Los sondeos publicados a lo largo de 2018 recogen una subida espectacular de C’s en intención de voto. En este contexto, destacan las previsiones de Celeste-Tel, NC-Report y el CIS, que matizan la subida del partido de Albert Rivera, algo que podría estar cambiando ante la confluencia de problemas de primer orden para los intereses del PP, que le han obligado a fijarse en la protesta de los pensionistas y que le obligó a virar la posición oficial ante la movilización feminista, a la que Albert Rivera se apresuró a apuntarse a pesar de la definición de «comunista» que algunos miembros de su partido hicieron para justificar su negativa a sumarse a la movilización.
El sondeo de Celeste-Tel que publica eldiario.es todavía mantiene por delante a PP y PSOE en expectativa de voto, pero su diferencia respecto a las opciones de C’s se concentran en el margen de error del estudio. Así, C’s estaría en el 23.5% de intención de voto, +10.5 puntos en comparación con las elecciones del 26J y nada menos que +7.1 puntos respecto al estudio publicado hace un mes, que le impulsaría de 32 a una horquilla de 77-80 escaños.
El avance de C’s se explica por el retroceso de PP y PSOE y por el bloqueo de Unidos Podemos, que sigue reptando por su suelo electoral. Los populares se harían con el 26.6% de los apoyos, -1.8 puntos respecto al mes anterior, y lograrían entre 110 y 113 escaños, un resultado inédito para el primer partido en votos en nuestra historia democrática reciente.
En el caso del PSOE, se movería en torno al 24.3%, todavía +1.6 puntos por encima del resultado conseguido en las elecciones del 26 de junio pero se deja 1.2 puntos respecto al dato registrado el pasado mes de enero. Si tenemos en cuenta que Celeste-Tel realizó el sondeo (1.100 entrevistas) en los cinco primeros días laborables del mes, queda por computar le impacto de la huelga feminista y la movilización posterior, de la que seguramente Ferraz no rascará apenas por su posición oficial al respecto.
Con un 63.7% de participación, similar a la que plantea Metroscopia, UP obtendría el 16.2% de los apoyos, -5 puntos respecto a su representación actual y -0.2 puntos si lo comparamos con la estimación del mes de enero. Sus 71 diputados pasarían a ser 45-48 escaños que, sumamos a los 89-91 que obtendría el PSOE, serían inútiles para plantear un Gobierno que gire a la izquierda.
Tampoco serían suficientes los diputados de PSOE y C’s para propiciar un cambio en el Ejecutivo (sumarían 166-171 escaños entre ambos), salvo que entre ambos optaran por una estrategia similar a la de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008, con su geometría variable. A su favor estarían la imposibilidad de PP de conseguir un acuerdo con el resto de fuerzas del arco parlamentario.
En voto directo, y a pesar del avance de C’s en las encuestas, el PP aparece como la primera opción con el 17% de voto más simpatía; le siguen PSOE y C’s, prácticamente empatados en el 16.3% y 16.4% de apoyo. Unidos Podemos cierra la tabla con un 12.2% de apoyo decidido en este momento de la legislatura.
Otros datos interesantes de cara a esa geometría variable serían los apoyos de ERC, que pasarían de 9 a 10-11 diputados; del PdeCat (de 8 a 6); del PNV y EH-Bildu, que podrían sumar cada uno un escaño a sus diputados actuales; y CC, que conservaría su diputado actual.
Sesgo por recuerdo de voto y edad
La irrupción de los nuevos partidos en la vida política española tuvo un efecto claro: Reparto de simpatías en función de la edad, de manera que los partidos tradicionales conservaban su capacidad de penetración entre el electorado de más de 45 años, mientras que C’s y, sobre todo, Podemos, gozaban de mayor apoyo entre los votantes más jóvenes.
Cuatro años después de la aparición de Podemos y del salto de C’s a la política nacional, estos datos comienzan a corregirse en detrimento de la solvencia de los partidos tradicionales, que son claramente la opción preferida entre los mayores de 65 años pero que comienzan a tener problemas con la penetración de C’s en sus nichos de votos.
- Así, entre los 18-30 años, UP vuelve a ser la primera opción con un 16%, pero C’s aparece como la segunda opción, por delante del PSOE, con un 12%. Los socialistas convencen al 10% de este electorado y el PP cierra la tabla con un apoyo del 8%. El 45% se abstendría.
- Entre los 31 y 44 años, la abstención cae al 36% y C’s aparece como la primera preferencia, con un apoyo del 17%. Le siguen UP y PSOE, que empatan con un 14%, mientras que el PP cosecha un 11% de apoyo.
- El PP ya es primera opción entre los votantes de 45 a 64 años, aunque le siguen de cerca C’s y PSOE, que compiten por ser la segunda opción con un 16%. UP ya se descuelga de este grupo de edad, como en toda la serie, con un apoyo del 9% entre un electorado que manifiesta voluntad de acudir a las urnas (66%).
- Entre los electores más veteranos, el PP es apoyado por un 26%, seguido del PSOE, con un 18%. La novedad es que C’s sobrepasa el 10% de apoyo en este grupo de edad (11%), con UP en el 4%. El 34% se abstendría.
En cuanto a la fidelidad el voto, volvemos a ver datos que deberían haber hecho saltar las alarmas de Génova y Ferraz en relación a las posibilidades de C’s de seguir pescando en sus caladeros de votos respectivos. C’s mantiene al 93.2% de sus votantes, con un 3.6% que se abstendría en el caso de convocar elecciones.
Este dato contrasta con las fugas de votos que registran PP y PSOE respecto a C’s: El 16.8% de los que votaron por el PP en 2016 lo harían hoy por la lista de Rivera (el 8.1% se abstendría), así como el 13.9% del voto socialista del 26J (el 5.7% se abstendría). Así, Génova mantiene al 73.5% de sus votantes y Ferraz al 76.2%.
Por su parte, Unidos Podemos es el partido que menor fidelidad mantiene con sus votantes: Sólo el 65% repetiría el sentido de su voto. Sus fugas se dirigen hacia el PSOE (19.6%) y la abstención (11.6%), lo que permite a los socialistas maquillar su propio desastre electoral.
Si observamos el origen del voto de cada partido, vemos que hay dos fuerzas, PP y UP, que apenas se nutren de electores de otras filas políticas. En el caso del PP, el 95.8% de su electorado hoy es el mismo del 26J, con un convencimiento de 1.8% de nuevos votantes. En UP, el 89.1% viene formado por sus votantes, aunque atrae al 5.7% de nuevos votantes (la cifra más alta) y al 4% de los del PSOE.
En el caso de los socialistas, el 74.6% procede de su caladero de votos, aunque logra atraer al 17.9% de los electores de UP y al 4.2% de los nuevos votantes. Cierra la lista C’s, con un origen del voto del 54.4% entre los que ya le dieron su confianza en 2016, lo que enfatiza la idea de que está comiendo en los bancos de votos del resto de opciones: Así, el 24.8% de los que manifiestan hoy que votarían por la lista de Rivera procede del PP, el 14.1% del PSOE y el 4.8% de nuevos votantes, la segunda mejor cifra después de la que registra UP.
CODA. Ésta es la estimación difundida estos días por el politólogo Juan José Domínguez (@juanjodom)
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