Existe cierto consenso en que la legislatura ha volado por los aires cuando ni siquiera se ha cumplido la mitad del mandato legal. La sentencia sobre la pieza central del caso Gürtel, la presentación de la moción de censura por parte del PSOE, que se debatirá este jueves, y la reacción del PP, que está, literalmente, en shock, no hace sino alimentar la idea de la consumación de una legislatura fallida que será muy difícil recuperar incluso en el más que probable caso de que Pedro Sánchez pierda la moción.
Las reacciones desde el Gobierno, con un ministro de AAEE que sugiere en el extranjero que todos los partidos políticos en España tienen problemas de corrupción; las estrategias de los socios parlamentarios preferentes del PP, que se mueven entre la subasta (PNV) y la presión para ir a unas elecciones anticipadas cuanto antes (C’s); y los movimientos de la oposición, con UP ofreciendo diputados a C’s para que presente su propia moción de censura en el caso de que la del PSOE no prospere evidencian que la política española quizás no ha llegado a los niveles de la italiana todavía, pero que estamos en el buen camino para conseguirlo.
En este contexto es en el que hay que entender los resultados del sondeo de Sociométrica para El español, con datos recogidos a partir de 1700 entrevistas realizadas entre los días 17 y 26 de mayo, es decir, en los días claves entre la polémica por el chalet de Irene Montero y Pablo Iglesias – respaldados por el 68% de los inscritos en Podemos finalmente-, la detención de Eduardo Zaplana y la sentencia de la AN sobre el caso Gürtel, que son demoledores para los intereses de Génova.
Según Sociométrica, el PP sería cuarta fuerza parlamentaria al caer al 16.8% de intención de voto, -16.2 puntos respecto a sus resultados en las elecciones de junio de 2016 y -3.8 puntos en compsración con el sondeo que analizamos en el arranque del mes, y pasaría de 137 a 63 diputados. Un escenario sumamente increíble que no se explicaría, ni siquiera, por el momento de la recogida de datos. Con el escenario descrito anteriormente, UP sería tercera fuerza, a un punto del PSOE, con el 19.3% de intención de voto (-1.9 puntos respecto a hace dos años pero medio punto más que hace unas semanas) y 66 escaños, por lo que la polémica de la vivienda de los líderes de la formación no les habría pasado factura.
Ésta es la primera señal de que los datos del sondeo son muy extraños, más allá de resultar increíble situar al PP en 63 diputados. La segunda, la sensanción de que la irritación social, que también se traslada a la base electoral del PP, estaría teniendo un reflejo en la abstención. Según la estimación de Sociométrica, C’s no se beneficia especialmente del desplome popular, más allá del voto recibido en estos meses previos (y que podría computarse por efecto de la crisis catalana y por la actitud de Génova de estar en permanente shock ante un contexto social que no termina de entender).
Así, C’s sería la primera fuerza aunque pierde 2.3 puntos en comparación con la estimación de comienzos de mes; hoy estaría en el 28.5% de intención de voto, +15.5 puntos respecto a 2016, y pasaría de 32 a 108 escaños. Esta proyección ascendente que recogen todos los estudios sería la explicación más plausible para explicar las prisas de la formación naranja por ir a unas elecciones anticipadas ya, a pesar de su debilidad orgánica y del desgaste que recogería Sociométrica tras un mes dedicado a la exaltación patriótica.
Por su parte, el PSOE se consolidaría como segunda fuerza con un 20.3% de intención de voto, -0.4 puntos respecto a comienzos de mes. Según la fecha de recogida de datos, el sondeo recogería las primeras opiniones respecto a la moción de censura de Sánchez, un movimiento táctico quele permite recuperar la iniciativa política y que, según otros estudios, es mayoritariamente aceptada a pesar de las señales que apuntan a que no prosperará. En cualquier caso, el PSOE se quedaría anclado en los 85 diputados actuales.
Completan el marco los 12 diputados que lograría ERC frente a los 4 que conservaría el PdeCat, que habría perdido la mitad de su representación. El PNV podría sumar dos asientos a los cinco actuales y EH-Bildu también subiría hasta los 3 escaños. CC mantiene su diputado actual y Vox entraría en el Congreso con otro diputado.
En cuanto al voto directo, C’s se sitúa en el 22.2%, seguido de UP y PSOE, que compiten por ser la segunda fuerza en este sentido con un 14.7% y 14.9% respectivamente. El PP se descuelga algo y se queda en el 13.3% de voto decidido; si tenemos en cuenta las series históricas, habrá que convenir que también este dato no se ajusta demasiado con la tendencia habitual: El PP es la formación que más voto oculto genera, de manera que resulta muy extraño que se mueva en un 13.3% y que sólo tenga 3 puntos de margen de crecimiento potencial, según la estimación final.
Si observamos el dato de fidelidad y las transferencias de voto, comprobamos que se repiten tendencias que han recogido otros estudios: C’s es la formación que conserva a más base electoral (70.8%), con una única fuga de votos hacia la abstención y otras formaciones minoritarias (15.6%). C’s gana en 20 puntos al PP en este aspecto: los populares apenas mantienen a la mitad del electorado, con una vía de agua importantísima hacia C’s (33.3%), en lo que constituye la certificación de una OPA hostil en estos momentos.
En el caso del centroizquierda, tanto PSOE como UP mantienen porcentajes de apoyo muy parecidos entre su base electoral respectiva. En el casso de los socialistas, amarran el voto del 64.3% de sus votantes, con dos fugas de votos directas: El 17.4% que optaría por la abstención u otras fuerzas minoritarias y otro 9.9% que optaría por C’s. Si miramos hacia UP, el 64.5% repetiría el sentido de su voto mientras que un 12.1% optaría por UP y un 14.6% por la abstención u otros partidos.
En cuanto a la valoración de líderes, Albert Rivera vuelve a ser el mejor situado cn apoyo del 30% entre el electorado, +21 puntos respecto al dato de Rajoy y +19 si observamos el porcentaje que recibe Sánchez. Entre los votantes de C0s, el apoyo a Rivera llega al 80% (34% entre lols del PP).
Por su parte, Rajoy es el líder peor valorado (9%) aunque entre los suyos goza de cierto apoyo (47%), muy parecido al que recibe Sánchez entre el electorado del PSOE (50%). El líder socialista no despunta precisamente por una gran valoración entre el electorado en términos generales (11%), por lo que su intervención en el Congreso, este viernes, a defender la moción de censura contra el presidente del Gobierno podría ser su gran momento de la legislatura para redimirse o hundirse definitivamente.
Como hemos visto en los barómetros de Simple Lógica, Alberto Garzón (15%) tiene más apoyo entre el electorado que Pablo Iglesias (10%), aunque en esta ocasión este apoyo al líder de IU no se traslada entre los electores de UP: Iglesias consigue mejor dato entre los suyos (40%) que Garzón (33%), aunque no se escapa que ambos registran porcentajes de apoyo entre sus bases electorales significativamente inferiores a los del resto de líderes nacionales.
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