La crisis catalana puede haber propiciado una deriva curiosa y, en principio, inesperada: El partido que se podría beneficiar electoralmente del incremento de la tensión no es el PP, como se esperaba, sino Ciudadanos, e, indirectamente, esta tendencia termina afectando también al PSOE, el otro partido del que se origina una parte de su electorado. Ésta es la idea que recogió hace unos días el sondeo del GAD3 para el diario ABC y es también el escenario que plantean dos trabajos demoscópicos publicados este fin de semana.
C’s, por lo tanto, le hace un roto tanto al PP como al PSOE, de forma directa, colocándose como tercera fuerza parlamentaria, por delante de Unidos Podemos. El partido de Pablo Iglesias sufre también en este contexto, en buena medida por su posición equidistante entre la efervescencia nacionalista de corte españolista y el independentismo, que no convence a casi nadie ni en Cataluña ni, como vemos, en el resto del país.
La crisis catalana no beneficia tampoco al PP, según el sondeo de NC-Report para el diario La Razón. Respecto al mes de julio, los populares pierden casi 3 puntos en intención de voto y caen 2.6 si lo comparamos con su resultados de las últimas elecciones. En cualquier caso, sus 137 diputados se convierten en 128-131, por lo que la necesidad de un acuerdo con el partido de Albert Rivera le convertiría en un rehén de C’s.
C’s se convierte en tercera fuerza en porcentaje de voto con un 17.8% de los apoyos, +4.8 puntos respecto a su representación actual y +3.9 puntos si lo comparamos con la estimación realizada el pasado mes de julio. Puesto que en estos meses sólo ha habido un argumento, Cataluña, hay que atribuir todo el éxito del crecimiento electoral del partido de Rivera a ese argumento, tanto en relación con los atentados de corte yihadista como el conflicto abierto entre Madrid y Barcelona por el referéndum y sus posteriores consecuencias. C’s puede conseguir hasta 21 diputados más de los que tiene en la actualidad y le bastaría con sus apoyos para revalidar un nuevo gobierno popular en La Moncloa.
El ascenso de C’s se traduce también en una pérdida moderada para el PSOE, que se quedaría en el 22% de los votos, -0.7 puntos respecto al 26J y -0.3 puntos en comparación con el sondeo anterior de NC-Report. Los socialistas podrían perder uno de sus 85 diputados actuales y, como máximo, podría conseguir 89, al borde de los que logró en las elecciones frustradas de 2015.
El cuarto partido de implantación estatal en la competición, Unidos Podemos, cae a la cuarta posición con un 17.5% de intención de voto, -3.6 puntos respecto a su representación actual y -1.6 en relación al sondeo anterior. Sus 71 diputados se convertirían en una horquilla de 54-58 asientos, lo que aleja cualquier posibilidad de renovación del Gobierno hacia el centroizquierda.
Según el trabajo de NC-Report, a partir de 1000 entrevistas realizadas entre los días 11 y 14 de octubre, la participación en unas elecciones generales sería del 58.7% (-7.8 puntos respecto a 2016) y también registraría cambios en Cataluña: El PdeCat cae de 8 a 5-6 diputados mientras que ERC vuelve a ser la gran beneficiada de la crisis catalana, con una estimación de 10-11 diputados. La estimación electoral para PNV, EH-Bildu y CC permanece estable, lo que habla también del escaso efecto contagio de la crisis catalana en Euskadi.
Respecto a las transferencias de voto, el éxito de C’s viene explicado por los flujos de voto que recibe del PP (9.1% de los que le votaron en las últimas elecciones ahora lo haría por C’s) y el PSOE (el 7.6% de su electorado prefiere ahora al partido de Rivera). Así, el PP mantiene al 80.4% de sus votantes, con un 8% que se abstendría, un dato que queda por debajo de la fuga de votos hacia C’s. En el caso del PSOE, conserva al 74.5% de sus votantes, aunque su principal amenaza sigue siendo la abstenció (13.5%), a la espera de ver el efecto del anuncio de Pedro Sánchez en favor de una reforma constitucional en los próximos estudios.
Unidos Podemos mantiene el porcentaje de fidelidad más bajo (67.9%), aunque puede consolarse con que su principal amenaza es la abstención (22.6%), un dato que, como repetimos, puede revertirse si se conecta con el marco capaz de volver a movilizar a ese electorado. El 6.2% optaría ahora por el PSOE. En cuanto a C’s, mantiene el 75% de su base electoral, con un 16.2% que se abstendría en el caso de nuevas elecciones y con fugas escasas al PP (2.8%) y al PSOE (1.4%).
De acuerdo con los datos de NC-Report, C’s se fortaleza como oferta electoral partidista y también por su liderazgo. Aunque todos los responsables políticos suspenden en valoración, Albert Rivera es el mejor valorado con una puntuación de 3.8, por encima de Pedro Sánchez (3.4) y muy lejos de Mariano Rajoy (2.9) y Pablo Iglesias, que vuelve a cerrar la lista con un 2.7 de valoración.
Si observamos el comportamiento electoral según la edad, volvemos a ver las tendencias ya conocidas: Los más jóvenes son los más inclinados abstenerse (55.5% entre los menores de 30 años y 46% entre los que tienen 30-44 años) y esa tendencia se nota en los beneficios electorales de UP (y en menor medida, C’s). La formación morada debe buena parte de su éxito en las urnas a su capacidad de penetración entre los votantes más jóvenes mientras que parece que C’s ha conectado con los votantes más veteranos, donde el apoyo a sus siglas ya no es residual, como ha ocurrido tradicionalmente:
- Entre los 18-29 años, la opción preferida es UP, con un apoyo del 14.8%, el doble de lo que recibe su inmediato competidor (el PP, con un 7.1%). El PSOE cosecha un dato de 5.8%, muy bajo en comparación con la serie, y Cs un 6.5%. El gran problema para los intereses de los diferentes partidos es la enorme previsión de abstención, que llega al 55.5%, +20 puntos respecto al grupo de edad más incentivado para acudir a las urnas.
- Entre los 30 y 44 años, UP vuelve a ser la opción preferida (13.7%), aunque con mucha menor distancia respecto a sus competidores: El PP convence al 11.8% de los votantes, el PSOE al 10.3% y C’s al 9.9%. La abstención llega al 46%
- Los votantes de 45-64años ya se decantan claramente por el PP como opción preferida (21.5%) y la noticia es que al PSOE le cuesta conseguir la segunda plaza (14.5%), frente a un C’s que escala al 12.4%. UP cae por debajo del 10% en este grupo de edad (9.7%), que es uno de los más proclives a participar en las elecciones (35.7% de abstención).
- Los más veteranos se inclinan por un apoyo al PP (27.6%) y al PSOE (17.7%), aunque C’s logra un buen resultado en este grupo de edad (10.3%). El apoyo a UP es residual (4.1%) entre un electorado que es el que menor previsión de abstención registra (35.4%).
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