Una década después del inicio de la crisis financiera y económica, Grecia vislumbra el final del túnel como el enfermo de la UE. El país forma parte de la lista de Estados que no han recuperado los niveles de bienestar anteriores a la crisis (como España) y afronta el ciclo con una deuda pública disparada (178% del PIB), con una tasa de paro superior al 20% y con una caída de los salarios (30% durante estos 10 años) que repercute en el poder adquisitivo de los helenos (68% de la media europea).

Por su parte, Alexis Tsipras, uno de los líderes europeos acostumbrados a equilibrios imposibles por su relación preferente con Rusia, aprovechó el arranque del mes para remodelar su Gobierno para afrontar el segundo tramo de la legislatura, con cambios en los ministerios de Defensa (controlado por ANEL) y Economía, tras la dimisión de su titular por cobrar de forma irregular ayudas al alquiler de vivienda.

Sea como fuere, la corrupción parece que no pasa factura a Nueva Democracia, que terminó el mes de febrero como el favorito del electorado griego. Con el escándalo Novartis abierto, ND sería la primera fuerza con el 33.45% de los votos de media, -1.6 puntos respecto a la oleada de datos del mes de enero, recogidos en su mayoría antes de que se conocieran los vínculos de ministros del Gobierno de coalición de 2012 con farméuticas en plena gestión del rescate económico heleno. ND suma 5.35 puntos respecto a su representación en las urnas en un Parlamento que corrige la fragmentación de estos años y en el que entrarían sólo cinco fuerzas parlamentarias.

Con un 24.95% de los apoyos, Syriza recupera poco a poco espacios perdidos durante su gestión al frente del Gobierno y sube 0.75 puntos respecto a los sondeos publicados en el arranque del año, aunque todavía está 11 puntos por debajo del resultado conseguido en los comicios de septiembre de 2015.

En el siguiente nivel encontramos pocos movimientos en relación a la serie histórica. Amanecer dorado se consolidaría como tercera opción con un 9.9% de media, es decir, +1.5 puntos respecto al mes anterior y +2.91 puntos si lo comparamos con su útlimo resultado en las urnas, por lo que la ultraderecha sí podría estar siendo favorecida por las noticias sobre corrupción que salpican a ND y PASOK.

En el caso de la formación en la que confluyeron los socialistas y To Potami, en este momento se movería en torno al 8.8% de media (-1.3 puntos respecto al mes de enero), caída que, si se consolida, podría tener que ver con las noticias sobre la corrupción que mencionábamos. Por su parte, el KKE seguiría siendo quinta opción con un 7.25% de media, +1.7  puntos respecto a las elecciones y +0.30 si lo comparamos con los sondeos anteriores.

El siguiente grupo lo forman partidos minoritarios y apenas se registran movimientos en comparación con la oleada de estudios demoscópicos anteriores: ANEL, que gobierna en coalición con Syriza, estaría en el 2.75% de los apoyos de media; EK estaría en el 2.8% de los apoyos (un resultado idéntico al de hace un mes); y LAE, la escisión de Syriza, estaría en el 2.45% de media, duplicando la estimación realizada durante el mes de enero. Y todo ello a la espera de ver las opciones de la formación que ha creado el ex ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, que en su presentación prometió «recuperar nuestra Europa» a través de «alternativas realistas».