La cuestión catalana lo oculta todo: Desde la conclusión de la Fiscalía en el caso Gürtel sobre la caja b que habría existido en el PP durante años a la previsión de nuevos recortes en educación y sanidad, amén de los desaguisados habituales con despilfarro del dinero público (como mínimo) en administraciones enseñas del poder del PP durante años o los presuntos apaños que envuelven prácticas aparentemente legales. Todo esto queda sepultado por el tema catalán, que se convierte, una vez más, en la manta que tapa todo lo que ocurre en el país, incluido el aviso de la UE a que el Gobierno debería enviar ya su proyecto de PGE al que por el momento le faltan votos para ser aprobados.
Cataluña lo envuelve todo y beneficia, sobre todo, a C’s, que es el partido que afronta en situación mejor los réditos electorales que llegan desde que se intensificó el desafío desde las instituciones catalanas: con un 18.2% de media, el partido de Albert Rivera sería ya tercera fuerza política en el Congreso. Desde las últimas elecciones generales, C’s habría ganado 5.2 puntos en intención de voto, +3.54 puntos en sólo un mes, con sondeos que le sitúan cerca del 21% de intención de voto (Simple Lógica) y otros que le atribuyen hasta 58 escaños (GAD3), 26 más de los que tiene en la actualidad.
Las cosas no marchan del todo bien para el PP, que se movería en torno al 30.1% de intención de voto, menos de un punto respecto a los sondeos publicados durante el mes de septiembre, -2.9 puntos si lo comparamos con su representación actual. A pesar de la fortaleza exhibida frente al Govern y al Parlament catalán, parece que su base social lo cree insuficiente y /o se siente más cómoda en las posiciones defendidas por C’s, mucho más categóricas respecto a los pronunciamientos de Moncloa.
Ironías de la vida: Génova podría estar perdiendo su oportunidad de arrasar en el resto del país con la excusa de Cataluña, a la espera de que los próximos estudios demoscópicos computen la activación del art. 155 y la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña. Una estrategia que podría entenderse como una fortaleza del Estado pero que, en ausencia de violencia, podría ser insuficiente escarmiento a Cataluña. Y eso es lo que pide una parte importante de su electorado.
Cataluña depara malas noticias para el centroizquierda español. Por un lado, el PSOE estaría en el 23.6% de los votos de media, +0.9 puntos más que su resultado en las elecciones de hace un año pero -1.7 puntos en comparación con las medias obtenidas hace un mes. Queda claro, por lo tanto, que no se entiende entre su potencial electorado el apoyo sin fisuras a la estrategia de Moncloa, algo que podría empeorar si se consolida la idea de una lista única soberanista frente a las fuerzas constitucionales en Cataluña. Los socialistas, por lo tanto, podrían certificarse como rehenes del PP y de C’s, en un contexto en el que los nuevos potenciales votantes podrían verse inclinados a dar su confianza a los dos partidos si Cataluña sigue siendo el tema fuerte en este momento de la legislatura.
Por su parte, Unidos Podemos pasa a ser el partido que más sufre en este contexto. Pasaría del 21.1% de los votos a un 17.05%, con las últimas estimaciones, como la de Sigma Dos, situándoles a la baja. En un mes, se dejaría casi 1.5 puntos en intención de voto, a la espera de computar el lío interno que existe en la formación por la intervención de Podem desde Madrid y la indicación de la puerta de salida a aquellos dirigentes y militantes que no compartan las tesis oficiales sobre el plurinacionalismo en España.
Apuntamos, de todas las formas, que estos sondeos se han realizado en un contexto muy concreto, con alta tensión mediática y en los discursos en torno al asunto estrella de la temporada. Sobra decir que es muy posible que el ascenso meteórico de C’s se modere en las próximas semanas y que ese descenso sea recogido total o parcialmente por el PP, que tiene en su mano todas las cartas para volver a ser la fuerza más votada con mucha difererencia respecto al principal partido de la oposición, que volvería a ser el PSOE.
En cualquier caso, parece que el electorado español se escora hacia la derecha con un apoyo del 48.3% (con la suma de PP y C’s) frente al 40.65% que recibirían PSOE y Unidos Podemos. Una tendencia, además, que le perjudicará si se enquista el tema catalán, un marco que parece que beneficia más al centroderecha español habida cuenta de que las proyecciones demoscópicas sobre lo que puede ocurrir en las elecciones catalanas del 21 de diciembre aventura una mayoría independentista.
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