Poco a poco, todas las empresas demoscópicas retratan el mismo escenario: Caída de la expectativa de voto de los llamados a ser los protagonistas de la legislatura tras la crisis socialista de otoño del año pasado (PP y Unidos Podemos) y subida del PSOE y C’s, que acortan la distancia entre las principales fuerzas políticas de implantación estatal. Se confirma, pues, lo que hemos apuntado en otras ocasiones en este blog: Durante estos años ha habido una fragmentación del voto en dos bloques ideológicos más o menos estancos, que se trasvasan votos entre sí en función de los problemas de cada formación. Y todo ello con los habituales partidos nacionalistas periféricos.
La entrega mensual del barómetro de Celeste-Tel que difunde eldiario.es se abona también a este escenario, aunque lo hace un mes después que el resto de empresas: Ahora es cuando recoge abiertamente una pérdida de poder para el PP, como consecuencia de la Operación Lezo y de los problemas que el partido en el Gobierno mantiene con el Poder Judicial e incluso con el TC, que tumbó la semana pasada la amnistía fiscal impuesta por el rodillo parlamentario popular en 2012.
Los problemas de corrupción y, sobre todo, la impresión de que no hay consecuencias ni siquiera cuando un tribunal enmienda una propuesta estrella como la amnistía fiscal pueden explicar que el PP esté ahora en el 31.9% de intención de voto, -1.1 punto respecto a las elecciones de junio de 2016 pero -2.9 puntos si lo comparamos con los datos de Celeste-tel de hace un mes. Si recordamos la mejor situación demoscópica del PP en esta legislatura, en octubre de 2016, hablamos de una caída de 4.2 puntos en un contexto de buenos datos macroeconómicos.
En la práctica, el PP se movería en torno a los 134 y 137 diputados (los mismos que tiene en la actualidad), aunque podría solventar una hipotética legislatura con C’s si el partido de Albert Rivera obtuviera una horquilla aceptable. Según Celeste-Tel, la formación naranja sería una de las grandes beneficiadas de la situación por la que atraviesa el PP y obtendría el 14.5% de los votos, +1.5 puntos en comparación con el 26J que se traduciría en 39-42 escaños (hasta 10 más de los que tiene en la actulaidad. Supone una mejora de casi dos puntos en comparación con el sondeo del mes pasado.
Junto a C’s, el PSOE se convierte en uno de los favorecidos por la situación actual: Se movería en torno al 23.5% de los votos, casi un punto más que hace un mes, y convertiría sus 85 diputados en una horquilla de 87-90 escaños. En un mes, ya con un trabajo de campo realizado con Pedro Sánchez como líder, los socialistas suben un punto en intención de voto, casi tres si lo comparamos con el dato que registraba el pasado mes de octubre.
Sin embargo, a pesar de mejorar, el PSOE podría verse abocado a una situación parecida a la que vivió Pedro Sánchez en su primer mandato tras las elecciones de 2015: Unidos Podemos, con el 19% de los votos, pierde 0.3 puntos respecto al mes pasado y obtendría entre 61 y 64 diputados. En el mejor de los casos, es decir, en el supuesto de que ambos lograran sus horquillas máximas, sumarían 154 diputados, un dato que se parece mucho a los 159 que sumaron tras los comicios de 2015.
Sí queda claro, eso sí, que la tendencia de Unidos Podemos sigue a la baja, algo que viene certificado por la estimación de Celeste-Tel pero también por el voto directo y la simpatía y por el trasvase de votos. Así, en voto directo, Unidos Podemos suma el 15.2% del apoyo, 2.3 puntos por detrás del 17.5% que registran los socialistas en este aspecto. El PP vuelve a ser el partido con mayor voto decidido en estos momentos (20.3%) mientras que C’s cierra esta tabla con un 10.6%.
En cuanto a las transferencias de voto, tanto PSOE como PP aparecen como las formaciones con mayor fidelidad entre su base electoral. Entre los socialistas, el 82.3% (+2.5 puntos respecto al mes anterior y +8.1 puntos respecto al mismo dato registrado en octubre) repetiría el sentido del voto del 26J; un 11.6% que se abstendría (-4.5 puntos respecto al mes pasado) y un 2.6% que votaría por Unidos Podemos. En el caso del PP, mantiene al 82.3% de sus votantes y sus fugas se producen hacia la abstención (11.8%) y hacia C’s (5.1%).
Unidos Podemos conserva al 74% de su base electoral y su principal fuga de votos se produce hacia la abstención (18.1%, +8.3 puntos respecto al mismo dato publicado en octubre del año pasado), con un 4.9% que optaría ahora por el PSOE. Por su parte, C’s amarra el 79.4% del voto del 26J, con un 12.6% que no votaría en esta ocasión y un reparto de voto entre PP (3.6%) y PSOE (3.9%).
Otros datos a tener en cuenta, que abonan nuestra teoría de que no apenas hay cambios en los grandes bloques ideológicos, tienen que ver con las estimaciones de voto de los partidos periféricos. Así, ERC vuelve a ser la formación con mayor proyección al pasar de 9 a 11 diputados, con el PdeCat perdiendo entre 2 y 3 diputados (de 8 a 5-6 escaños). En Euskadi, sigue la pugna entre PNV y EH-Bildu, que podrían estar disputándose un diputado que podría pasar a las filas de la izquierda abertzale. CC también mantiene su escaño actual.
La estimación se realiza a partir de 1.100 preguntas recogidas en los cinco primeros días laborables del mes.
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