La cuestión catalana está a punto de llevarse por delante las expectativas electorales de Unidos Podemos. Sus problemas internos han quedado expuestos a la luz pública, con estrategias sorprendentes como la de filtrar una propuesta de reforma constitucional propia por parte de Carolina Bescansa, apartada del núcleo de poder de la formación, o la de seguir poniendo el foco en esos mismos problemas por parte de una parte del partido en Madrid para apuntalar la candidatura del ex JEMAD como cabeza de lista en la capital.
El proceso independentista de Cataluña, entendido inicialmente y criticado en las últimas semanas, junto a la percepción de que el partido ya no es alternativa al establishment, su división interna y la baja valoración del liderazgo de Pablo Iglesias, pueden ser algunas de las causas que estén detrás de la caída en expectativa de voto que recogen casi todos los sondeos sobre intención de voto publicados a lo largo del último mes, con C’s como el partido de moda. En la mayoría, el partido de Albert Rivera sobrepasaría a Unidos Podemos como tercer partido en representación parlamentaria en un contexto de caída de apoyo al PP, con el PSOE estable en torno al 24% de intención de voto.
El barómetro del CIS, realizado a partir de 2487 entrevistas entre los días 2 y 11 de octubre, es decir, en plena resaca el referéndum de independencia celebrado en Cataluña, se apunta a esta tendencia con un matiz: C’s todavía no había sobrepasado a Unidos Podemos en porcentaje de voto, un escenario que seguramente ha ido cambiando a lo largo de las semanas posteriores, tal y como han recogido otros estudios demoscópicos con trabajos de campo más recientes.
Según los datos de los días posteriores al referéndum, cuando Cataluña ya era el único asunto de la actualidad informativa española, el PP se quedaba en el 28% de intención de voto, -5 puntos respecto a las elecciones del 26 de junio de 2016 y -0.8 puntos si lo comparamos con el último barómetro del CIS con intención de voto. El PP sacaría peores resultados que en las elecciones de diciembre de 2015, las mismas que llevaron a una repetición de los comicios ante la imposibilidad de acordar un apoyo mínimo en el Congreso.
En la práctica, los populares se quedan a menos de 4 puntos del PSOE, una distancia que en su mayoría entra en el margen de error del estudio. Los socialistas, tras la subida detectada en el barómetro del mes de julio, realizado con datos posteriores a la elección de Pedro Sánchez en las primarias de su partido, estarían en el 24.2% de los votos, medio punto más que la representación actual aunque cae -0.7 puntos respecto a los datos de hace tres meses.
En el siguiente escalón encontramos la pugna por ser la tercera fuerza parlamentaria. C’s, con el 17.5% de los votos, sube 3 puntos respecto al sondeo del CIS anterior (+4.5 si lo comparamos con los datos del 26J) y Unidos Podemos se queda en el 18.5% de los apoyos, casi dos puntos por debajo del anterior barómetro del CIS y -2.6 puntos en comparación con sus datos de representación actuales. Si tenemos en cuenta que en cierta manera aguantó el envite de la elección de Sánchez en las primarias socialistas, parece claro que esta caída en intención de voto se corresponde con el castigo que supone el tsunami catalán.
En voto directo, las cosas tampoco pintan bien para Unidos Podemos, con un único consuelo: El 38.4% de los electores no declara su voto. Se dividen entre el voto en blanco (4.9%), nulo (0.2%), la abstención (11.8%), la indecisión (19.2%) o prefieren no responder (2.3%). Los que sí lo hacen se decantan por el PP y el PSOE de igual forma (16.5% para cada uno), mientras C’s registra un 11.3% de voto decidido. Unidos Podemos y las confluencias se quedan en el 11%, un dato muy bajo si tenemos en cuenta la serie histórica desde la irrupción de Podemos.
Si nos vamos a los porcentajes de simpatía, el 31.6% señala que no siente proximidad por ningún partido político, un dato que debería llamar a reflexionar a las formaciones más interesadas por acercarse o parecerse a su electorado potencial. Entre los que sí responden, el PSOE vuelve a ser la opción favorita para el 18.7%, seguido del PP (16.7%) y de Unidos Podemos (12%). C’s es citado por el 9.5%. Según la variable recuerdo de voto, vemos que el votante del PSOE es que se siente más cerca de su partido (75.8%) y que la percepción de los electores de Unidos Podemos sobre Podemos (36.2%) e IU (25.8%) comienza a estar igualada. El 68.2% de los votantes del PP dice sentir simpatía por sus siglas, al igual que el 62.1% de los de C’s por las suyas.
Si sumamos voto y simpatía, el PSOE despunta levemente con un 19.7%, -4.5 puntos respecto a la estimación de voto final del CIS; el PP se queda en el 18.5% (casi 10 puntos menos, por lo que se tiene en cuenta el factor voto oculto); y C’s y UP prácticamente empatan con un 12.6% y un 12.9% respectivamente. Si extraemos la opción recuerdo de voto, el votante de C’s manifiesta un 81% de coincidencia con su partido, un dato casi idéntico al del PSOE con sus votantes (81%). Luego encontramos el 74.6% del PP y el 67.1% de Unidos Podemos y las confluencia, por debajo de lo que los votantes de En Comú Podem (67.7%), Compromís (78%) o En marea (71.4%) manifiestan respecto a sus partidos.
