El Gobierno del primer ministro, António Costa, renovado tras su cuarta crisis de gobierno de la legislatura, superó hace unos días la moción de censura que presentó el conservador CDS-PP, como respuesta a las huelgas del sector público convocadas contra el Ejecutivo para reclamar, en general, mejoras salariales y aumento en las contrataciones en los servicios públicos tras años de austericidio. La líder del CDS en el Parlamento, Assunção Cristas, defendió la presentación de la moción de censura en estos términos: «El Gobierno está agotado, falla a las personas».

Sin embargo, la votación volvió a dejar clara la fortaleza del bloque que se conformó en torno a António Costa en otoño de 2015: Una mayoría de 115 diputados (del PS, el BE y del Partido Comunista, además de los verdes y animalistas) rechazó la penúltima estrategia de desgaste, por lo que la partida se pospone al 6 de octubre, fecha en la que están convocadas las elecciones generales para decidir el gobierno de los próximos cuatro años.

Los sondeos siguen recogiendo un desgaste limitado para el partido en el gobierno y sus socios parlamentarios, desgaste que se cimenta en el estancamiento del PSD/CDS, el partido conservador por antonomasia en Portugal, que sigue inmerso en sus luchas internas y en intentar hacer política fuera de la plataforma que supone el Parlamento. Con un 24.4% de los votos, el sondeo se Aximage, el único publicado a lo largo del mes de febrero, confirma su bloqueo respecto al mes anterior.

El CDS, que en 2015 acudió a las elecciones en coalición con el PSD, se movería en torno al 6.3%, -0.8 puntos respecto al dato de Aximage del mes de enero; su estrategia pasa por denunciar las mentiras del Ejecutivo de Costa respecto al fin y de austeridad y, lo que es más importante, postularse como alternativa para el voto a los electores del PSD ante la crisis interna que provoca el liderazgo de Rui Rio. Éste era el objetivo real de la moción de censura que nacía fracasada. En cualquier caso, la suma de ambos partidos les sitúa en un máximo del 30.7%, -8 puntos respecto al resultado que Portugal à Fora logró hace tres años y medio.

Enfrente, el bloque de izquierdas vuelve a exhibir fortaleza al aglutinar al 54.6% de los votantes. El PS ganaría +4 puntos respecto a su último resultado en las urnas, aunque se deja 1.3 puntos en relación a la estimación de Aximage del pasado mes de enero, con su líder y primer ministro en el dato de aprobación más bajo de su mandato. Por su parte, el BE sigue en el 8.9% de los apoyos (-1.3 puntos respecto a los últimos comicios), a la espera de pulsar en los sondeos la intervención de su líder, Catarina Martins, durante el debate de la moción de censura presentada contra el Gobierno de Costa.

Por último, el CDU confirmaría un aumento respecto a sus últimos resultados en las urnas, con una estimación de voto del 9.3%, es decir +1.1 puntos respecto a 2015 y prácticamente el mismo resultado en relación a la estimación de voto de Aximage del pasado mes de enero. El partido es noticia estos días por una investigación periodística que apunta a que cinco empresas dirigidas por militantes del PCP han ganado desde 2009 dos millones de euros en la adjudicación de contratos vinculados al control de ayuntamientos por parte del partido.

CODA. Según la proyección electoral difundida en relación a la estimación de voto de las elecciones europeas, el PS se confirmaría como la primera fuerza lusa en el PE con el 38.8% de los votos y 9 diputados; el PSD obtendría el 24.4% de los apoyos y 6 escaños, el doble que el PCP (13.4% de los votos y 3 diputados). El BE y el CDS conseguirían dos diputados cada uno con el 7.5% y el 9.9% de los votos respectivamente.