Pocos movimientos en los sondeos sobre intención de voto publicados en agosto, un mes atípico para realizar proyecciones ante los cambios de domicilio de votantes por el periodo vacacional, lo que puede reducir la calidad en el trabajo de campo. Con este matiz, el PS sigue disparado en los trabajos demoscópicos publicados, con un 42% de intención de voto de media, casi 10 puntos más respecto a sus últimos resultados en las urnas y apenas -0.2 puntos respecto a los datos recopilados a lo largo del mes de julio.
El partido del primer ministro, Antonio Costa, sigue con su idilio con el electorado cuando quedan apenas unos meses para cumplirse dos años de los comicios que derivaron en un acuerdo parlamentario que desplazó del poder a la primera fuerza política.
El centroderecha del PSD sigue anclado en el 25.5% de intención de voto de media, -0.25 puntos respecto al mes anterior que es precisamente lo que gana el CDS, el partido con el que Pedro Passos Coelho gobernó en coalición desde 2011 a 2015 y con el que fue en una oferta electoral única para eludir el coste de la ley electoral lusa. El CDS se movería en torno al 6% de intención de voto, +0.25 puntos en comparación con los sondeos publicados el mes anterior. Ambos suman el 31.5% de los apoyos, -7.1 puntos respecto a sus resultados en las urnas y muy lejos del 58.5% que aglutinan los partidos de izquierdas.
En cuanto a los socios parlamentarios de Costa, los sondeos de agosto arrojan expectativas diferentes para ambos. El BE cae al 8.5% de los apoyos, casi un punto menos que el mes anterior, mientras que el CDU vuelve a recuperar el nivel del 8% de intención de voto, +0.20 puntos.
Calma política y proyección internacional
Con este escenario de calma política, Portugal sigue de moda, con su mención como el primer país europeo en calidad de vida o ganando reputación en los mercados financieros internacionales: La última noticia, en este sentido, llegó de manos de la agencia Standard and Poor’s (S&P) mejoró la nota de la deuda soberana de Portugal hasta «BBB-» y la retiró así del llamado nivel de «bono basura», donde permanecía desde enero de 2012.
Por su parte, el primer ministro, Antonio Costa, sigue liderando la operación para reforzar las conexiones entre Portugal y España, con actos como el que este fin de semana se celebró en Braganza en el que habló de mejorar las infraestructuras de Castilla y León con el norte de Portugal, con reunión incluida con el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zamora y con el alcalde de Puebla de Sanabria.
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