Hace unos días, Jaime Miquel publicó un esclarecedor análisis en La Voz de Galicia en el que venía a decir que, en este punto de la legislatura, parece claro que C’s ha roto el tablero y que hoy estaría en disposición de ganar las próximas elecciones generales, al igual que el PP, el PSOE y, quizás, Unidos Podemos.
La mayoría de los sondeos sobre intención de voto apuntan a esta posibilidad, a la espera de que el empuje de C’s se confirme o no en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019. Sería muy difícil pensar en que el partido de Albert Rivera fuera primera fuerza en votos sin poder territorial o con un poder territorial concentrado sólo en los grandes núcleos urbanos, como apunta la propia estrategia filtrada por la formación naranja.
Por el momento, y al margen de los análisis de expertos, que están poniendo en duda precisamente este empuje en estos momentos, los sondeos sobre intención de voto coinciden en la tendencia: C’s estaría en disposición de enfrentarse al PP para ser primera fuerza política, un escenario que, según el sondeo de GAD3 para el diario ABC, dependería de apenas 40.000 votos de diferencia.
Así, el PP sería, por los pelos, la primera fuerza política con el 25.8% de los apoyos y una horquilla de 100-105 diputados, +1.1 puntos respecto al sondeo publicado el pasado mes de enero aunque cae 7.2 puntos si lo comparamos con los resultados conseguidos en junio de 2016.
C’s, por su parte, se movería en torno al 25.6% de intención de voto que se traduciría en 83-88 escaños, plasmándose en la realidad dos de los problemas que enfrenta C’s: Su falta de implantación en las CCAA más rurales y el sesgo que provoca la aplicación de la LOREG respecto a las fuerzas políticas no ganadoras.
Estos dos sesgos se corrigen en relación al PSOE, que se movería en torno al 23.7% de los votos (+1 punto respecto a su representación actual pero -0.6 puntos respecto al sondeo anterior). A pesar de ser tercera fuerza, podría conseguir entre 93-96 diputados, precisamente por su implantación en la España rural (desde las provincias del interior andaluzas a CLM o Extremadura).
En la contienda electoral, Unidos Podemos sería cuarta fuerza política con el 14.8% de los apoyos, +0.1 puntos respecto al anterior sondeo, con una caída de 71 a 42-44 diputados y 6.3 puntos respecto a su resultado en las urnas y con todo por decidir en relación a las candidaturas para las próximas elecciones autonómicas y municipales.
En la práctica, el escenario electoral español se resume en dos ideas: Hay un giro a la derecha por parte del electorado (el centroderecha suma el 51.1% de los apoyos y 193 diputados frente al 38.5% que suman el PSOE y Unidos Podemos) y existe, en estos momentos, transferencias de votos en todos los partidos. Así, el PP ve rebajado su suelo electoral hasta los 6.159.000 millones de votos (desde los 7.9 millones conseguidos el 26J), mientras que el PSOE confirma que tocó suelo en su momento (hoy tendría 5.658.000 millones de votos).
En el caso de los nuevos partidos, C’s suma 3 millones de votos respecto a las últimas elecciones generales, lo que supone, en sí mismo, una barbaridad, mientras que UP cae a los 3.5 millones de votos. Si observamos las transferencias de voto a estos partidos, vemos que C’s recibe 1.3 millones de votos de ex votantes del PP y 600.000 de las filas del PSOE; también obtiene 250.000 apoyos de las filas de UP y 700.000 votos de los nuevos electores.
Por su parte, UP conserva 3.5 millones de votos y convence a 183.000 nuevos votantes; sin embargo, ahora es un partido con un problema de fuga de electores importantes: Sus mayores problemas son la abstención (900.000 votos), el PSOE (450.000 votos) y C’s, que recibe los 250.000 mencionados anteriormente.
Giro a la derecha también en las próximas municipales
El sondeo, elaborado a partir de 1.002 entrevistas realizadas entre los días 31 de enero y 7 de febrero, también realiza proyección para las elecciones municipales, que serán, como avanzamos, el primer termómetro para medir el impacto del fenómeno C’s. Así, el partido de Rivera sumaría 9 puntos al porcentaje de voto obtenido en las municipales de 2015 y se movería en torno al 16%, muy por detrás de lo que obtendría el PP y el PSOE, que empatarían en un 26%. Podemos estaría en el 8% (-1 punto respecto a 2015) e IU, por separado, conseguiría el 5% (+1 punto).
De acuerdo con los datos de GAD3, el PP mantendría un número de concejales muy parecido (de 479 a 446) y el PSOE perdería 15 a pesar de mejorar resultados (de 375 a 360). En el caso de C’s, pasaría de 145 en 2015 a 259 y Podemos confirmaría su debacle dejándose 217 ediles (de 375 a 158). En la práctica, supondría perder todos los gobiernos municipales de las grandes ciudades mientras que el PSOE conservaría sólo Sevilla y Toledo. La suma de PP y C’s permitiría el control de 35 capitales de provincia mientras que un pacto entre C’s y el PSOE permitiría controlar 20 Ayuntamientos.
Por lo tanto, parece claro que el futuro de la gobernabilidad municipal pasa por la preferencia de socios que tenga en su momento C’s, sobre todo si la guerra por la hegemonía del centroderecha se recrudece, como se espera, en los próximos meses.
CODA. Según datos difundidos por Jaime Miquel, el PP se movería en torno al 24.8% de intención de voto (102 diputados), seguido de C’s, que obtendría el 23.4% (79 escaños). El PSOE se mantiene en el 22.7% (87 diputados). No se aporta datos actualizados de Unidos Podemos, aunque su estimación, a partir del barómetro del CIS, lo situaba en torno al 17.8%
Por su parte, ésta es la proyección que difundió el politólogo Juan José Domínguez hace unos días.
Pingback: Una legislatura fallida | La última en llegar
Pingback: My Word: Tripartidismo a 3.2 puntos de distancia | La última en llegar
Pingback: GAD3 confirma el giro a la derecha, con C’s como primera fuerza en porcentaje de votos | La última en llegar