A pesar de las señales que indican que las próximas elecciones generales pueden volver a ver una pugna directa entre las fuerzas políticas tradicionales, con C’s y Unidos Podemos como los partidos centrales llamados a desequilibrar la balanza, el sondeo de Simple Lógica insiste en la fortaleza de la marca electoral de C’s, que estaría en disposición de competir con el PSOE por la primera posición en porcentaje de voto (no en escaños).
Con un 26%, C’s sigue 13 puntos por encima del resultado conseguido en las últimas elecciones generales, hace dos años, sube +0.3 puntos respecto a la estimación de Simple Lógica del mes anterior y se sitúa a 1.2 puntos del PSOE, por lo que podemos hablar de un empate técnico ya que esta diferencia se encuentra en el margen de error del estudio.
Enfrente, los socialistas consolidan su primera posición con un 27.2% de intención de voto, medio punto más que el estudio realizado hace un mes, nada más consumarse la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa. Con este resultado, que se aproxima al porcentaje de apoyo recibido por los socialistas en las elecciones de 2011, avanza 4.5 puntos respecto a los comicios del 26 de junio y, sobre todo, se despega del PP que, de acuerdo con el resto de estudios demoscópicos, sería el principal rival electoral cuando concluya el proceso de primarias.
Así, llama la atención el escenario que sigue asumiendo Simple Lógica, que sitúa a los populares en un porcentaje de apoyo similar al de Unidos Podemos. Con un 18.7% de apoyo, se deja casi dos puntos en un mes y cae nada menos que 14.3 puntos en relación a su último resultado en las urnas,en 2016. Por su parte, Unidos Podemos se recupera respecto al mes anterior con un 17.3% (+0.8 puntos), lo que nos lleva a preguntarnos, de nuevo, por el origen del voto que llega al PSOE con los partidos situados a su derecha e izquierda sumando también votos.
En voto directo, el PSOE aparece como primera opción con un 17.1%, seguido de C’s (14.9%). UP sería la tercera opción con un 9.3% y cierra la tabla el PP, con un apoyo del 8.4% que vuelve a indicar el voto oculto que sigue registrando. Sin embargo, el dato relevante, en este sentido, es el 43.4% del electorado que no sabe/no contesta (21.9%) o que optaría por la abstención, el voto nulo o blanco (21.5%). A dos años de las próximas elecciones generales, queda muchísimo margen para que los distintos partidos reformulen ofertas electorales atractivas para romper esta tendencia que habla, sobre todo, de hartazgo en el electorado.
Si observamos la tasa de fidelidad de voto, el PSOE despunta también en este sentido, con una subida de 10 puntos respecto al mes de junio; un 71.4% de su base electoral, hace dos años, volvería a votar por su lista, mientras recibe voto de ex votantes de UP (11.4%) y de C’s (6.4%). En este sentido, el PSOE recoge más ganancias de lo que pierde (un 4.1% se su electorado hoy votaría por la lista de C’s).
La formación de Albert Rivera consigue un 60.5% de apoyo entre su base electoral y recibe un 25.2% de voto de las filas del PP, que vuelve a ser el partido con menor tasa de fidelidad (42.4%, -8.4 puntos respecto al mes anterior). UP, por su parte, mantiene a 6 de cada 10 votantes de hace dos años, por lo que cabe inferir que su principal amenaza podría ser el flujo de votantes abstencionistas o indecisos.
Simple Lógica sigue incluyendo a Mariano Rajoy en la lista de valoración de líderes, con un porcentaje de aprobación superior al que lograrían Pablo Iglesias (18.6%) y Alberto Garzón (24.9%), aunque con mayor rechazo si lo comparamos con el líder de IU (64.9% de desaprobación frente al 58.6% de Garzón). Pedro Sánchez, por su parte, logra un 34% de aprobación frente al 35.9% que recibiría Albert Rivera aunque logra mejor dato de desaprobación (51% frente al 58.6% que recibiría el líder de C’s). Si se mantiene este escenario, Ferraz podría jugar con este factor en el diseño de las próximas campañas electorales, sobre todo si C’s sigue sobreexponiendo a Rivera.
Si cruzamos el recuerdo de voto en la valoración de los liderazgos, confirmamos la recuperación del atractivo de Sánchez respecto a su base electoral, que le da un 70.6% de aprobación; también recibe un apoyo del 48.9% de los votantes de UP, dato también a destacar de cara a las próximas estrategias políticas. Si Moncloa sigue reafirmando el eje más izquierdista, aunque sea sólo desde los simbólico, es posible que siga cortejando a una parte del electorado de la formación morada, que estas semanas está prácticamente desaparecida de la agenda.
Pablo Iglesias, que sigue siendo el líder peor valorado en términos generales, tampoco conecta con su base electoral, que le otroga un 55.5% de aprobación; este dato cae al 18.1% entre los votantes del PSOE, lo que le cierra una puerta de cara a proyectarse como la fuerza de referencia en la izquierda. En este sentido, Garzón vuelve a estar mejor situado con una aprobación del 67.9% entre los suyos (+12.4 puntos respecto a Iglesias) y un 29.4% entre los votantes del PSOE (+11.3 puntos).
En el centroderecha, y a la espera del resultado de las primarias del PP, Rajoy se movía con un apoyo del 74.4% entre los votantes del PP y un 38.3% entre los de C’s (+4.6 puntos respecto al mes anterior). Albert Rivera, por último, logra una aprobación del 75% entre los votantes de C’s y sigue teniendo un notable predicamento entre la base electoral del PP (66.5%) y del PSOE (25.6%). Todo a la espera, insistimos, en suspenso hasta conocer al ganador de las primarias del PP y, sobre todo, de las señales de la estrategia electoral que arrancará en septiembre con un ciclo electoral que concluirá en las elecciones generales previstas para el año 2020.
CODA. Según datos de Jaime Miquel difundidos en Público, el escenario electoral sería bastante parecido al que dibuja Simple Lógica: El PSOE sumaría casi un millón de votos respecto a las elecciones de 2016 y estaría en el 26.4% (-0.8 puntos respecto a la estimación analizada), con C’s como segunda fuerza parlamentaria con un 23.6% de apoyos (-2.4 puntos) y 84 diputados.
El PP caería por debajo del umbral del 20% de intención de voto (-13.3 puntos puntos respecto al 26J) y obtendría 75 escaños en lo que se configura como un desplome similar al que obtuvo el PSOE de Rubalcaba en las elecciones de 2011. Como hemos apuntado en otras ocasiones, ésta es la diferencia que marca su penetración en las circunscripciones en las que hay más sesgo mayoritario y en las que, en general, los partidos más nuevos no han podido entrar aún. Eso explica que, con 3.9 puntos de direrencia respecto a la lista de C’s sólo haya 9 escaños de diferencia.
Por último, UP sería cuarta fuerza con el 17.5% de intención de voto (un resultado casi idéntico a la estimación de Simple Lógica) y caería a los 55 escaños, por lo que volveríamos a tener un Congreso muy fragmentado que dependería, de nuevo, de la posición de las fuerzas nacionalistas periféricas. Así, destaca el papel del PdeCat (9 diputados), que se situaría por delante de ERC (8), con el PNV sumando un escaño a los 5 actuales. CC y EH-Bildu mantendrían su representación actual y entraría Vox con 2 diputados.
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