de los Ecologistas Verdes (38%). Hamon sólo obtiene el apoyo del 27% de los votantes del Partido Socialista (y del 22% de los ecologistas), un porcentaje que explica, por sí solo, la dimensión del desastre electoral de este domingo.

En cuanto a Macron, Ipsos confirma su penetración en diferentes caladeros de votos por, digamos, la flexibilidad ideológica de su propuesta: En el PS (42%), en la Unión Democrática e Independiente (36%) y en el Movimiento Demócrata (46%), además de recibir el 91% de los que manifiestar ser de En Marche! Fillon, por su parte, apenas logra expandirse más allá de su electorado (77%) y de la UDI (50%), lo mismo que le sucede a Le Pen (87%, con la extrema izquierda como una de sus fuentes secundarias de recepción de votos: 14%).

CODALos datos postelectorales de Opinion Way van en la línea de los que avanzó Ipsos: Los menores de 35 años votaron preferentemente por Le Pen (25.7%) y por Mélenchon (24.6%) el pasado domingo, mientras que entre los que tienen 35-49 años y los de 50-64 años las preferencias fueron la líder ultraderechista (27.1% y 23.3% respectivamente) y Macron (21% y 23.3% respectivamente). Entre los votantes más veteranos, las opciones fueron Fillon (40.6%) y Macron (26.9%).

Por adscripción profesional, los artesanos y comerciantes y los directivos optaron por Macron (25.1% y 33.3% respectivamente) y por Fillon (24.2% y 22.3% respectivamente). Entre los profesionales liberales, el reparto se hizo entre Mélenchon (23.6%) y Macron (25.8%), mientras que entre empleados y obreros, votaron a Mélenchon (23.1% y 22.4%) y Le Pen, que emerge como la gran favorita en este segmento de población con un 30.1% y 39.7% entre los obreros.

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Los trabajadores por cuenta propia mostraron más preferencias por Macron (25.6%) y por Fillon (26.7%), mientras que los asalariados se repartieron entre Mélenchon (22.2%), Macron (21.1%) y Le Pen (26%). Los parados se decantaron por los líderes situados a los extremos (Le Pen recibió un 29-9% y Mélenchon un 27.5%), al igual que los que tienen salario público y privado. Entre los estudiantes, las preferencias se dividieron entre Macron (30.4%) y Mélenchon /24.6%), mientras que los jubilados votaron por Fillon (38.3%) y Macron (27.1%).

Respecto al voto por adscripción ideológica, Mélenchon recibió el voto del 91.5% que se declara vinculado al Frente de Izquierdas, mientras que los socialistas se dividieron entre Mélenchon (24.1%), Macron (37%) y Hamon (35.3%), en lo que constituye otro retrato d e lo que le ocurrió al candidato del PS el pasado domingo. El 94.3% de los que se declaran seguidores de En Marche! votaron por su líder mientras que Le Pen obtuvo el 92.2% del voto de los que se declaran del FN, el dato de fidelidad más alto de los registrados en esta ocasión. Fillon, por su parte, consiguió 3/4 partes del voto conservador, que en un 8.5% se fue a Le Pen.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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