El acuerdo del PP con VOX y C’s en Andalucía reconfigura la legislatura

La teatralización de las últimas semanas a cuenta de la negociación del futuro gobierno de la Junta de Andalucía culminó este miércoles con el anuncio de acuerdo entre el PP y VOX que, unido al acuerdo previo de los populares con C’s, garantiza el cambio de gobierno en Andalucía tras 36 años de hegemonía del PSOE. Juan Manuel Moreno, desahuciado políticamente hasta que las urnas desvelaron sus opciones de evitar que Susana Díaz revalidara mandato, se convertirá previsiblemente en el próximo presidente de la Junta tras protagonizar unas negociaciones que trasladan tres conclusiones.

Primera lección: El PP se adapta al ciclo como primera fuerza conservadora. El fenómeno VOX, completamente desmadrado de acuerdo a los datos de los últimos sondeos sobre estimación de voto, ha llegado para quedarse, especialmente en un contexto de clara desmovilización de la izquierda que, en la práctica, se traduce en que la división histórica en el centroderecha español se traduce en una pérdida de apoyo que el PP sustituye con un planteamiento de negociación hasta las últimas consecuencias con las formaciones que estarían creciendo, precisamente, gracias a su fuga de votos.

A pesar de lo ocurrido en Andalucía y de lo que recogen los sondeos, el PP puede afrontar el próximo ciclo como primera fuerza política conservadora, a la espera de que el suflé VOX comience a descender cuando sus potenciales votantes más exigentes, muchos procedentes de las filas populares, vean en la práctica que no es tan sencillo trasladar a la vida institucional y política sus postulados, que el propio partido difundió en la víspera del acuerdo en Andalucía.

Santiago Abascal los defendió de esta manera: «Son propuestas para negociar y no órdagos. Tenemos el derecho y el deber de hacerlas. No pretendemos contentar a todo el mundo pero tampoco engañar a nadie. Y así seguiremos, representando a los 400.000 andaluces que nos han dado su confianza. Sin miedo, y sin pedir permiso» ha escrito Abascal en la red social, donde insiste en que Vox ha presentado un documento «negociable» frente a «otros» que «han tratado de dinamitar el cambio».

Segunda lección: Génova como epicentro de todas las negociaciones. Ante este escenario, Génova ha decidido asumir en primera pesona las negociaciones para la formacion del gobierno andaluz con las direcciones nacionales de C’s y de VOX. De esta manera, si se repite la misma situación que la derivada de las elecciones andaluzas, parece claro que el equipo de Pablo Casado liderará las conversaciones para formar gobiernos autonómicos alternativos, en lo que parece la confirmación de su desprecio a la construcción autonómica y al reparto de poder derivado de la existencia de CCAA. Si se repite el modelo andaluz, la última decisión llegará desde Madrid y sus respectivos candidatos aparecerán simplemente como invitados obligados en el momento de la firma de los acuerdos.

Viñeta de  en ABC

Tercera lección: Refuerzo del marco conservador. El último mensaje, y quizás el que más recorrido tiene en este momento, tiene que ver con la propia estrategia desplegada por el PP. Las negociaciones del futuro gobierno andaluz han evidenciado que la dirección nacional del principal partido de la oposición está dispuesta a pactar con quien sea y en los términos que sea si eso supone tocar poder, una característica muy en consonancia con el tipo de liderazgo que ejerce Pablo Casado.

La penúltima confirmación de la elasticidad de los principios ideológicos, en estos momentos más cercanos al extremismo que representa Abascal que las corrientes más vinculadas a Mariano Rajoy, llegó la víspera del anuncio del acuerdo, con la difusión del programa de máximos que VOX puso sobre la mesa, absolutamente desquiciado. A pesar de los mensajes públicos de algunos de los barones del PP, que en los próximos meses se juegan su propio fututo político, el PP llegó a un acuerdo con la formación que lidera en España Abascal con la reducción de la carga neocon de algunos de los postulados recogidos en el documento pero que, en esencia, asume como propio el ideario de VOX.

El acuerdo andaluz y, sobre todo, la combinación de un efecto hooney moon que recogen todos los estudios demoscópicos y del dominio de la agenda mediática por parte de VOX plantean una legislatura en la que los marcos se han desplazado a la derecha de manera significativa, con un PP empeñado en unir su futuro al de la ultraderecha y un C’s que no sabe cómo situarse tras los últimos movimientos. La pugna, a pesar del intento de Albert Rivera por desentenderse del acuerdo alcanzado por el PP y VOX en Andalucía, se concentra en el marco del centroderecha y la extrema derecha, algo que reafirma el propio acuerdo alcanzado en Andalucía.

La oportunidad del PSOE se postularse como voto útil

Como se esperaba, el desplazamiento del discurso y de la propia atención del electorado a la derecha provoca que el centro ideológico queda desatendido, a la espera de los mensajes que lance en esa dirección del PSOE, que este viernes presentará su proyecto de PGE. Ante unas perspectiva de elecciones generales en octubre, Pedro Sánchez tiene recorrido suficiente para presentarse como el único voto útil para frenar que el PP (e indirectamente C’s) asuman los postulados de VOX a cambio del reparto de carteras, algo que veremos con total seguridad a partir de las elecciones autonómicas y municipales de mayo.

