Al comienzo de la legislatura señalamos que, si todo marchaba según lo previsto, PP y Unidos Podemos serían las piezas centrales sobre las que pivotaría toda la acción de gobierno y oposición. Hoy, año y medio después de las elecciones, apenas año y tres meses de la conformación del nuevo Gobierno, esta previsión ha saltado por los aires. Los problemas del PP con la corrupción, de los que este lunes tuvimos otra muestra con las declaraciones de Francisco Granados sobre Esperanza Aguirre, Ignacio González y Cristina Cifuentes, y sobre todo Cataluña ha hecho saltar por los aires esta previsión y hoy todos bailan al son que toca Ciudadanos.
Hoy analizamos los datos del sondeo de Celete-Tel difundido por eldiario.es, que se muestra bastante más conservador que otras empresas demoscópicas y que siguen situando a C’s como tercera fuerza parlamentaria, todavía muy lejos de su inmediato competidor, el PSOE, y del PP, que prosigue su tendencia descendente.
Así, con el 28.9% de los votos, -1.1 punto respecto al mes anterior, el PP estaría en disposición de ser el partido más votado con un resultado prácticamente idéntico al que logró en las elecciones de diciembre de 2015 y del porcentaje de voto del PSOE en la legislatura 2011-2015. Sus 137 diputados se convertirían en una horquilla de 118-123 escaños.
Con un supuesto de participación del 63.1%, el PSOE se haría con el 25.5% de los votos, +0.4 puntos en comparación con la estimación del mes de enero y sumaría 2.8 puntos a sus resultados de junio de 2016. Nada que ver con el dato que le otorga Metroscopia o GAD3, por citar dos de los sondeos más recientes que hemos analizado en este blog. Los socialistas pasarían de 85 a 92-95 diputados, por lo que estarían en disposición de intentar formar Gobierno como en 2015, aunque con un socio preferente diferente.
Si en 2015 la idea inicial era un acuerdo de gobierno con UP, en esta ocasión la fuerza política llamada a propiciar este cambio sería C’s, que se situaría en el 19.3% de intención de voto (+0.7 puntos respecto al mes anterior y +6.3 puntos respecto a su representación actual, y 61-63 diputados, por debajo de los que logró UP en 2015.
El partido de Pablo Iglesias sería la cuarta opción parlamentaria con el 16.9% de intención de voto, -0.4 puntos respecto al mes anterior (un dato idéntico, por cierto, a lo que gana el PSOE) y se dejaría hasta 24 escaños de los que tiene en la actualidad. Sus escaños serían fundamentales para sumar en el caso de un acuerdo entre PSOE y C’s (153-158).
En voto directo, el PSOE se postula como la primera opción con el 18% de apoyos, seguido del PP, que prácticamente empata con un 17.9%. Desde este punto de vista, la lucha partidista seguiría centrada en los dos partidos clásicos del sistema de partidos español, lo que enmienda la hipótesis de la mayoría de estudios demoscópicos publicados. Así, C’s sería la tercera opción con el 14.5% y cierra la tabla UP y las confluencias, con un 12.4% de apoyo y simpatía declarada.
Otros datos curiosos tienen que ver con la proyección para ERC, que sumaría hasta dos diputados a los 9 actuales (de 9 a 10-11), el PdeCat, que pasaría de 8 a 6 escaños, o los escaños que podrían sumar PNV y EH-Bildu respectivamente. CC mantendría su diputado actual.
En línea de lo que publican estos estudios, Celeste-Tel publica datos sobre el comportamiento de los votantes según el sesgo de recuerdo de voto. Así, el 78.7% de los que votaron al PP lo harán de nuevo, mientras que el 12.7% se decantarán ahora por C’s y el 6.5% por la abstención. En el caso del PSOE, su porcentaje de fidelidad es levemente más alto (79.6%) y sus principales fugas de votos se dirigen a la abstención (9.25%) y a C’s (6.9%).
C’s, como apuntaba GAD3, recibe un importante caudal de votos de los dos partidos tradicionales. Mantiene un porcentaje de fidelidad del 89.7% y su mayor problema es la abstención (4.7%); las fugas de votos a PP (2.6%) y PSOE (2.5%) son irrelevantes. Por su parte, UP es el partido que mantiene menor porcentaje de fidelidad de voto (66.8%); su principal fuga de votos se dirige al PSOE (20.6%) y el resto de la abstención (8.7%).
Si se observa la composición del electorado de cada partido, volvemos a ver cómo el PP se configura, sobre todo, con sus votantes (9.5%) siendo el partido que menos atrae a los nuevos votantes (1.9%). Sí hay más movimientos en el resto de partidos, aunque se repite la misma tónica respecto a UP, que es el segundo partido con más homogeneidad en sus votantes: El 90.7% procede de sus filas, un 3.6% del PSOE y un 5% de nuevos votantes, lo que confirmaría la idea de que es la opción preferida de los más jóvenes.
En el caso del PSOE, el 75.9% de su voto lo configura su base electoral, con un 18.1% que procede de UP y un 3.1% de nuevos votantes. Por último, C’s es el partido que, en estos momentos, recibe flujos de mayores fuentes: El 64.3% de su voto es de su base electoral, el 23.1% lo constituyen ex votantes del PP, el 8.6% del PSOE y convence al 2.5% de los nuevos electores.
El recuerdo de voto por edad confirma las ideas que hemos esbozado anteriormente. UP es la opción preferida entre los más jóvenes mientras que compite con PSOE y C’s entre los electores de 31 a 44 años. El PP vuelve a ser la opción preferida entre los mayores de 45 años y, sobre todo, entre los mayores de 65. De ahí que sorprendan sus declaraciones en relación a las pensiones públicas o las recomendaciones de ahorrar para un plan de pensiones privado que realizó hace unos días el presidente del Gobierno:
- Entre los 18 y 30 años, la abstención llega al 44%, +7.1 puntos respecto a la media prevista. UP es la opción preferidad (17%), seguida de C’s (12%) y el PSOE (11%). El PP obtiene un 8% de apoyo en esta franja de edad.
- De 31 a 44 años, la abtención baja al 39%. Existe un triple empate en cuestión de preferencias, con el PSOE (15%) levemente por delante de UP y C’s (14%). El PP comienza a recuperar apoyo en esta franja (11%).
- De 45 a 64 años, la abstención cae al 34% (-2.9 puntos respecto a la media) y el PP ya despunta como opción preferente (20%). Le sigue el PSOE (16%), que compite con C’s (14%) en esta franja de edad, de la que ya se descuelga UP (9%).
- Los mayores de 65 años, como apuntábamos, apuestan claramente por el PP (29%), seguido del PSOE (19%). C’s recibe un 7% de apoyo y UP un 4%. La abstención también sería del 34%.
Con estos datos, parece claro que la estrategia de UP debería pasar por movilizar al electorado potencial donde goza de más apoyo, los menores de 44 años y, sobre todo, los menores de 30. No parece que sus últimas batallas por dominar la agenda puedan dar ese rédito.
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