Alemania, el país más estable de la UE está a punto de igualar el camino que hace dos años vivió España a partir de los resultados de unas elecciones generales que obligaron a repetirlas seis meses después. Hace unos días se cumplieron tres meses con el Gobierno en funciones y el próximo 12 de enero, socialdemócratas y conservadores verán si es posible reeditar la gran coalición de la legislatura pasada, un acuerdo al que el SPD llega forzado por la posición de sus barones y que la CDU comienza a sospechar que podría salirle más caro que repetir los comicios.
Tras la ruptura de las negociaciones para formar un Gobierno de coalición con los liberales y los Verdes, el Ejecutivo Jamaika, la situación política germana presagiaba una repetición de las elecciones ante la negativa del SPD a volver a formar gobierno con la canciller Angela Merkel. Semanas después, la situación cambió en relación a la negativa de Martin Schulz de volver a la fórmula que los alemanes castigaron en las urnas el pasado mes de septiembre pero no en lo demás: El SPD se avenía a negociar una coalición con Merkel a cambio de su compromiso para reformar la UE para convertirlo en un proyecto federal antes de 2025 con capacidad de actuación en política exterior, cooperación o defensa.
Martin Schulz, que fue reelegido presidente del SPD con el 81% de los votos, recibió el visto bueno de su partido para abrir negociaciones con Angela Merkel y, a cambio, confirmó su compromiso de que consultará a los 440.000 afiliados del partido si están de acuerdo con volver a entrar en el Ejecutivo con la CDU/CSU. Una decisión delicada si se tiene en cuenta el malestar de las bases socialdemócratas con la ruptura de un compromiso electoral, la negativa a reeditar la gran coalición, y la sensación de que Schulz finalmente se plegó también a las presiones internas de su partido.
Durante estos días, se han producidido los primeros contactos preparatorios, aunque se espera que la negociación arranque el 7 de enero. Por el momento, ya se ha filtrado que el líder socialdemócrata quiere que su partido nombre al próximo ministro de Finanzas mientras insiste en plantear una suerte de gobierno de coalición light basado en unos puntos de acuerdo y en el sometimiento del resto de proyectos a las mayorías parlamentarias. Un modelo que la CDU ha comenzado a rechazar más o menos públicamente, consciente de que los sondeos no les va mal por el momento.
De acuerdo con los datos recopilados a lo largo del mes de diciembre, la CDU volvería a ser la primera fuerza con el 32.5% de los votos de media, -0.5 puntos respecto a su resultado en las urnas pero una estimación idéntica a la de los trackings publicados en los días posteriores a la apertura de negociaciones con el SPD. Sí hay datos más preocupantes respecto al liderazgo de Merkel, que ya no se ve como el bastión conservador germano: El 47% considera que la canciller no debería agotar la próxima legislatura si finalmente logra formar gobierno, lo que abriría de facto una guerra por la sucesión.
También hay similitud en los datos del SPD, que se movería en torno al 20.75% de media, +0.25 puntos respecto a los comicios, lo que apunta a una situación de estabilidad respecto a las formaciones centrales del sistema de partidos germano, al menos hasta que en enero se despeje la incógnita de si es posible que haya un acuerdo de gobierno o no.
Los partidos implicados en las primeras negociaciones sufren variaciones en estimación de voto pero nada preocupante por el momento. Los liberales, señalados como los responsables de levantarse de la mesa y obligar a la ruptura del acuerdo, se mueven en torno al 9.25% de los votos, -1.45 puntos respecto a las elecciones y -1.25 puntos si lo comparamos con las estimaciones anteriores. En el caso de los Verdes, sigue en proyección ascendente con el 11% de intención de voto de media, +0.25 puntos respecto a los trackings de finales del mes noviembre pero +2.1 puntos enrespecto a las elecciones.
En el caso de Die Linke, estaría en el 9.8% de los apoyos, +0.6 puntos respecto a los resultados de las urnas y +0.3 puntos respecto a la anterior estimación. En cualquier caso, no estaría aprovechando de la situación de incertidumbre creada por el resto de partidos del arco parlamentario, algo que sí está haciendo, aunque sin exageraciones, la ultraderecha, que seguiría siendo tercera fuerza parlamentaria. AfD estaría en e l12.25% de media, un resultado por debajo de su representación en el Bundestag pero suma +0.75 puntos si lo comparamos con la media de los últimos trackings que analizamos en este blog.
Pingback: El SPD respalda el principio de acuerdo para revalidar la ‘gran coalición’ | La última en llegar