En el momento de elaboración de este post, Cristina Cifuentes aún seguía siendo presidenta de la CAM y había conseguido ganar tiempo, en mitad de rumores sobre su sucesión, con el despliegue de una estrategia de acción (sumarse a la denuncia del caso de Ciudad de la Justicia ante la fiscalía) y ajena, con la implosión de Podemos a pocas horas de que concluyera el plazo para presentar candidaturas a las primarias madrileñas.
El error de Carolina Bescansa se resolvió el jueves con una comparecencia de Iñigo Errejón y Ramón Espinar a ambos lados de Pablo Iglesias, que no aceptó las preguntas de la prensa ante la enésima crisis de la formación morada que se saldó esta vez con una lista de unidad (punto para Espinar) y toque a Carolina Bescansa a través de la prensa para que abandone la formación tras la difusión del documento en el que se sentaban las bases para una colaboración conjunta con Errejón con el fin de desplazar a Iglesias de la Secretaría General.
Estos hitos serán pulsados en los trabajos de campo de los sondeos que se irán publicando a lo largo del mes de mayo (entre ellos a destacar el barómetro del CIS con intención de voto). A la espera de ese hecho, analizamos el sondeo de Simple Lógica, que sí recoge el comportamiento electoral de los votantes en plena tormenta del caso del Máster de Cifuentes, una circunstancia que sí pasa factura al PP en su conjunto. Con un 19% de intención de voto, la hipotética lista que encabezaría Mariano Rajoy baja de la barrera psicológica del 20% de representación y se deja nada menos que 14 puntos en menos de dos años (un punto si lo comparamos con el sondeo de Simple Lógica del mes anterior).
El PP queda sobrepasado por el PSOE y, sobre todo, por C’s, que sigue sin tocar techo: Con un 29.9% de intención de voto, +16.9 puntos respecto a las elecciones de 2016, aunque sube menos que los meses anteriores (+0.3 puntos). Todo ello a la espera de compulsar su estrategia en Madrid respecto a Cifuentes y, sobre todo, la pujanza de anuncios como el que realizó el viernes de que se había ofrecido a Manuel Valls, ex primer ministro francés y vapuleado en las primarias del PSF, como cabeza de lista de la formación a la Alcaldía de Barcelona. Valls admitió la oferta y C’s la confirmó como símbolo de que las elecciones municipales, al menos en Cataluña, pivotarán sobre el eje nacional (de nuevo) y no sobre las políticas locales.
Los socialistas, por su parte, aguantan como segunda fuerza con un 20.2% de apoyo, -0.8 puntos respecto al mes anterior, y -2.5 puntos si lo comparamos con su representación actual. En este contexto, vuelve a llamar la atención la filtración de encuestas desde Ferraz, como la que plantearía un empate técnico a cuatro en el Ayuntamiento de Madrid, con el PSM disputándose con el resto de las fuerzas políticas la plaza principal.
Por su parte, Unidos Podemos volvía a registrar un aumento en su intención de voto (+0.3 puntos respecto al mes anterior) y se mueve en torno al 17.6% de apoyo, a 1.4 puntos del PP y 2.6 del PSOE. Todo ello antes de la última bronca interna, resuelta con la lista de unidad y con la elección de Tania Sánchez como número 2 de la lista de Errejón como gesto claro al apoyo recibido por los ex miembros de IU Madrid desde Vistaalegre II. Y mensaje claro a Iglesias en cuanto a la elección de su ex pareja sentimental.
Según los datos de Simple Lógica, el 42.2% del electorado no ha decidido el sentido de su voto o lo declara, lo que explica los movimientos registrados por los distintos partidos, programados o no, para poner en marcha la maquinaria electoral ante el ciclo que empieza en mayo de 2019. Así, el 20.9% manifiesta que se abstendrá o votará en blanco mientras que el 21.3% no sabe o no contesta qué hará en el caso de elecciones generales. Entre los que sí lo tienen decidido, destaca el 19% que manifiesta que votará por C’s y el 11% que lo hará por el PSOE. El 10.9% cita a UP y el PP se queda en un 8.4%, un registro de voto directo que se completa con la fidelidad de voto registrada.
Sólo el 44.4% del votante del PP mantiene que repetiría el sentido de su voto en el caso de nuevas elecciones, con un 31.5% que apunta que votaría por C’s. En el caso de C’s, mantiene al 75.9% de sus votantes y recibe también al 9.6% de electores desencantados el PSOE. Los socialistas conservan al 56.3% de su electorado mientras que UP presenta un porcentaje de fidelidad aceptable (65.3%). Obtendría un 4.6% de ex votantes del PSOE y un 3.2% de C’s.
En términos de liderazgo, todos los líderes nacionales bajan respecto a la consideración de hace un mes. De nuevo, Pablo Iglesias es el que recibe menos apoyo (16.4%) y mayor desaprobación (75%), algo a lo que, suponemos, no ayudará la solución de la crisis de Madrid que capitaneó. Su compañero de partido, Alberto Garzón, consigue una aprobación del 23.7%, sólo superado por Albert Rivera, que vuelve a ser el mejor situado en este punto (aunque baja 3.5 puntos respecto al mes anterior). El porcentaje de desaprobación llega al 52%.
Entre los primeros espadas de PSOE y PP, volvemos a tener cifras muy parecidas que explican por qué los socialistas no son vistos ahora mismo como relevo en el Gobierno. Mariano Rajoy consigue una aprobación del 21.3%, casi idéntica a la de Pedro Sánchez; si observamos la desaprobación, apenas hay 0.8 puntos de distancia entre ambos, aunque las conclusiones son diferentes.
Rajoy consigue este dato tras estar en el Gobierno siete años, con la puesta en marcha de políticas muy duras de recortes y de giro autoritario en la interpretación de las leyes. Sánchez no ha tenido ocasión de llegar a la Moncloa, así que esta valoración se centra en su papel como líder de la oposición; y los españoles consideran que está al nivel de Rajoy.
Si cruzamos la variable recuerdo de voto a la valoración de los respectivos líderes, aparecen señales que deberían alarmar a los cuarteles generales de PP y PSOE. En el caso de Rajoy, logra un apoyo del 66.4% entre sus votantes (21.4% entre los de C’s), aunque registra un respaldo en su base electoral casi 10 puntos inferior a la que otorgan a Rivera.
El líder de C’s vuelve a ser el que regisra mejor dato entre sus votantes (78.6%), pero vuelve a tener capacidad para atraer a los votantes de partidos en los que está mordiendo en estos momentos de la legislatura: Así, logra un 76% de respaldo entre los votantes del PP y un 34.1% entre los del PSOE, sólo 16 puntos que el que otorgan a Sánchez.
El secretario general del PSOE consigue una aprobación del 50.3% entre sus votantes y del 19.5% entre los de PSOE. Mientras, Pablo Iglesias se mueve en un 56.7% de apoyo entre ols suyos (-10.9 puntos del dato que recibe Garzón), con variaciones también en la percepción entre los votantes del PSOE, que pasan por ser su caladero natural: Iglesias se mueve en el 19.5% de aprobación, que en caso de Garzón se dispara al 32.7%.
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