En este momento se plantean dos posibililidades que, en principio, parecen contradictorias pero que no lo son tanto si tenemos en cuenta la propia trayectoria de Sánchez: Por un lado, un reajuste de la estrategia de Ferraz para situar a C’s en el mismo lugar que el PP y VOX, algo relativamente sencillo si tenemos en cuenta los equilibrios de Rivera para no aparecer públicamente vinculado con la formación ultra. Por otro, la necesidad de mantener a C’s como posible socio de cara a la formación de los próximos gobiernos a partir de las elecciones del mes de mayo y que podrían servir de antesala para una posible negociación tras las generales. Estos días hemos visto muestras de las dos estrategias: La de cal, por parte de Moncloa, atacando duramente a C’s por el acuerdo  en Andalucía y la de arena, con los barones del PSOE filtrando a los medios que mantienen los puentes abiertos con el partido de Rivera para hablar a partir del 27 de mayo.

Al margen del cambio histórico en Andalucía ha dejado paso a una preocupación creciente ante el acercamiento del votante a un fenómeno como VOX, empeñado en una guerra cultural similar a la de los neocons estadounidenses pero incapaz de plantear una sola medida contra el desempleo en la CCAA con mayor tasa de paro. Frente a la realidad, propone tipos únicos de IRPF (lo que beneficia a las rentas más altas), subvencionar la tauromaquia o la Semana Santa y equiparar en la distribución de fondos la educación público respecto a la concertada o privada,

Desde el 2 de diciembre, el fenómeno VOX ha centralizado la atención de unos medios de comunicación que, en su mayoría, ni siquiera ha hecho el esfuerzo de señalar el origen de buena parte de los líderes de la formación y de sus votantes potenciales o rebatir las barbaridades manfiestadas por sus dirigente sen directo. En la práctica, tratan a VOX como una fuerza política más o blanquean sus planteamientos más extremos, lo que traslada la idea de que VOX es una fuerza política que merece respeto a pesar de sus ataques frontales a las mujeres que no cumplen con el rol tradicional, a los colectivos LGTB o a todo lo que no huela a esencialismo español y al manejo de cifras sesgadas o, directamente, bulos para defender sus postulados.

Llevamos casi seis semanas en los que el discurso político y la agenda mediática gira en torno a VOX. De ahí que resulten significativos los análisis que asumen su crecimiento en en los sondeos en los próximos meses y también la manera en la que, personalmente, se puede actuar para que sus mensajes y discursos ideológicos no sean unánimes. Toca releer a George Lakoff (el autor de «No pienses en un elefante«) que, en esencia, plantea que es el momento de diseñar marcos ideológicos propios que no pasen por ser la contraposición del marco del rival. En esa pugna, el que toma la iniciativa tiene las de ganar.

CODA. Destaco especialmente dos análisis sobre cómo se puede combatir el fenómeno VOX desde las redes sociales, que está sirviendo de plataforma para la difusión de sus mensajes en combinación con el uso de Whatsapp: Gutiérrez-Rubí pulsa la tecla de aviso adecuada:

En redes sociales, Vox es uno de los partidos que consigue mejor rendimiento a su presencia en estas plataformas. El tipo de contenido y la segmentación realizada con sus publicaciones provoca que sean los usuarios con un perfil de izquierdas los que más estén hablando en redes de esta formación política.

Otro factor importante es su reacción a los memes contra la formación, practicando contra esos usuarios judo digital. Ante ello, Vox contraataca. A nivel volumétrico, ya superan en número de seguidores a PP, CS y PSOE en sitios como Instagram. Precisamente el éxito en esta plataforma, la más utilizada entre los más jóvenes, es una de las claves que algunos consideran ha sido la causa de éxitos como el lleno del mitin de Vistalegre.

César Calderón, por su parte, escribe tres ideas que conviene grabarse:

A día de hoy la principal batalla que está ganando Vox es la de la agenda, están colocando sus temas estrella, los que les aportan mayor rédito(inmigración, conflicto territorial) como objeto de debate en los medios, y tanto estos como el resto de partidos están entrando a ese trapo, limitando su aportación a responder a Vox y auto-anulando su propia capacidad de propuesta política.

Un debate político no lo gana quien solo quien consigue imponer su agenda, sino aquel que además de esto consigue imponer su marco conceptual, lo que los norteamericanos llaman ‘framing’.

La clave es traer a primer plano lo que significaría la aplicación de esas propuestas de gobierno de Vox para la vida de la gente, y no de la gente en general, sino de cada ciudadano, y no teóricamente, sino en lo concreto: en sus derechos, en su educación, en su sanidad, en sus impuestos, en la vida de sus hijos…

 

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Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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