Valoración de líderes y gestión de Gobierno
Unidos Podemos tiene un problema de liderazgo, que lo viene registrando Simple Lógica desde hace meses: Pablo Iglesias no es un caballo ganador para atraer a votantes potenciales y, en los últimos tiempos, comienza a estar quemado incluso entre sus bases. El barómetro del CIS ahonda en esta idea, con Iglesias como el líder nacional con peor valoración (2.67), por detrás de Mariano Rajoy, que obtiene 3.02 puntos.
El líder de Podemos es adelantado en valoración por Alberto Garzón, que es el líder nacional con mejor puntuación, 3.85, que se transforma en 6.50 entre los votantes de UP (5.83 entre los de ECP, 6.95 entre los de Compromís y 6.04 entre los de En Marea).
En casi todas las variables logra mejor dato que Iglesias, que se queda en el 5.75 entre sus votantes (6.17 entre los de ECP, 6.29 entre los de Compromís y 5.78 entre los de En Marea). Es decir, Iglesias sólo mejora el dato de Garzón entre los votantes de En Comú Podem, una conclusión que hay que dejar en la nevera tras los últimos movimientos del partido desde Madrid.
Albert Rivera consigue un 3.75 de valoración, que pasa al 6.73 entre los votantes de C’s, al 3.40 entre los del PSOE y logra aprobar entre los del PP (5.72). Rajoy, por su parte, mantiene un 6.48 entre sus votantes y 3.71 entre los de C’s. Pedro Sánchez, por último, permanece en la mitad de la tabla con una valoración de 3.61 que pasa a 6.06 entre los electores socialistas.
Por delante de ellos encontramos a Ana Oramas, de CC (4.36), Joan Baldoví (de Compromís, con un 4.24), a Xavier Domènech (3.90) y a Yolanda Díaz, de En Marea (3.81). Todos ellos tienen porcentajes de reconocimiento muy bajos.
El 30.8% (47.3% de los votantes del PP) define la gestión del Gobierno como regular, con un 54.6% que la tacha de mala (23.4%) o muy mala (31.2%), porcentaje que llega al 10.2% entre los votantes populares. Por su parte, la confianza en Mariano Rajoy es baja: El 16.3% señala que tiene bastante confianza en el presidente del Gobierno (49.6% entre votantes del PP) mientras qel 78.6% dice sentir poca (29.8%) o ninguna (48.8%) confianza en él (34.1% entre los votantes del PP).
En este contexto, lo lógico es pensar en una opción ilusionante en la oposición. No es así: la gestión del PSOE es definida como regular por el 34.9% de los votantes (58.2% de los del PSOE) mientras el 54.2% la tacha de mala (32.1%) o muy mala (22.1%), 19.5% de votantes socialistas. Si se pregunta por el liderazgo de Sánchez, el 13.1% dice sentir bastante confianza en él (43.1% de votantes socialistas) frente al 83% que apunta tener poca (42.3%) o ninguna (40.7%) confianza en él (51.1% de votantes socialistas).
Respecto a los datos que registran los miembros del Gobierno, tenemos que apuntar dos ideas: Seguimos teniendo un gabinete prácticamente desconocido para la mayoría de los ciudadanos, con ministros, como el de Energía, al que no conoce el 72..3% del electorado. Le siguen Alfonso Dastis (66.6% de desconocimiento), Isabel García Tejerina (61.8%) o Dolors Montserrat (60.9%). Por otro lado, a pesar de este apunte, encontramos a dos de los ministros más desconocidos en la lista de los mejor valorados: Es el caso de Isabel García Tejerina, con una valoración de 3.14, o de Iñigo de la Serna, desconocido por 6 de cada 10 votantes pero con una valoración de 3.11 puntos.
Soraya Sáenz de Santamaría vuelve a ser la mejor valorada con un 3.69 de puntuación y un 83.5% de conocimiento entre la ciudadanía. Sólo el porcentaje de conocimiento de María Dolores de Cospedal (76.5%), Luis de Guindos y Cristóbal Montoro (76.5%, respectivamente) se acercan a este porcentaje de reconocimiento.
Eje izquierda/derecha
Los españoles se ubican en el 4.75 de media en el eje izquierda y derecha. Si se pregunta por la posición de los diferentes partidos, no hay cambios respecto a las percepciones: El PP recibe un 8.22 en el que 10 es la extrema derecha y C’s un 6.74. el PSOE vuelve a ser el partido que se percibe más cerca de esa media (4.55), con UP y las confluencias claramente a la izquierda: Podemos es el partido que más se percibe a la izquierda (2.09), incluso más que EH-Bildu (2.39). Le sigue IU (2.14), En Marea (2.31), Compromís (2.80) y En Comú Podem (2.84, levemente más escorado a la izquierda que ERC).
Si se pregunta al electorado que se ubique en ese eje, los del PP se sitúan en el 6.84 aunque llevan al partido al 7.56; en el caso de C’s, los votantes del partido se ubican en el 5.51 (más a la izquierda que la percepción social general) aunque escoran al partido a la derecha (6.18), quedándose cerca de la percepción. En el caso del PSOE, sus votantes se definen en el 3.94 y llevan al partido a la derecha (4.14), aunque en ambos casos se sitúan más a la izquierda que la percepción general.
En el caso de UP, sus votantes se sitúan en el 3.14 (un punto más a la derecha que la percepción general) aunque ven al partido escorado a la izquieda (2.66 en el caso de Podemos y 2.54 si hablamos de IU). En cuanto a las confluencias, los votantes de ECP se sitúan en el 3.06 (con el partido en el 2.95); los de En Marea se definen en el 3.43 (con el partido en un 3); y los de Compromís se sitúan en el 2.69 aunque llevan al partido a la derecha claramente, situándolo en el 3.20 del eje.
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