Grecia, el país que más quebraderos de cabeza causó a la a Troika y Los 28 en el arranque de la crisis financiera y económica, es puesto como ejemplo de cómo las políticas impuestas en los tres rescates del país aprobados comienzan a dar sus frutos, con impacto directo en las agencias de calificación internacionales.
Bruselas elogica la situación económica griega y ponen en valor a su primer ministro, Alexis Tsipras , que llegó al poder prometiendo una rebelión cívica y política contra la Troika y que hoy es un ejemplo de buen gestor para el Eurogrupo. Hace unos días, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, lo resumía así: «Tal vez, la historia juzgue a Tsipras como uno de los estadistas que ha tenido Grecia en su historia contemporánea».
Entre las luces de su gestión se destaca que logró que Atenas no saliera del euro, una posibilidad que estuvo sobre la mesa en varios momentos de la durísima crisis financiera que cargó sobre el país. Una década después, Grecia crece a un 1.1% del PIB anual, crea empleo (su tasa de paro está en el 20.9%) y sus empresas avanzan en la Bolsa, aunque su deuda pública sigue disparada, se asume como tal la pobreza infantil (del 23 al 55.7%) y los efectos de las políticas públicas en las próximas generaciones. Durante el gobierno de Syriza, no se han frenado las convocatorias de huelga ni las movilizaciones, como las que organiza estas últimas semanas el KKE contra la política de desahucios de viviendas con hipotecas ejecutadas.
Atenas también ha sido noticia este mes por su enésimo desencuentro con Turquía, que amenazó con invadir Grecia, y por las movilizaciones en torno a la resolución del conflicto con Macedonia, que las instituciones europeas instan a resolver y que amparó una nueva muestra nacionalista con una movilización multitudinaria en la Plaza de Syntagma. En la Cámara, Tsipras no logró el apoyo necesario para iniciar las conversaciones con Skopje para desbloquear un conflicto que ha impedido que Macedonia pueda acceder como socio en la UE y en la OTAN.
ND concentra el voto del centroderecha
Los sondeos sobre intención de voto apuntan, desde hace unos meses, a una suerte de concentración del voto que reducirá la fragmentación parlamentaria de la Cámara helena, cuando se cumplen tres años de la primera victoria de Syriza en las urnas. Los estudios publicados a lo largo del mes de febrero sitúan a Nueva Democracia como la opción favorita con un 35.05% de los votos de media, casi un punto más que hace un mes y +6.95 puntos si lo comparamos con los resultados de las elecciones celebradas en septiembre de 2015. Este resultado coincide con una caída en los apoyos de las fuerzas de derecha o de centroderecha minoritarias, que podrían quedar por debajo del 3% de intención de voto.
Con un 24.2% de los apoyos, Syriza sería la segudna fuerza tras ganar 1.4 puntos respecto a los estudios publicados en el mes de diciembre, un porcentaje de voto que se tiene que poner en relación con las aspiraciones de otras fuerzas de izquierda minoritarias (escindidas de Syriza) pero también con la oferta electoral que concentra el Pasok. Desde las elecciones de 2015, Syriza se ha dejado 11.26 puntos, sin que por ahora haya rumores serios de un adelanto de la convocatoria electoral.
Desde el acuerdo del Pasok con To Potami, los sondeos confirman que la nueva fórmula electoral sería la tercera fuerza parlamentaria con un 10.1% de intención de voto de media, -1.6 puntos respecto al mes anterior (y, por cierto, un dato casi idéntico a lo que gana Syriza). Por detrás encontraríamos a la ultraderecha de Amanecer Dorado, que se movería en torno al 8.5% de media, y al KKE, que estaría en el 6.9% de media (+1.4 puntos respecto al mes de enero y respecto a su último resultado en las urnas).
A continuación aparecen los partidos minoritarios a los que hacíamos referencia antes y que presentan dificultades para obtener representación en el próximo Parlamento. Es el caso de Anel, que se movería en torno al 2.6% de media (-0.3 puntos respecto al mes anterior y -1.09 puntos respecto a las elecciones) y EK, que estaría en el 2.8% (-1.3 puntos respecto a los últimos sondeos analizados y -0.63 en comparación con su representación actual).
En cuanto a las izquierdas, Course of Freedom se moería en torno al 1.05% de media, con sondeos que ni siquiera recogen su proyección electoral, y LAE, que se movería en torno al 1.8% de media (0.8% si eliminamos el efecto distorsionador que provoca el 4% de intención de voto que le otorga ALCO, un dato que no tiene nada que ver con las estimaciones de voto de las otras empresas demoscópicas).
CODA. Este mes de febrero, Grecia ha vivido el penúltimo escándalo relacionado con la corrupción. El parlamento heleno aprobó una comisión de investigación del escándalo Novartis, que implicaría a dos ex primeros ministros y a ocho ministros (de ND y del PASOK), que hasta la victoria de Syriza en enero de 2015 habrían estado cobrando sobornos de la farmacéutica a cambio de apoyar una campaña de vacunación.
Se investiga si habrían podido cometer, además, desfalco y blanqueo de capitales en un momento en el que el país estaba sometido a una terapida de choque en forma de austeridad radical. Desde el Gobierno se ha reclamado a la farmacéutica la devolución de 3000 millones de euros que salieron de las arcas del Estado en una década.
Además, este martes, poco después de publicar el post, Tsipras destituía a la ministra adjunta de Trabajo y poco después dimitía el ministro de Economía, que son pareja, por el cobro de una ayuda al alquiler de su vivienda de 1.000 euros mensuales. A pesar de que los políticos destituidos aseguran que todo se hizo desde la legalidad y se ofrecen a devolver los 23.000 euros cobrados por este concepto, Tsipras ha sido implacable en esta muestra de ejemplaridad pública que no se puede entender sin el escándalo Novartis.
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